Estar embarazado era difícil, más cuando intentas huir del pasado y comer bolitas de arroz sin sentir culpa en el proceso.
"-¿No estoy gordo, Yonnie?"
"-Eres un bolita de arroz llenita de amor, cariño."
⚘ Mini fanfic.
⚘ Pareja principal: YoonMin...
—¡Yonnie! —grita el pelirrosa al ver al mayor de espaldas, pero éste parece apenas sentir su presencia, de seguro por estar con el sonido al máximo.
Se acerca sigilosamente por detrás tocando el hombro del mayor para llamar su atención, YoonGi se quita los audífonos extrañado de tener alguna interrupción en su hora de trabajo, más cuando nadie aparte de él tiene la contraseña del estudio.
—JiMinnie, amor, ¿qué haces aquí?
—Estaba aburrido en la casa hyung. —un mohín adorable se asoma en la cara del menor, era comprensible que se sintiera así, no tenía mucho qué hacer en casa desde qué consigo un descanso del trabajo para cuidarse durante el embarazo. —le pedí a TaeTae que me trajera a su trabajo.
—Recuérdame darle las gracias al mocoso ese, pero ¿cómo lograste pasar la seguridad con esa pancita tan linda, cariño?.
Al gestante se le encendieron las mejillas, aún no estaba acostumbrado a las palabras tan lindas y lo dulce qué era YoonGi con él, aún cuando tenían años de conocerse, no creía poder superar esos sonrojos inesperados qué sólo podía provocar el pelinegro, mientras qué el mismo sonreía complacido por el grado de dulzura mañanera.
—Bueno... —jugó con sus manitas siendo descubierto. — le hice galletas a NamJoon hyung y me dejó pasar. —JiMin se relamió los labios en signo de nerviosismo, la sonrisa coqueta del mayor no desaparecía y sentarse en el regazo de YoonGi se hacía muy tentativo.
—¿Quieres ver en qué trabajo? —preguntó sabiendo la respuesta y recibiendo efusivamente un "sí", con felicidad y un poco de duda JiMin se sentó en regazo de su pareja.
—¿No estoy gordo, Yonnie? —preguntó abrumado, era también una constante inseguridad el subir de peso y ser algo pesado qué YoonGi ya no pudiese cargarlo, pero lo entendería sí fuese así.
—Eres una bolita de arroz llenita de amor, cariño.
Acomodandolo de mejor manera entre sus piernas, cargándolo para dejar las mejillas y labios de JiMin a su completa disposición, YoonGi acarició con dulzura cada parte cercana y la cadera ancha qué se empezaba a desarrollar, demostrándole sus canciones entre besos y risas robadas.
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