Capítulo 24

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DÍA 23

En realidad...no recuerdo como era mi vida antes de que conociera a Inuyasha...bueno si recuerdo un poco...pero a comparación de cuando éramos solo yo, mi familia y Sango...era un poco aburrido y los días predecibles.

En cambio, cuando Inuyasha llegó, todos los días eran una sorpresa.

Cuando tenía 6 años soñaba con el típico príncipe azul, me quería casar con un príncipe Encantador de carne y hueso, eso fue hasta cuando cumplí los 11 años, si...después empecé a prestarle más atención a las películas que eraN las que estaban más cerca de la realidad...digo más cerca porque ninguna película te muestra lo que es en verdad la vida...ninguna.

Mi mamá no tuvo un final de cuento de hadas...en realidad aún no obtiene su final, entonces...diría que su continuación fue formulada por ella y mi papá, sinceramente espero que tengan su final feliz. Los amo.

Mi hermano Sota es un pequeño que no conoce aun lo que es el mundo en realidad, cuanto me gustaría estar con él cuando cumpla sus 14 años y empiece su adolescencia... no es fácil, lo sé. Quería poder ser con él la hermana celosa y gruñona que no aceptará a ninguna chica que trajera a casa. También quería tener el honor de burlarme de él cuando le empezará a salir granos por todo su rostro, exprimirle las espinillas y darles cremas que yo use para esos tiempos. Sota, te amo hermano.

Cuando conocí a Sango...ya lo dije, no quería ser alguien que esté cerca de ella, pero al final termine como un chicle en las puntas de su cabello, era muy loca la chica...era no, es loca. Yo mientras soñaba con el príncipe Encantador, ella solo pensaba cada día en una idea para alejar a los chicos que se le acercaban, en pocas palabras mi amiga tenía miedo al amor. Sus padres se habían divorciado a su corta edad de 4 años, su papá se había marchado de la casa y hasta ahora que tiene 17 años no lo ha vuelto a ver, era muy inteligente para saber que los hombres son una basura, pero...también lo son las mujeres. Cuando cumplió Sango los 10 años su mamá se casó y quedó embarazada dando así la presencia de su querido hermano pequeño Kohaku, ella consideraba a su padrastro su verdadero padre, lo ama tanto como a su madre y hermano. Ahí fue abriéndose más pero siempre precavida... pero no se pudo salvar de los encantos mujeriegos de Miroku...no se me muy bien su historia pero...en los ojo de Sango veo que está feliz, espero que sigan así y mi amiga encuentre la continuación para su final. Sango, te amo mejor amiga.

Inuyasha...bueno, está más que claro que mi final feliz con Inuyasha está llegando a su fin...pero el aún puede encontrar su continuación. No se lo dije a nadie pero...hable con la chica con la que lo vi el otro día tomados de la mano. Es hermosa y por lo que si pude notar muy amable y servicial. Es mayor que yo, tiene 19 años...me dispuse a coger mi papel de acosadora y la investigue, ayuda a un centro comunitario para perros sin casa, el centro comunitario no es nada grande pero ella está ahí, también ayuda a una comunidad a recaudar juguetes ropas, calzados y mercaderías para cada año en navidad y dárselos a los que necesitan. Me enamoré de ella, y descubrí que Inuyasha podrá continuar su final. Inuyasha, te amo.

Deje mi fibra a un lado, terminé de escribir las cartas que dejaré a mis seres amados, el tiempo se está acercando, mi cuerpo lo siente y por ende yo igual. Me levanté temprano a devolver...esta vez fue diferente...había sangre. Así que decidí apagar el despertador de las 6 ya que ya no dormiría y escribí estas cartas para dejarlas a ellos, mis padres, hermano, Sango e Inuyasha.

Me levantó del escritorio y me vuelvo a acostar a un lado de mi peliplateado favorito, me acurruque en su pecho y a los pocos segundos sentí sus manos en mi cintura y lo miré. Estaba despierto mirándome con sus ojos dorados.

-Te despertaste...- afirmé mirándolo

-Si...no falta mucho para ir al colegio... ¿Por qué no sonó el despertador? – preguntó.

-Lo apagué...antes de que te levantes te daré mi razón-

-No lo hagas – fruncí mi ceño ¿qué no lo haga? ¡Tengo que hacerlo!

-Pero...Inuyasha...

-No lo hagas, no quiero que me des ninguna razón más, no me mal entiendas son hermosas pero...pero siento que con eso te estás despidiendo... ¡Y en realidad no sé de qué!...estaré siempre a tu lado – él estará siempre a mi lado...pero yo no...como desearía permanecer a su lado. Tal vez por esto me valla al infierno, pero tengo que decirlo. ¡Te odio Dios!

-No pasará nada Inuyasha...deja que te exprese lo que siento cada vez que te veo – el asintió a regañadientes...mi ojos dorados es inteligente, presiente que algo no va bien.

Razón N° 23

Te amo...por qué solo fuimos

Tú...y yo.

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