CAPITULO 23

2.4K 138 8
                                    

(NARRA ANA)

-¿Miriam?- me quedé parada, no sabía si era real o seguía dormida y esto era un sueño.

-Ana, perdón por venir sin avisar y tan temprano- me froté los ojos, dudando todavía de si era real.- Ana, ¿qué te pasa?- dijo acariciándome la mejilla, ahí fue cuando reaccioné.

-Miri perdón, no sabía si estaba soñando- me abracé a ella mientras escuchaba su risa- joder, como echaba de menos tu risa.

-Y yo tus abrazos, pero ahora mismo estamos siendo un poco dramáticas Ana-bromeó separándose un poco de mí, pero manteniendo sus manos en mi cintura- solo han pasado seis días

-¡Es verdad!- dije ya despierta del todo- ¿Qué haces aquí ya? ¿Tanto me echabas de menos?- Miriam quitó las manos de mi cintura y su expresión cambió.

-No, osea sí que te echaba mucho de menos, pero no me he venido antes por eso Ana- me estaba empezando a preocupar la actitud de la gallega.

-Miri, ¿ha pasado algo?

-¿Puedo pasar y lo hablamos con un café? Te he traído desayuno- no me había dado cuenta de la bolsa que tenía en la mano.

-Claro, pasa y siéntate mientras preparo café. ¿Tú no has desayunado?- dije viendo la bolsa dónde había desayuno para más de una persona

-Yo sí, pero he traído desayuno también para Mimi y para Ricky por si había dormido aquí- mi leona no puede ser más atenta y generosa.

-Pues no están ninguno de los dos, ayer salieron y se han quedado en casa de Ricky, pero lo dejo aquí porque pueden aparecer en cualquier momento.

Preparé las cosas y me fui al salón, donde me esperaba una Miriam nerviosísima.

-Miriam me estás preocupando un poco.

-Ana- dijo resoplando- necesito que escuches lo que te voy a contar y que lo hagas sabiendo que estamos juntas en esto ¿vale?.

-¿Miriam qué ha pasado? Me estás asustando.

(NARRA MIRIAM)

Desde que nos conocimos, Ana y yo hemos tenido conversaciones difíciles y duras, pero creo que esta se lleva la palma.

Le conté todo a Ana, desde lo que vi en la fiesta hasta lo que descubrimos ayer. Lo hice mirando a un punto fijo en el suelo, porque cada sollozo de la canaria me atravesaba por completo y sabía que, si levantaba la vista y le miraba a los ojos, iba a romperme y no iba a poder acabar.

Cuando terminé de explicarle todo le miré y la imagen que tenía delante era una que sin duda alguna iba a costar arrancar de su memoria. Ana estaba totalmente rota, con la respiración agitada y mirando a la nada.

-Ana cariño mírame, por favor- dije posando mi mano en su mejilla, aprovechando para quitarle algunas lágrimas.

-No entiendo nada Miriam… ¿Qué le hemos hecho a Javi para que quisiese destrozarnos así?- a Ana le estaba empezando a dar un ataque de ansiedad, así que empecé a contar hasta 10, intentando que contase conmigo.

-Ana cielo, cálmate, respira conmigo- dije cogiéndole una mano y poniéndola sobre mi pecho- ¿sientes el ritmo de mi respiración?- asintió levemente- pues intenta acompasar tu respiración con la mía por favor.

Estuvimos un rato así y cuando su respiración se normalizó le arropé entre mis brazos otro rato más.

-Ya estoy más tranquila…- dijo la morena- ¿Qué vamos a hacer con Javi? ¿Y con la obra?

-Le pedí a Cris que me mandase el informe financiero, pero no tienes que preocuparte por eso. De hecho tengo una propuesta para ti- Ana me miró esperando a que siguiese- si quieres, para Vicky y para mí sería un honor convertirnos en tus socias y hacernos cargo de la parte de Los Javis.

-No Miri, no puedo aceptarlo- esperaba esta respuesta.

-Ana, no lo hacemos por caridad, si no confiásemos en el proyecto no lo haríamos. Te lo prometo, mírame-la morena hice lo que le pedí y creo que conseguí convencerle.

-Te quiero Miriam.

-Y yo Ana, vamos a hacer esto juntas, ya te lo he dicho antes. Y cuando solucionemos toda esta mierda vamos a poder centrarnos por fin en nosotras, te lo prometo. Vamos a estar bien.

-Contigo a mi lado no le tengo miedo a nada.

Poco después llegó Mimi y cuando vio la situación nos obligó literalmente a contarle lo que había pasado, pero yo quería hacer las cosas bien, así que llamé a Roi para que viniese y así contárselo también a él.

Les contamos todo otra vez, aunque esta vez no entré en detalles, porque no quería hacer pasar a Ana por lo mismo otra vez.

-No puede ser, no me lo puedo creer- Roi estaba en shock- te juro que le reviento, voy ahora mismo a su casa y le parto la cara.

-Roi-me senté a su lado para intentar calmarle- no vas a hacer nada, no así. Vamos a vengarnos, pero vamos a hacerlo a mi manera. Tengo un plan.

-No sé porque no me extraña leona- agradecía la capacidad que tenía Mimi de bromear para relajar cualquier situación tensa.

-En seguida llegan Cris y Vicky y os cuento todo lo que he estado pensando esta noche- volví a sentarme al lado de Ana y le cogí para sentarle en mi regazo.

-¿Juntas?- me dijo con una voz que me desarmó por completo.

-Juntas- sellé la promesa con un beso- te prometo que todo va a estar bien, no voy a permitir que sufras más, que suframos más.

PROMESAS (IN)CUMPLIDAS   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora