Nunca me había sentido bien al expresar con mi cuerpo lo que sentía; por primera vez en tres años podía sentirme libre y sin necesidad de dar explicaciones a nadie que no fuera yo misma.
Debía admitir que encontrar a Jimin en este club, del cual no sabía de su existencia, me pareció muy extraño, pero de todas formas a mi no me incumbía lo que hiciera o no.
Después de bailar por varios minutos, noté como su cercanía se intensificaba conforme las canciones cambiaban, no era incómodo, pero si me sentía algo aprisionada con su cuerpo, tan imponente, tan firme.
Lo noté titubear antes de decidir tomar mi cadera y acercarme a su cuerpo mientras me miraba fijo, a pesar de la oscuridad del lugar, podía percibirse perfectamente el brillo con el que contaban sus ojos.
—Sury —no sabía si era por la música o por que estaba totalmente sorda, pero su voz se escuchaba como un susurro casi inaudible para mi; lo único que hice fue asentir a modo de que le estaba escuchando y siguió —: ¿Saldrías conmigo? —enfreabrí mis labios incapaz de procesar lo que acababa de escuchar sin que mi voz temblara y, tras varios segundos observándolo a detalle, asentí. Pude ver como una de las esquinas de sus labios se elevaba y no pude evitar sentir algo dentro de mi, en mi diafragma; un cosquilleo que hacía tiempo ya no sentía y que había olvidado lo agradable que era.
—¿Jimin? —ambos giramos hacia la voz que había llamado a mi compañero de baile y no tardé en mirarle confundida. Jimin lo saludó como su lo conociera de años y el castaño después me miró a mi —. Gracias por cuidar a Sury, el tráfico está horrible —se excusó y Jimin solo se encogió de hombros.
—No pensé que Sury vendría contigo, la ví sola y quise acompañarla —¿acaso Jimin había hablado entre dientes? Estaba... ¿Celoso?. Jongkook tomó mi mano y besó mi mejilla tiernamente.
—De todos modos gracias, uno nunca sabe que puede encontrar por estos lugares —Kook no dejaba de sonreír, y Jimin parecía que no le agradaba mucho que el castaño lo hiciera, pero ¡por dios!, era Jongkook, el chico de la sonrisa contagiosa, para él no había razón alguna para no sonreír.
—Bien, me voy. Nos vemos después en clase —hiso un movimiento de cabeza hacia Kook y después su mirada se posó en mi por varios segundos —. Sury —asintió en mi dirección y elevé mi mano moviendo mis dedos como si tocase un arpa despidiéndome de él. Segundos después desapareció entre la multitud.
—Perdón por tardar tanto —el sonriente chico tomó mi cintura y empezamos a bailar.
—No pasa nada —le sonreí aún confundida por la reciente y rara actitud de Jimin, por un momento pensé que era posible que sintiera esa atracción que yo tenía hacia él desde hacía ya varios días, pero había tantas dudas en mi cabeza que en lo único que podía pensar era si sólo estaba jugando conmigo, o si en verdad me estaba dando una oportunidad de entrar a ese corazón de roca con que contaba.
[...]
Una semana después de haber encontrado a Jimin en ese club y de que me piedra salir, no volvimos a hablar, era algo incoherente ya que, aunque llegaramos a vernos en los pasillos o hasta en la clase que teníamos juntos, nos ignorabamos, bueno, en realidad él a mi ya que yo siempre buscaba una excusa para verlo durante la clase o pasar por su salón cuando los maestros me pedían ir a la dirección, o simplemente cuando hiba al baño. Pero ese no era el punto, el punto era que por más que trataba de acercarme a él, Jimin siempre huía, y no sabía por qué. La última vez que me ignoró fue el viernes pasado, ya habían timbrado y estaba recogiendo mis libros de mi locker, cuando me encaminé por el pasillo para salir de la universidad, lo ví recargado en la pared, con ese semblante de chico rudo mientras trataba en su celular; mi objetivo era saludarlo y, si era posible, hablar con él pero todo cambió cuando nuestras miradas chocaron: su mirada era tan pesada que creía que me hiba a aplastar, no pude hacer nada más que sonreír tratando de que el ambiente se calmase, pero su mirada cambió al igual que su rostro formando una mueca de asco, como si por el simple hecho de que yo pasara frente a él fuese algo desagradable, y así lo sentí. Cuando llegué a casa mi ansiedad se hizo presente. En cuanto entré a mi habitación no pude hacer nada más que sentarme en la cama, observado la navaja entre mis dedos, debatiendo internamente conmigo misma para no hacerlo. Finalmente la sangre manchó la colcha de mi cama y tuve que lavarla después de limpiar mis húmedas mejillas y vendar mi muñeca.
Y aquí estaba otra vez, esperando en las gradas a que Jongkook saliera de los vestidores para almorzar juntos, mientras terminaba mi tarea. No sabía en realidad la razón por la que me afectaba tanto ser ignorada por Jimin, pero me estaba empezando a cansar.
—Creí que ya te habías ido —elevé la vista hacia el chico se cabello castaño que sonreía tiernamente y le dí una sonrisa recogiendo mis cosas.
—Quería almorzar contigo, tengo muchas cosas que contarte —Kook se limitó a ayudarme con mi mochila mientras caminábamos por el pasillo hacia la cafetería; una vez ahí, compramos cualquier cosa y tomamos una mesa, él frente a mi.
—¿Qué querías contarme? —preguntó tomando de su bandeja un pedazo de sándwich y miré mis manos.
—B-Bueno —mierda, mi voz había soñado muy nerviosa. Carraspé mi garganta y le miré —... Tengo una duda sobre el chico que encontramos la semana pasada en el club ¿recuerdas? —frunció el ceño y, tras varios segundos de espera, sonrió asintiendo.
—¿Jimin? —asentí —. ¿Qué pasa con él?
—Nada malo, es solo que... No lo sé, tenía la curiosidad de saber de donde lo conocías.
—Oh, bueno, es mi compañero.
—¿Y por qué nunca lo había visto o me habías hablado de él? —debía admitirlo, estaba debatiendo conmigo misma en preguntarle esto a Junkook o simplemente guardar mis dudas he ir resolviendolas poco a poco, pero la duda me comía viva, quería saber más de Jimin y, si era posible, conocerlo a tal grado de saber por qué todas las personas lo llamaban peligroso. Kook frunció el ceño tomando de su soda y, tras darle un sorbo, volvió a colocar el envase sobre la mesa.
—Bueno, no es como si fuera por ahí diciéndole a todo el mundo que conozco a Park Jimin —de acuerdo, esa no era la respuesta que esperaba ¿le había molestado que preguntara sobre Jimin?. Abrí la boca para contestarle, pero la volví a cerrar al darme cuenta que no sabía que decir, humedecí mis labios y tomé una galleta para tener tiempo de pensar que podía decirle que pudiera arreglar el incómodo momento.
—N-No me lo tomes a mal, Kookie —Mi mirada estaba fija en mi bandeja, no quería mirarlo, pero observé de reojo como se levantaba de su lugar y se colocaba a mi costado. Tomó mi barbilla tímidamente y elevó mi rostro para verle, había olvidado el lindo color de sus ojos.
—Esta bien Sury —sonrió —, pero ¿por qué el repentino interés en saber sobre él? —alejó su toque de mi y tomó de mis dedos el trozo de galleta que sobraba metiéndolo de lleno en su boca.
—¿Recuerdas el día en que nos conocimos?
—Jamás lo olvidaré.
—Ese día estuvieron a punto de arrollarme, y él me salvó —su rostro era una combinación entre asombro, miedo, preocupación y angustia, abrió la boca y de ella solo salieron pequeños sonidos que no estaba segura de que fuesen palabras. Tragué duro y desvió la mirada.
—¿Cómo...? ¿Jimin...? ¿T-Tú...?
—Sólo quería saber un poco de él y agrade...
—Aléjate de él —le miré confundida ante su repentina petición, o más bien dicho orden, y negué.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste; conozco bien a Park como para decirte que si mantienes una relación con el, aunque sea de amistad, terminarás herida.
—Kook...
—Solo hazlo, Sury. Él no es buena compañía... —había dejado de escuchar a Kook al percatarme de que el chico de cabello gris entraba a la cafetería en compañía de sus amigos y su mirada conectó con la mía; esa extraña sensación volvió a recorrer mi espina dorsal. ¿Peligroso? Más bien me parecía misterioso.
Detrás de cada rostro hay una historia, y yo estaba dispuesta a conocer la historia de Park Jimin aunque eso me costara salir lastimada.
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Danny BL
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Hurt Me|Park Jimin
FanfictionSury, una chica quien le toma mucha importancia a los comentarios de los demás, llega a vivir con su hermano a Seúl, donde conoce a Jimin, un chico al que no le importa ser despreciado por su padre al no querer ser como él. Ambos de mundos distintos...