PROMESAS (IN)CUMPLIDAS

CAPITULO 12

(NARRA MIRIAM)

Hogar dulce hogar. Había sido un día agotador en el estudio, el único punto positivo había sido el almuerzo con Ana.
Si alguien me hubiese dicho hace un mes que íbamos a estar así me hubiese reído lo más grande. Pero Ana es así, ya es la segunda vez que pone mi mundo patas arriba y me rompe todos los esquemas. La primera fue cuando le conocí, por supuesto. Recuerdo como si fuese ayer el día que nos conocimos en los castings finales. Ella iba vestida con unos pitillos blancos y una blusa lencera verde. Lo primero que pensé fue que era la persona más atractiva que había conocido nunca. No era la primera vez que me fijaba en una chica, aunque nunca había estado con ninguna, pero tenía claro que las mujeres también me atraían. Lo que no me había pasado nunca es lo que vino después en la academia, fue ahí donde Ana rompió por completo todos mis esquemas. Supe desde la primera semana que estaba perdida y que por mucho que intentase ignorarlo, porque las dos teníamos pareja, iba a acabar completamente enamorada de la canaria que había llegado a mi vida para revolucionarla.
El primer mes fue duro, las dos sabíamos lo que había, nuestra amistad no era normal, pero luchamos contra nuestros sentimientos porque no queríamos hacer daño a las personas que nos esperaban fuera. Dentro de lo que cabe lo llevamos bien, obviamente con alguna pelea de por medio, fruto de la frustración y de la tensión sexual que era cada vez mayor. Hasta que llegó un día que esa tensión explotó.

(FLASHBACK)

Los chicos estaban como locos, después de un mes encerrados iban a tener la primera fiesta en la academia. Todos se lo estaban pasando genial, les habían dado cerveza y, aunque no eran muchas, después de un mes sin beber eran suficiente para que se desinhibiesen y se volviesen un poco locos.
Ana estaba bailando con todos, de manera provocativa y muy sensual mientras que Miriam le miraba desde su posición en los escalones de la sala de ensayo.
La gallega estaba empezando a enfadarse con la actitud de su amiga, pero no sabía si era porque se estaba pasando con los bailecitos o porque en realidad le gustaría ser ella la persona a la que le hiciese esos bailes. Llevaba un mes resistiéndose e ignorando la atracción que sentía por la canaria, pero sabía que si se sumaba a la fiesta y la morena le bailaba así, iba a perder la poca cordura que le quedaba e iba a caer en la tentación. Se quedó un buen rato observándole desde lejos, intentando calmarse porque sabía que no podía ir y reprocharle a Ana la actitud que estaba teniendo, al fin y al cabo la chica solo estaba disfrutando y pasándoselo bien sin hacer daño a nadie.
La calma duró hasta que vio a Ana hacerle una especie de lap dance a Mireya, en ese momento la gallega se levantó y fue a donde estaba Ana para agarrarle del brazo y llevarle a uno de los baños.

-¿Qué coño te pasa Miriam?

-¿No crees que te estás pasando Ana? Tendrías que ver el espectáculo tan lamentable que estás dando, el baile ese que le has hecho a Mireya ha sido el colmo- la gallega estaba soltando toda la rabia que había contenido durante la noche.

-Dime una cosa- dijo la morena acercándose a ella y acorralándole contra la pared- ¿tu problema es el baile o que no te lo haya hecho a ti?- nunca habían estado tan cerca y a la morena se le estaban empezando a nublar los sentidos.

-¿Qué hablas Ana? Estás borracha, no sabes lo que dices-

-No Miriam- le interrumpió- sé perfectamente lo que digo, igual que sé que ahora mismo te estás muriendo por besarme y que yo también lo estoy deseando.

La gallega no pudo más, porque era imposible controlarse si tenía a la morena hablándole en susurros a 2 cm de su boca, así que le besó, cambiando las posiciones y poniendo a Ana contra la pared.
Esa fue la primera vez que tuvieron sexo y, tras esa, vinieron muchas más, porque una vez que habían dando rienda suelta a la pasión ya era imposible frenarse.

(FIN DEL FLASHBACK)

Después de eso, supe que ya no había marcha atrás, cada día que pasaba me enamoraba más de Ana y lo único que quería era salir para hablar con Pablo y contárselo todo y así poder amar libremente a la canaria. Ese momento llegó antes de lo esperado, cuando nos dejaron salir en navidad. Fue un poco duro, a Pablo le costó entenderlo, pero al final prevaleció la amistad que habíamos tenido antes de ser pareja y acabamos en muy buenos términos. En el caso de Ana fue todo lo contrario, Jadel se lo tomó fatal, recuerdo que Ana volvió destrozada a la academia.
El resto de la historia ya la sabéis, vivimos nuestro amor de una manera súper intensa y a escondidas de las cámaras, no porque nos avergonzáramos, si no porque preferíamos que se hablase de nuestra música y no de nuestra vida privada. Y fuimos muy felices hasta que pasó lo que pasó y Ana me dejó, pero esa parte de la historia la tengo totalmente omitida en mis recuerdos, porque lo que importa es el presente, dónde estamos ahora.

Finalmente el sueño me venció y me quedé dormida en medio del repaso mental que había hecho de mi historia con Ana.

(NARRA ANA)

Hoy me he levantado feliz y con mucha energía, ya solo queda un día para el cumpleaños de mi leona y la sorpresa está lista. Ayer hablé con Efrén para repasarlo todo y saqué los billetes.

Voy de camino al local que hemos alquilado para ensayar, hoy hemos quedado para supervisar que todo esté listo para empezar la semana que viene con los ensayos.

Cuando entro veo que Los Javis están hablando con alguien, pero de lejos no consigo reconocerle. Hasta que me acercó y escucho la voz. No puede ser, esto no puede ser real. Me pellizco para despertarme de esta pesadilla, pero no sirve de nada, porque desgraciadamente no estoy soñando. ¿Qué coño hace aquí? Javi Calvo me ve y su expresión cambia por completo, haciendo que los otros dos se giren hacía donde estoy yo.

-Hombre Anita cariño, que de tiempo.

-¿Qué cojones haces aquí Jadel?