Jamás pensé que me terminaría gustando quien no me caía tan bien ¿Quién lo diría? Park Ji Min se metió en mi vida y hasta en mis sueños...
Ring~ Ring~
¿Eso fue todo? ¿Así termina una historia de amor que sin saberlo empezó desde niños?
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Por favor no.
¡NO!
¡Basta ya!
Ring~ Ring~
Ring~ Ring~
-Suena el despertador-
—¡Oh! Fue sólo una pesadilla, menos mal...debería dejar de ver tantas películas de terror —me dije a mí misma.
Pero a quién engaño ¡LAS AMO!
-6:30am-
—¡Es muy tarde para ir el colegio! —grité.
Corro al baño, me pongo el uniforme, guardo algunas cosas en la mochila y agarro un yougurt que comeré mientras mi padre me va a dejar al colegio.
—No puedo creerlo Gabriela, primer día de clases y a ti se te ocurre levantarte tarde, sabes muy bien que entras a las 7:15
—Si, papá, lo sé —digo mientras arrastro la voz—. Pero tú también sabes que odio el colegio y además no fue mi culpa —esto último con un puchero—. Tuve una pesadilla, supongo que eso alteró mi nueva rutina.
—¡Ay Gaby! ¿Qué haremos contigo?— papá sigue conduciendo y en minutos llegamos al colegio.
—¡Llegamos!—exclamó mi papá todo emocionado.
—¡Yei!—respondí con falsa emoción.
Como si hubieramos llegado a un parque de diversiones ¡ya quisiera!
—Chao, pa.
—Chao, Gaby cuídate —bajó el vidrio—. Recuerda que no puedo venirte a ver hoy ¡camina con cuidado! —me dice cuando yo ya había bajado del auto.
—Está bien —hice el signo de ok con la mano.
Bueno, aquí voy.
—Buenos días —saludé a los de la entrada mientras me dirigía a mi aula de clases.
Ya la conocía porque días antes nos llamaron a todos los de nuestro curso a una reunión, debido a que a partir de este año nos habían "seleccionado" para estar en un curso especial y más intenso en cuanto estudios.
No sé cómo acepté si odio esto.
—Pero así toca —dije en lo bajo antes de entrar al matadero, digo al curso.
Mientras más me acercaba me di cuenta de que ya no había nadie afuera, corrí y al llegar pude respirar al ver que la profesora aún no había llegado.
Como ya era algo tarde pude ver rápidamente que habían dos puestos desocupados en la parte de atrás, así que me senté en el que estaba hacia la pared sin prestarle mucha atención a los que ya estaban ahí.
