La vida de casados no era muy linda."Debes dejar lo dulce." Shōto suspiró. "Recovery Girl lo dijo; nada de dulces en exceso—.."
"No." Midoriya camino de nuevo a la cocina, Shōto le siguió, dejando caer su mano contra la puerta del refrigerador, impidiéndole abrir.
"Dejarás el helado. Lo lamento, amor, sabes que no te estaría..—.."
"¡Dije que no!" Izuku chilló con un puchero en sus labios.
"Izuku.." Shōto realmente se estaba controlando.
"No lo haré. Déjame." Shōto retiró mano, y Midoriya tomó el bote de helado, cerrando de un portazo la puerta.
Bien.
Izuku había acabado con su paciencia.
"Lo harás." El tono de voz fue tan frío, que hizo a Izuku temblar. "Tuviste una amenaza de aborto, puedes tener complicaciones en el parto pero parece que no te importa. ¡No piensas en Akira!"
"S-Shōto n-no digas eso.." susurró con sus ojos cristalizados, dando un paso, para tomar al chico por el brazo. "Y-Yo pienso en ella.."
Shōto negó con su cabeza, alejándose del peliverde. "Estoy harto de esto."
Y Midoriya sintió un gran dolor, pero, no fue el de su corazón.