Capítulo Seis; La Sala De Detención.

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Narra Ángel

Después de despertar... Alex no estaba allí, obvio.

El sol que entraba por la ventana me daba de lleno a la cara pero aún así no me importaba, quería seguir durmiendo. Para siempre si es posible, pero aquello no es una opción.

Anoche fue cuando decidí que odiaba a Alex, que ya no debía amarlo por que yo no me merezco estar sufriendo por alguien que sólo vendrá por mí cuando quiera sexo. No me dio explicaciones nuevamente, no me dio ni una sola razón, simplemente no dio respuestas y yo no adularé por nadie.

O al menos... Un lado de mi aún quiere ser fuerte e ignorar todo lo ocurrido.

Odio. Amor. Más odio y aún más amor.

Ya no se qué sentir.

Levantándome de la cama sentí una leve molestia en mi espalda y caderas, pero lo ignoré llendo directamente a la ducha y bañándome con agua caliente. Los azulejos se empaparon de vapor mientras dejaba caer el agua viendo un punto fijo en la nada. Anoche había llorado hasta que me quedé dormido y Alex se habrá ido cuando eso ocurrió.

Cerré los ojos fuerte evitando así que caigan las lágrimas. No quería llorar... Llorar sólo hace sufrir.

Prometo por mis amigos, por Natasha y mi madre que voy a sonreír.

Saliendo de la ducha me llené de optimismo. Debía ir a clases y mostrar mi mejor cara, además de que quiero rendir bien en los estudios y no puedo dejarme rendir por un momento de mala suerte.

Me vestí con una camiseta amarilla con la cara de Koro-sensei, una sudadera negra, unos shean's rotos en las rodillas de azul oscuro y mis converse blancas. Bajé las escaleras con mi mochila de Mikaela y me fui a la cocina buscando que comer. Sólo encontré leche y galletas de chocolate, comí un par y luego de terminar medio baso de leche guarde el resto en la heladera saliendo de casa.
Una vez en la calle me doy cuenta que es obvio el otoño, es un lío de hojas por aquí y por allá, literalmente todo está repleto de mugre... Esa acumulación de hojas sólo obstruye las canaletas y los días de lluvia se inundan las calles.

Caminé con los cascos puestos escuchando Mejibray-Raven a todo volumen. 

No podía pensar en nada, me molestaba a cada paso que daba las caderas y no quería recordar lo de anoche precisamente.

Quizás pasar un rato con Natasha me ayude.

°
Al llegar al instituto me encontré con Matthew uniformado a un lado de su auto, lo saludé sonriendo lo más amable posible pero no lograba sonreír verdaderamente... Sólo me salían sonrisas falsas y sin ningún sentido, y por mi magnífica fortuna Matthew se dio cuenta enseguida.

--. Enano... ¿Te encuentras bien?.

Asentí sin ganas. --. Si... Sólo es que no dormí muy bien anoche. --,le mentí. Odio esto. Matthew no se merece éste mal trato.
Justo en ese momento llegó Jack sonriendo con aquél amigo suyo y despidiéndose el sujeto se subió a su moto y luego de hacer un terrible escándalo con el motor se fue dejando el polvo levantarse en su camino. El pelinegro de puntas oxigenadas se acercó mostrando que ésta vez las puntas las traía de color anaranjado.

Debo admitir que se le ve bien.

--. ¡Pequeño Friki! ¿Como has estado?. --,asentí sonriendo dejando en claro que si y luego miró a Matthew. --. ¿Y tú?.

Te Amo. Te Odio. °2.T EH&EF° -Yaoi-Hard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora