Partió tan súbitamente
Lo predije, lo predijiste
¿Qué mejor remedio que la negación?
No hubo adiós ni hasta luego
Abismo indescifrable de lo tuyo, lo oscuro
Incertidumbre acechante
Cicatrices invisibles en ti
Te conviene quizás, dejarme sin luz
Ver constante cadáver andante, eternas miradas alabeadas
Pero persistes aquí, presencia fantasma
Y ojalá me enseñara el miedo a mí
A olvidar como tú, tan delicada y frívolamente
A hacerme de piedra ante cualquier vista
A negar tu existencia como niego la mía
A creer que el abandono no existe
Enséñame tú, sin palabras ni miradas
A ver cómo se desbarata todo lo bueno que mencionaste
A dejar morir poesía e historia nuestra con esa facilidad tuya
Te preguntaste quizás, ¿cómo las cosas terminan en segundos?
Quién diría que serías tú quien respondería al vacío
Que tan cercana estuviste, pero tan lejos sentías
Y ahora, nada
No existo más para ti
Y ojalá no existieras más en mí
Ojalá supiera olvidar
Ojalá supiera negarme del pasado
Ojalá nome respetara ni un poco para lograrlo
ESTÁS LEYENDO
Amores tercos y el diario petricor
RandomLa cobardía es asunto De los hombres, no de los amantes Los amores cobardes no llegan a amores Ni a historias, se quedan allí Ni el recuerdo los puede salvar Ni el mejor orador conjugar SILVIO RODRÍGUEZ