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Primer vistazo
La bestia desatada siempre corrió peligro, porque todos sabían que libre, acabaría con todos a su paso.
La sangre que corría por mis venas, el corazón palpitante, el rastro de sudor y mi libertad.
Ese era el momento.
No tenía que fingir, no tenía que sobrevivir ni obedecer órdenes.
Era una fiera suelta, ya no era la presa.
Simplemente quedaba libre por limitantes horas en la noche disfrutando del incesante sonido que entraba a mis oídos con fuerza y se sentía más fuerte en cada movimiento de mi cuerpo. El ritmo se apoderaba de mis latidos, los movimientos de mi cuerpo se convertían en uno solo con la música. Una sola melodía, una letra expresada en movimientos que desaparecían a la chica intimidada por los grandes y que lograba apoderarse de sí misma en la pista.
Mi cabeza ladeada, dejándome mover mis manos mientras, logrando ser el centro de atención por la vestimenta y manera de bailar, moví mi cuerpo sin parar. Mis manos viajaron desde mi coronilla hasta mis caderas y finalmente se fusionaron en golpes que iban de fuertes a delicados de mis pies, haciendo mayor presencia en el lugar, sintiendo que mis palmas y saltos se combinaban con el espíritu salvaje y potente de la música.
Dejándome llevar, permití que me tomasen de lacintura, moví mi cabeza, estómago y cadera, subiendo y bajando por el cuerpo firme que estaba junto a mí, el pecho duro que buscaba acercarse más a mi anatomía. No pasaron ni segundos cuando me separé y di un giro sobre uno de mis pies para arrodillarme y bailar desde el suelo haciendo uno de los pasos que más me gustaban.
La peluca corta se pegaba a mi cuello, el puente entre mis senos permanecía empapado al igual que mi frente y espalda. La poca ropa que llevaba solo lograba que se intensificara el calor ante tanta gente a mí alrededor que me observaba y bailaba, al igual que yo.
El caos de la noche nunca faltaba.
Todos dejándose llevar por el ritmo.
Bestias incesantes encadenadas en busca de liberarse, de ser libres; dejando las consecuencias, leyes, reglas y deudas con otro mundo a un lado para gritar entre la multitud, buscando la presa especial para saciar sus tentaciones, para que sus ojos se liberasen de la culpa, de la venda que nos imponían desde un principio.
Las luces nos rodeaban y cegaban al tiempo, impidiéndonos mover con facilidad entre la cantidad de gente, pero era lo justo. Era el momento, nuestro momento. Una noche para refrescar nuestras mentes, liberar el odio y remordimiento de cada crimen que yacía entre nuestras manos.
Fuese sangre, mentiras o dolor.
Todo se olvidaba en ese lugar.
Ya no éramos esclavos, nos convertíamos en almas libres que, por pocos segundos olvidaban; las cadenas se rompían y vivíamos, solo en ese efímero momento de felicidad quepara mí, jamás fue profundo.
La realidad era que por más que quisiésemos borrar todo, siempre estaba ahí la culpabilidad que nos perseguía, la muerte, los engaños y un pasado.
Me alejé de todos para tomar un respiro, la noche no había sido simple, nunca lo era, pero era lo único que me permitía avivar esefuego apagado dentro de mí; descansar un tiempo de los abusos y de las miradas petulantes.
—Ayla, ¿lo de siempre?—preguntó uno de los meseros.
Asentí en respuesta, recibiendo como siempre mi agua con gas y limón. Era lo que solía tomar, después de todo, no buscaba caer en garras de un ansiado y,tampoco deseaba manchar mis manos de sangre. Hasta el momento, no. La noche aúnera joven.
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REFLEX [✔#2]
ParanormalSEGUNDO LIBRO DE LA SERIE #2 Seguramente ya te han consumido, pero ahora... ahora te harán sentir. #2 Suspense 20/01/21 Protegida por Derechos de Autor Co, 2020. © No copiar, no adaptar ni tomar nada de la historia.