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—JiMin...JiMin...nalgón...¡Park JiMin!.—Grito mi amigo mientras me golpeaba en la cara, solté un grito y comencé a sobar mi frente.

—¡Auch! ¿Qué demonios quieres?.—Lo mire con mi ceño fruncido.

Rodó los ojos y me dio una carpeta azul.—Tienes que hacer tu informe, yo ya hice el mío.—Asentí y abrí la carpeta.—Bueno la verdad eso no me preocupa.—lo mire y soltó un suspiro.—Llevas una semana actuando de manera extraña, no quieres hablar sobre lo qué pasó, tampoco me explicas bien cómo es que tu teléfono termino destruido.

Me sentía mal al ocultarle cosas a mi amigo y así causar preocupación en él, odiaba eso ¿Pero que le podía decir? Ni siquiera sabía cómo explicarlo, tampoco quiero hacerme ideas extrañas y decirle que el asesino me conoce, no quiero que se armen una obra en su mente, porque tal vez lo dijo solo para confundirme.

—Yo...quiero contarte, pero no sé cómo.—Murmuré y comencé a llenar el informe, aunque tampoco sabía que escribir aquí.

Mi amigo gruñó y me cerró la carpeta.—Solo dime que fue lo qué pasó, acaso...—me miro con pánico.—¿Acaso abuso de ti?.

Abrí mis ojos más de lo normal y luego reí.—¿Qué rayos? No, por supuesto que no, ¿En que tanto piensa tu mente tan perturbada?.

Abultó sus labios y frunció el ceño.—No es gracioso, realmente estás actuando como un violado, siempre que te menciono ese día te pones nervioso, evitas mi mirada y me cambias de tema.—Gruño.—Ya dime qué pasó.

Mordí mi labio y luego asentí, no es como que hubiera otra opción.—Muy bien, escúchame con atención esto tiene que quedar entre nosotros.—Asintió y entrecerré mis ojos.—Pero júralo orejón.

Entrelazó su dedo meñique con el mío y bufo.—Lo juro, ahora cuenta.

—Muy bien, cuando llegue al piso...—Comencé a contarle todo lo que me pasó con lujo de detalle, de vez en cuando me reía al ver las reacciones tan divertidas que tenía mi amigo, pero cuando le conté lo último su cara cambió completamente y asintió.—¿Tienes algo?.

—Si, pero definitivamente no te va a gustar, porque lo último que me dijiste solo me reafirmo la pequeña teoría que tenía.—Fruncí mi ceño.

—Si piensas que el chico pudo ser YoonGi, pues te equivocas.—Me levante molesto.—Es indignante que pienses así de una persona tan pura y buena como él.

Bufo y también se levantó.—¿Y por qué no? Recuerda que todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario, además no lo conozco, así que no podría decirte si es falso o no.—Se cruzó de brazos.

JiMin tiene una idea.

—De acuerdo entonces conócelo, veamos si es falso o no, si después de conocerlo no te retractas entonces lo tendré como uno de los principales sospechosos ¿Qué te parece? ¿Trató?.—Extendí mi mano hacia él.

Miro mi mano y después me miro a mi.—Eres un tramposo pero esta bien.—Tomo mi mano y la estrecho.—Hecho, pero si en dado caso él llega a ser ese asesino, lo siento mucho, pero tienes que ser fuerte y arrestarlo.

Hice un mohín.—Te estás adelantando mucho, aunque supiéramos que es él, no tendríamos nada en su contra.

—Exactamente.—me sonrió y salió de nuestra oficina.—Mañana como es sábado y tenemos día libre iremos a la cafetería esa, conoceré a YoonGi y después hablaremos de esto.—Sin más se fue.

Estaba en problemas, si YoonGi resultaba ser sospechoso tendría que reunir las pruebas suficientes en su contra y luego arrestarlo, no me puedo imaginar a un niño con cara de ángel como él en un lugar como la cárcel.

El asesino y El policia. [JIMSU] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora