31

2.9K 349 51
                                    

—¡Por dios, JiMin! —gritaba exaltado el hombre. —¡Eres tan estúpido! —el de cabellos rubios parecía tan enojado, su boca solo soltada palabras filosas, sus venas se marcaban y el otro solo pedía dentro de sí que no enloqueciera.

—Hyung.. lo sient-

—¡Nada que lo sientes! ¿Sabías que de esa forma puedes malograr el radiador! —empezó a refunfuñar entre griteríos. —Claro que no lo sabes, porque eres un idiota.

Al de cabello color fantasía la boca se le secó, sus manos empezaron a temblar aún más nerviosas y el nudo en la garganta se hizo presente. No quería llorar, pero todo aquella tarde al lado del chico no había sido nada productiva, hasta no sentía ganas de seguir aprendiendo y dejarlo por una mala experiencia le sentaba mal, ¿acaso si era un idiota? ¿jamás podría aprender a manejar un auto?.

—No te comportes como un niñato, baja la palanca y cambia el parqueo. —la frustración en sus palabras seguía presente, nunca tenía paciencia con él y aún se preguntaba por qué era tan difícil dejarlo si todo indicaba que no era para nada sano. —Es un automático por dios, cualquier imbécil podría hacerlo.

Porque con diecisiete años era todo lo que conocía y de cierta forma le temía más miedo a lo que podría venir a lo que ya estaba viviendo, su acompañante podría ser la peor de las compañías, pero pensar que no había nada mejor porque no se lo merecía, era un pensamiento más presente.

—Joder, ¡hazlo bien aunque sea una vez!.

—¿Por qué no lo intentas otra vez, cariño? —decía su ahora pareja con voz dulce, comprendiendo que no fuera un experto en ello y dándole otra oportunidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Por qué no lo intentas otra vez, cariño? —decía su ahora pareja con voz dulce, comprendiendo que no fuera un experto en ello y dándole otra oportunidad.

—¿N-no estás molesto? —aunque ello no lo hacía sentirse menos nervioso.

Se encontraban en el departamento del mayor, hace unos días YoonGi había buscado la excusa perfecta para invitar a JiMin sin tener a Hoseok de por medio. Le habían llegado nuevos artefactos para instalar en su pequeño estudio, tener que hacer todo el trabajo hubiese sido muy aburrido estando solo o esa había sido la excusa para que el menor aceptase con más facilidad.

El pelinegro se rascó la nuca siendo que no esperaba una pregunta así. —Uh, un poco, pero no veo porque deba enojarme demasiado por unos cables, Minnie.

Aquello le había tomado muy desprevenido, ya que claro podía ser un poco frustrante que se le rompieran aquellos cables era algo de dinero desperdiciado, pero todo eso podía ser opacado por tener al menor acompañándolo, lo cual era igual de gratificante que un trabajo bien echo.

Pero algo que lo sorprendió de sobre manera era escuchar el sonido de lagrimeo procedente del menor, su rostro mostrando verdadera perplejidad junto a un miedo abrumador creyendo que había echo algo mal.

Se encontró a sí mismo arrodillandose a la altura del menor, viendo como sus voluminosas mejillas se mojaban en lágrimas y sus labios inferior tiritaba por los espasmos, lo abrazó con la fuerza posible arrullandolo entre sus brazos, posando su mandíbula encima de él, YoonGi no entendía para nada la situación pero eso no lo hacía querer separarse en un momento como ese.

Estuvieron unos segundos así, quietos y aferrados el uno al otro. Cuando el pelirosa dejó de llorar y el corazón del pelinegro dejó de estar tan inquieto.

—S-significa mucho para mí, hyung.

—¿Qué cosa, Minnie?.

—Gustarle tanto como usted me gusta a mí.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bolita De Arroz 🍙 YoonMin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora