25 Razones

CAPITULO 2

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DÍA 1

-¡Oye! ¿A dónde crees que vas? – me detuve en seco y yo que planeaba escaparme en silencio de la casa para el colegio.

-Iré al colegio, tengo que estudiar- me encogí de hombros. Mi mamá sólo quería que me quedara en casa a hacer reposo.

-No, no, tú no iras a ningún lado, tienes que hacer reposo.

-¿Reposo? – Exclamé con ironía- ¡Mamá me estoy muriendo, si hago o no reposo igual moriré! quiero...quiero aprovechar el tiempo que queda para estar con mis amigos y también con ustedes – mi mamá me miraba melancólica, triste – Los días que me quedan haré lo que sea...aunque te niegues, yo, de alguna manera te desobedeceré – mi madre sonrió y asintió.

- Desayuna y no te olvides de tomar tus píldoras- sonreí y abracé a mi mamá, me senté en la mesa de la cocina y recibí un plato de frutas seguido tres píldoras y un vaso de agua.

-¿Iras al colegio hija? – mi papá apareció en la habitación trajeado y se sentó a un lado mío, asentí y sonreí mientras masticaba un pedazo de durazno. Seguido apareció mi hermanito, Sota tenía 12 años pero él aún era mi hermanito.

-Sí, tengo muchas cosas que hacer- >>antes de que ni siquiera pueda moverme<< a regañadientes termine una segunda porción de fruta. Tome mis píldoras tomando un sorbo de agua, me despedí de mis padres y mi hermanito, antes de irme recibí toda clase de pedido de mis padres, si me sentía mal que no dude en llamarlos a algunos de los dos.

Tome el autobús, ahora me cansaba con mucha facilidad por lo que opte este medió. Era el primer día que después de 3 años me iba sola al colegio, Inuyasha venía por mí y ambos caminábamos tomados de la mano hacía la "cárcel sin rejas" como él decía.

Al llegar al colegio todos me miraban tristes, todo el colegio ya sabía que Inuyasha me dejo, digo eso porque aparte de mi familia nadie más sabía que me estaba muriendo.

-Kagome, me enteré- Sango, una castaña muy hermosa de mi misma edad, ah y mi mejor amiga desde primaria. – Inuyasha y tú cortaron ¿estás bien? - >>estoy bien, sólo estoy muriendo<<

-Estoy bien Sango, creo que ya era tiempo de que ambos sigamos por caminos iguales pero separados- Sango me miraba con melancolía, mal por mí, si se enterará del cáncer creo que estaría peor.

-Eres fuerte amiga, eres fuerte- me abrazo Sango, yo le correspondí. -Y hablando de que ahora estás solteras, varios chicos guapos quieren algo contigo.

-Sango...no estoy para nadie ahora, ahora sólo me concentrare en estudiar-

-Entre ellos está, Koga Okami y Bankotsu Shishinta- rodeó los ojos al ver que ella ignoro mis palabras, ambas empezamos a entrar al interior y a lo lejos vi a Inuyasha frente a su casillero, abrí mi mochila y empecé a buscar la carta. Al encontrarla, sin temor y decidida camine hacia él.

-Kagome...- dijo al verme, estaba sorprendido por mi presencia.

-Ten...- estire la carta hacia él, la tomó confundido y miró curioso- Nunca te dije porque te amo, antes de que salga completamente de tu vida...te lo diré-

-Kagome esto no...-.

-No, si es necesario...- lo mire a sus ojos ámbar y le dije. 

Razón N°1

Te amo porque tú eres mi razón de sonreír.