El asesino y El policia. [JIMSU] [EN EDICIÓN]

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El olor a sangre me estaba asfixiando, al final no encontré otra manera de entrar más que matando a todos, tenía que darme prisa, estaba seguro que JiMin le diría a su padre y no me conviene estar aquí para cuando ellos lleguen.

Camine hacia la oficina de Choi y bufé al ver que estaba escondido detrás de su escritorio.

Patético.

Camine hacia él, lo tome de una de sus piernas y lo jale.—Por lo menos intenta ser un hombre y dame la cara.—

Me miro y comenzó a reír.—Mira quien lo dice, el sicario que nunca da la cara.—alce una ceja y luego lo jale de la pierna hacia el otro extremo de la habitación.

—Tienes razón en eso, pero a veces hay que hacer eso para mantener a nuestros seres queridos fuera de nuestros problemas, es lo que te pasó a ti, hace 15 años te juntaste con otras 4 personas y asesinaron a una pareja. Tal vez hicieron más cosas, pero solo me interesa ese hecho.—gruñí cuando me sonrió con burla.

—Sabía que en algún momento vendrías, de repente me entero que Jeno está asociado con alguien, buscando la información de sus antiguos compañeros, uno de nosotros está muerto y el otro está en la cárcel, solo era cuestión de tiempo.—Se levantó estirándose.—Pude huir, pero no quise porque mi vida no puede arruinarse por culpa de un chiquillo traumado ¿Qué te crees Batman o que? No te sentirás mejor después de matar a todos, solo serás igual que nosotros, no te digo esto para que no me mates, ya estoy mayor viví lo que tenía que vivir, adelante matame.—se acercó a mi rostro con una sonrisa.—Pero estoy más que seguro que necesitarás algo de mi.—

Uh ya sabía a que iba todo esto.

—Cierra esa jodida boca de una vez.—Lo estrelle contra la pared.—Tu me importas tres hectáreas de pepino, yo solo quiero saber el nombre de tu jefe, no me importa tu vida.—Clave un cuchillo en su ropa con mucha fuerza para que quedara clavada en la pared.—Veo que te gusta el tiro al blanco.—

Me di la vuelta, camine hacia su escritorio y pude ver el miedo en sus ojos, simplemente hermoso.

—¿A que te refieres?.—Pregunto nervioso, mientras intentaba moverse.

—Yo soy un jodido chiquillo traumado, pero no por lo que le hicieron a mis padres, toda mi vida he estado en mierdas más desgraciadas que mi pasado.—Me quite la máscara y le sonreí.—No pienses que estoy aquí porque me interese matarte específicamente a ti, pero me encanta ver el miedo y el sufrimiento de los demás.—Reí algo alto al ver su cara.—esto es solo satisfacción propia, además que puedo encontrar la información que busco con otra persona, pero eso no quita que me divertiré contigo un rato.—Saqué otro de mis cuchillos y delinee su contorno con uno de mis dedos.—¿Hablaras o pasamos directo a la diversión?.—

El sudor se podía ver cayendo de su frente, al parecer las cosas no le estaban saliendo como él quería, pensaba que viéndose seguro y abriendo heridas del pasado me pondría a llorar, tal vez antes, cuando aún tenía un poco de cordura, cuando aún había esperanza en mi vida, ahora solo hay oscuridad.

Quizás me he vuelto loco, quizás estoy enfermo, pero siempre justificare esta sed de sangre con mi dolor, ya que el dolor es sinónimo de locura.

—¿Q-Qué es lo que quieres saber?.—Pregunto nervioso.

Me senté en su escritorio y reí levemente.—¿No es obvio? Es algo muy sencillo, solo necesito que me des el nombre de tu jefe, hace 15 años, tú y los otros bastardos asesinaron a una pareja.—

Me sonrió con burla.—Debes de ser más específico, hace 15 años yo hice bastantes cosas.—fruncí mi ceño, cuando él comenzó a reír y le lancé un cuchillo cerca de su cuello.—¡Mierda!.—Chilló y trago saliva.