CAPITULO 9

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(NARRA MIRIAM)

Después de comer los chicos se fueron a sus casas, bueno, todos menos Cris y Roi, que no me sorprendería que cualquier día apareciesen con las maletas para instalarse aquí.

La verdad es que no me molestaban, todo lo contrario, la pareja se había convertido en lo más parecido que tenía a una familia aquí y me sentía muy afortunada de tenerles, no sé que hubiese sido de mí si no les hubiese tenido este último año.

-Bueno Miri, creo que tienes algo que contarnos, ¿no?- dijo Cris.

-¿En serio?-dije mirando a Roi- nunca me da tiempo a contarle nada a Cris, siempre te adelantas- fingí indignación.

-Nuestra relación se basa en eso, si no hablamos de ti no tenemos tema de conversación- bromeó la pelirroja.- de todas formas, solo sé que ha visto la habitación, que por cierto, sigo enfadada porque Roi haya podido entrar y yo no- sabía que estaba de broma. Si fuese por mi, Roi tampoco la hubiese visto. La cerré con llave el día que me dieron el piso y no le dije a nadie lo que había dentro, pero mi mejor amigo me había encontrado allí muchas de las noches que le había llamado en plena madrugada porque las pesadillas no me dejaban dormir. Por eso era el único al que le dejaba entrar, aunque Cris sabía lo que había porque se lo había contado en una de las muchas veces que habíamos hablado del tema.

Les conté todo lo que había pasado la noche anterior en la discoteca, desde la pelea hasta lo que pasó en el baño.

-Joder amiga, que noche más intensa tuviste… Si te soy sincera, cuando te vi con la bailarina pensé que te la ibas a traer a casa, se lo dije a Roi.- dijo señalando al chico, que asentía con la cabeza.

-No os voy a negar que por un momento hasta yo misma dudé, es guapísima y me estaba poniendo mala la forma en la que me estaba bailando, pero en el fondo sabía que no iba a hacer nada, hubiese echado a perder todo lo que Ana y yo estamos tratando de recuperar.

-Me estabais poniendo mala hasta a mí- Roi y yo reímos con la impulsividad de Cris.

-Bueno, dejemos ya el tema de anoche antes de que Cris me confiese que está enamorada de ti y me deje- bromeó Roi- ¿que le ha parecido a Ana la habitación?

-Le ha encantado, me hubiese gustado enseñársela en otras circunstancias, pero solo por ver la carita que ha puesto ha merecido la pena- mis amigos me miraban con una sonrisa enorme.

-Tendrías que ver la cara de tonta que pones cuando hablas de ella- le tiré un cojín a Roi a la cara.

- Bueno ¿y ahora qué?- ahí estaba la pregunta del millón- porque hasta donde yo sé querías ir despacio, pero en menos de 24 horas te las has tirado y le has enseñado tu secreto mejor guardado.

-Pues no sé Cris… Esta claro que ninguna de las dos cosas estaban planeadas, pero no me arrepiento ni lo más mínimo de ninguna. No me puedo controlar cuando estoy cerca de ella y tampoco quiero frenar lo que siento, siempre ha sido así. Una de las primeras cosas que me enamoraron de ella era la capacidad que tenía de sacarme de mi zona de confort, nadie había conseguido eso hasta que llegó ella. Ahora mismo solo tengo clara una cosa y es que quiero estar con ella, ya sé como es vivir sin ella y no quiero volver a experimentarlo.- Cris se tumbo sobre mí, mientras que Roi me acariciaba la cabeza. Ellos me entendían mejor que nadie, me habían visto en mis peores momentos, especialmente el gallego.

Estuvimos un rato más hablando y se fueron a su casa. Eran ya las siete, así que cogí el móvil y llame a la canaria.

-¿Ya me echas de menos gallega?

-A ti no, solo tu voz-escuché su risa por el teléfono.- de hecho, estoy pensando que la cita de esta noche podemos tenerla por teléfono

-¿Cita? ¿Qué cita?- por un momento pensé que se le había olvidado, hasta que escuché su risa.

-Vete a la mierda Ana-bromeé- la cena de esta noche graciosa

-Pero yo no te he escuchado en ningún momento pedirme una cita gallega, así no se hacen las cosas eeh

-Ana, ni lo sueñes, no voy a hacer el paripé de pedirte una cita como si estuviéramos en el siglo pasado- las dos reímos, siempre que hablábamos por teléfono era así, tonteábamos sin parar, éramos incapaces de hablar en serio.

-Vaaaale… pero entonces tampoco vas a pagar tú?

-¿Qué me quieres solo por la comida gratis?

-Bueno... y porque no me gusta cenar sola-dijo entre risas- ahora en serio, ¿dónde vamos a ir?

-Pues he pensado que podemos ir a un chino que hay aquí cerca de casa, conozco al dueño y puede darnos una mesa apartadita, para que no nos molesten.

-Vale, pero que sepas que te he pillado

-¿Con qué?

-Has elegido un sitio cerca de tu casa para después invitarme a tomar una copa arriba

-¿No ibas a subir de todas formas?- dije divertida, porque la verdad es que sí que me había pillado.

-No. No hago esas cosas en la primera cita.

-Bueno, eso habrá que verlo. Te mando la ubicación ahora, nos vemos a las nueve.- y colgué.

(NARRA ANA)

Me puse unos pitillos negros rotos por las rodillas y una blusa de flores. Miriam no me había dicho si tenía que ir arreglada o no, así que preferí ir sencilla en la ropa y maquillarme un poco más de lo normal.
Estaba un poco nerviosa, era la primera vez que íbamos a estar completamente solas las dos desde hace mucho tiempo, sin personas interrumpiéndonos a cada momento.

Cuando llegué, un señor que supongo sería el dueño, me dijo que Miriam todavía no había llegado y me guio a la  mesa que nos había reservado. El sitio es muy tranquilo y, exceptuando un par de personas que parecían haberme reconocido, creo que nadie más iba a enterarse de que estábamos aquí. No teníamos problemas con los fans, todo lo contrario, pero el tema Wariam fue un boom cuando estábamos en la academia y durante la gira y es algo que ninguna de las dos quería reavivar, así que mientras menos personas nos viesen juntas, mejor.

Recuerdo todas las cuentas que se crearon dedicadas a nuestro “ship”, la locura que se desataba cada vez que interactuábamos, era muy abrumador, aunque no puedo negar que también era muy divertido. Lo mejor de todo es que ellos hacían sus teorías sobre todo lo que pasaba entre nosotras pensando que eran fantasiosas y lo que no sabían es que era realidad. Cuando Miriam y yo lo dejamos estuve un tiempo evitando las redes, porque todo lo que me encontraba eran videos recopilatorios donde nuestros fans especulaban que lo habíamos dejado. Fueron dos o tres semanas donde las redes explotaron, teorizando sobre el por qué lo habíamos dejado, quién había sido, otros decían que nunca habíamos estado juntas…

La llegada de Miriam interrumpió mis pensamientos, estaba guapísima. Me levanté y me acerqué a ella sin saber muy bien como saludarle, los nervios se habían vuelto a apoderar de mí. Miriam tomó la iniciativa y me dio dos besos en la mejilla.

-Supongo que tampoco besarás en la primera cita, ¿no?- me iba a salir cara la bromita. Miriam me miró riéndose, mientras se sentaba- ¿Pedimos?

PROMESAS (IN)CUMPLIDAS   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora