Jimin y yo | Historia Completa |

28. Just let me love you (2)

♡J&G♡

[Narra Gabriela]

—¿Jimin? —pregunté, ya que antes había escuchado su voz a lo lejos.

Di la vuelta con total lentitud, no quería caer y besar...

Bien, ahora ya quiero caerme de nuevo.

—Gabriela, necesito hablar contigo ahora —dijo Jimin y el clon de su lado, se veían muy serios y lindos...

Y yo ya no me siento bien.

—Awwww míralos Tae, sus cachetes se inflan hasta cuando no se ríen.

—Gabriela ¿Bebiste? —Jimin y su amigo idéntico a él reaccionaron enseguida ante mi comentario y fruncieron el entrecejo.

—¡Ay! Tae y ustedes son exagerados sólo fueron un par de juguitos de esos que les suelen llamar...¿Cómo eran?...¡Ah sí! Copteles —dije riendo.

—Lo hiciste a propósito ¿verdad? —esta vez los Jimins miraron a Tae—. Le diste alcohol para aprovecharte de ella —aseguró.

—¡Él no me los dio! —aclaré—los... — comencé a contar—los dos vasos de coptel y el de whisky los bebí porque quise, eh —hablaba con dificultad.

Pude ver cómo a Jimin, su gemelo y a Tae se les quería caer la boca de la sorpresa.

—Oh...esto se va a poner feo —dije mientras me tambaleaba, pero Tae me sostuvo .

—Mira Park Ji Min, pudiste haber creído cosas que no son acerca de mí en el pasado, pero ahora se trata de la chica que sí amo y no te voy a permitir que te aproveches de la situación.

—¿Me das otro besito? —no pude resistir decirlo, se ve aún mejor cuando se enoja.

—¿Otro? —Jimin apretó la mandíbula, se veía entre sorprendido y molesto.

¿A dónde fue el otro Jimin?

—Ninguno aquí te debe explicaciones, pero no es lo que piensas Park, al parecer ella bebió cuando me dijo que la esperara porque iba a saludar a una tal Taeyeon, poco después me di cuenta de cómo estaba, sabe disimular muy bien hasta cierto punto.

—Bien, aléjate de ella, yo la llevo a casa —se aproximó a nosotros.

—¿Qué no ves que vino conmigo? Yo soy su...

—Ya sé que no eres su novio Kim, ya sé que mentiste, así que apártate porque yo me haré cargo de ella ahora.

—Tae llévame a casa...tengo mucho calor y sueño ¡Oh mira el piso se ve cómodo! —sentí como me agarró más fuerte para mantenerme lo más alejada del piso.

—¿Escuchaste? Me lo dice a mí —. Princesa ahora no podemos ir, espera un poco más hasta ver qué hacer para que estés bien —sobó mi cabeza.