El concepto irreal de guardar silencio

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-¿Vienes o te quedas?

Y a pesar de no dar una respuesta sonora y totalmente audible, entendió.

Entendió la pureza de la pregunta.

En su mente había dudas.

Dudaba si realmente podía aportarle algo a su vida.

¿Tenía algo en su interior al menos?

¿Valía la pena dar a pesar de conocer los riesgos?

¿Acaso podía darse la oportunidad de sentir una vez más?


Era una simple proposición, nada más.

Ir o quedarse.

Se acercó y en compañía, caminaron a su destino.

-Voy.

Amores tercos y el diario petricorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora