ᎮᏒᎧ́ᏝᎧԌᎧ

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La oscuridad y el silencio inundaban el lugar, solo se podían escuchar las suaves respiraciones de un pequeño niño de 8 años, pero su paz fue interrumpida por el sonido de la puerta que fue fuertemente abierta.

—¡Yoonie!.—Su madre lo llamó alterada, haciendo que él se despertara de golpe y su cuerpo se llenara de pánico.

—¿Qué pasa mamá?.—Murmuro mientras se levantaba lo más rápido que pudo.

Su madre no le contestó la pregunta, simplemente le ordeno que se pusiera los zapatos y una chamarra. El niño acató las órdenes de su madre sin rechistar, no quería alterar la más de lo que ya se veía.

Lo tomo de la mano, juntos bajaron las escaleras y llevaron su vista a su padre que se encontraba armado con la mirada pegada en la ventana, esperando algo o alguien, la verdad es que el niño no entendía lo que estaba pasando en esos momentos, pero si podía notar lo raro que estaban los dos adultos. Quería preguntar qué pasaba, sin embargo no sabía cómo debía preguntarlo, no quería hacer enojar a sus padres.

—Hijo.—Su padre lo llamó. El niño se acercó a él sin decir alguna palabra, no hacia falta decir algo para que el adulto notara que su hijo estaba muy asustado, pues los temblores que tenía no eran precisamente por el frío.—Escúchame YoonGi, posiblemente no podremos vernos más.—reprimió un sollozo al ver la cara de confusión de su hijo y lo abrazó fuertemente.—No digas nada, escucha...quiero que te vayas con tu madre y nunca mires atrás ¿De acuerdo?.

YoonGi asintió mientras apretaba los labios, no quería interrumpir a su padre tal vez le explicaría que es lo que está pasando. Beso la frente del pequeño y un par de lagrimas salieron de sus ojos rasgados.—Nunca olvides que te amo y por favor, nunca confíes en nadie.

—Nunca confíes en nadie.—Esas palabras se repetían en su mente como si fuera un eco. Salió de sus pensamientos al escuchar un disparo. Su madre lo tomo de la mano y lo jalo corriendo hacia la puerta trasera de la casa.

Su mente no estaba conectada con su cuerpo, él estaba demasiado confundido, no podía procesar la situación, no podía ni siquiera formular alguna pregunta, tampoco podía quitar el dolor que sentía en su pecho, se sentía pesado, su garganta estaba reseca ya que no podía pasar saliva por el enorme nudo que tenía en ella, quería llorar, quería gritar, quería una explicación.

Su madre se detuvo escondiéndose en uno de los arbustos más grandes de ahí ¿Cuándo habían llegado al bosque? Ni siquiera lo había notado y mucho menos noto las pisadas que se escuchaban acercándose a ellos.

La mujer se alteró de inmediato, sabía que los querían muertos a todos, pero no podía permitirlo su adorado hijo tenía que salir de esta sano y salvo, ¿A quien engañaba? Aunque salvara a su hijo él estaría completamente solo, pero de repente recordó las palabras de su difunta madre.

«Mientras haya vida, hay esperanza»

Por supuesto, tal vez alguien adopte a YoonGi y le dé el amor y la protección que se merece. Miro a su hijo decidida, había tomado una decisión.—Daré la vida por mi adorado hijo.—Con esta idea en mente, llevo su vista al menor y beso sus dos mejillas.—Yoonie, mi precioso bebé, te amo tanto y es por eso que me odiare por lo que estoy a punto de hacer.

—¿Mami?.—Murmuro el pequeño con miedo, no sabía a lo que se refería su progenitora.—No entiendo ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?.

Ella negó rápidamente y lo abrazó.—Papá se metió con gente mala, ahora ellos nos quieren hacer daño, gracias a Dios ellos no saben de tu existencia, así que te pido que cuando yo salga de aquí, no me sigas, espera a que esas malas personas se vayan y quiero que corras lo más rápido que puedas a la estación de policía y ahí les dirás que...eres huérfano.—Dijo lo último con dificultad y su corazón se estrujo al escuchar los sollozos de su bebé.—Por favor Yoonie, has lo que te pido, es por tu bien, sabes que mami siempre te pide algo por tu bien, lo sabes ¿Verdad?.

El niño asintió y su madre suspiró aliviada, odiaba dejarlo, pero tenía que hacerlo. En cuanto las pisadas y las voces se escucharon más cerca, se levantó, no sin antes decirle a su hijo que lo amaba. Finalmente lo hizo, salió de su escondite, llamando la atención de los perseguidores, todo bajo la atenta mirada de su bebé.

YoonGi con el ceño fruncido siguió con la mirada a esas malas personas que lo habían alejado de sus padre y miro con rencor a la persona que supuso era el líder, no miro el rostro de la persona, pero si observo el tatuaje de serpiente que tenía en el brazo izquierdo y el largo pelo rubio que caía por sus hombros, eso jamás lo olvidaría...jamás.
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YoonGi lucha por la venganza y Jimin por la justicia, pero ambos tienen algo en común, el mismo objetivo y un pasado trágico.

¿Qué pasa cuando un policía y un asesino tienen que trabajar en equipo?

Aunque la pregunta correcta aquí es: ¿Qué pasa cuando uno de ellos tiene sentimientos de amor hacia el otro, cuando realmente es su enemigo?

El asesino y El policia. [JIMSU] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora