¿SISTERS? | Warmi

[XI] Lady "Warmilade"

Narradora Ana

Me dirigí al sala de maquillaje para prepararme para la mejor actuación de todas. Me iban a vestir sexy, y tenía ganas de ver ya lo que tenían preparado para mí. Y sobre todo, para Mimi. Llevaba dos meses sin verla, vinieron a visitarnos y... Y no pude separarme de sus brazos. No puedo vivir sin ella, no hay manera. El grupo entero se percató de que la llama no se había apagado, pero cada día queda menos para salir de la academia, y en el caso de que llegue a la final, poco más de un mes me espera. Fuera voy a tener que enfrentarme con un novio y una "amiga", con un rollo de ver a quien elijo. Pero no es el momento para pensar en eso, tengo que centrarme en lo que estoy viviendo con Mimi aún despues de que ella fuese la primera expulsada. Sé que tiene éxito fuera, me lo han contado mis compañeros aquel día. Sé que todavía me ama, me lo ha demostrado. Y yo a ella también. Y quizá por eso nos pusieron una actuación sexy juntas. Y quizá por eso nos dieron el dúo en la semana 1. O por eso fui la última en despedirse de ella cuando fue expulsada. ¿He creado una carpeta sin darme cuenta? Vaya, esto no me lo esperaba. No entré aquí con esa intención, pero supongo que estas cosas surgen.

Siento una mano rozando la mía mientras me lavan la cabeza y me peinan, ¡es Mimi!, le están rizando el pelo. Se la ve contenta, no puede esperar a la actuación.  Tiene la sonrisa más preciosa que vi, unos ojazos, me pierdo en su mirada y los estilistas se enteran y se ríen de fondo.  Todo el mundo me habla de manera extraña sobre Mimi, saben algo. Y no creo que ella les haya revelado nada, es solo que son cosas que se notan. No sé, no te follas a alguien todos los días en la tele y disimulas como si nada. 

- Tía, ¿en qué andas pensando? - Me preguntó Mimi - Te veo muy ausente, ¿nerviosa?

- Ni que lo digas... Estoy cagada. No me digas nada de fuera, eh, que te conozco. Ya saldré y espero que no en poco.

- Ni de coña sales en poco. Eres finalista, ¿me oyes?

- Eso espero, pero aquí todos tienen mucho nivel. 

- Si eres la favorita esta semana, qué me estás contando. Por cierto, estoy orgullosísima de ti por haber hecho esa actuación tan épica con Sax. Yo ya sabía que había algo detrás de la Albarracinera. Hay un talentazo que yo supe ver, llámame visionera.

- El talento es el que vieron en ti tras el numerazo de A-Yo. Eres increíble, tía. El resto pueden decir misa, fuiste la primera pero si la primera tiene este nivel hay que estar muy orgullosos!

Nos quedamos hablando mientras nos peinaban a ambas, siempre con la supervisión del resto porque yo estaba dentro y ella fuera. No nos dejaban momentos a solas, y teníamos ganas de comernos a besos, pero otro día sería. En el backstage con nuestros compañeros delante no canta tanto, esperemos.

Y así fue. Nos dirigimos allí y ya estaban ellos charlando. Hablamos un ratito pero nos echamos un poco atrás y otra vez en una pared. La besé, me besó, sentí una paz interior tremenda en ese momento. Llevaba tiempo esperándolo, llevaba tiempo queriendo expresarle mi amor a la persona que amo. El resto en un momento se nos quedaron mirando, ellos ya nos shippeaban de antes. Y vaya si era obvio. Si en las firmas escuché la palabra Warmi mil veces. Y otras tantas escuché que había una relación de dos mujeres en la academia y todas las "pruebas" apuntaban para mí. No tengo tapujos para hablar de mi sexualidad y Mimi tampoco, así que lo veo normal.

-

La gala transcurrió normal, y llegó mi número. Llegó Lady Marmelade. Llegó mi actuación con Mimi (Y dos de OT 1). Íbamos vestidas muy sexys. Teníamos que perrear. Yo no me iba a cortar un pelo y Mimi tampoco.

Durante toda la actuación estuvimos muy pegadas. Algo me dice que las compañeras de OT 1 también se enteraron, ya que iban a su bola. La química era tan grande que desde el público se palpaba que todos veían la tensión. Los compañeros miraban como con admiración, y la canción transcurría en su normalidad.

Y llegó el final. Quedamos pegadas, y noté su mano pasar por todo mi cuerpo y un escalofrío me sacudió. Me pegué más a ella, y pegué su frente a la mía. Un momento mágico, un momento en el que solo ella y yo existíamos. Tras acabar, noté su mano acariciando mi cintura mientras Roberto Leal nos hablaba. Tenía ganas de besarla.