Capítulo 18|Jimin

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Miré a los chicos que hablaban frente a mi y suspiré agotado. No podía concentrarme en nada sabiendo que Sury estaba con Jungkook tan tarde. Estaba ansioso y molesto por ser tan idiota como para creer que algún día ella y yo podríamos ser algo más que dos conocidos.

—Vamos, Jin. Te necesitamos —Hoseok insistió al mencionado nuevamente con ojos suplicantes, pero el rubio negó por decimoquinta vez en la noche; Nam, Taehyung, Hoseok, Suga, Jin y yo estabamos en la sala, tratando de convencer al hermano de la chica que me volvía loco aceptara volver al equipo, sin embargo, teníamos pocas probabilidades de que aceptara.

—Dije que no. Saben que ya no hago esas cosas. Dejé esa vida cuando supe que era malo para mi, además ¿Quién va a cuidar a Sury si me voy?

—¡Por eso no te preocupes! —Taehyung tomó la palabra —. Jungkook estará con ella cuando salga y Jimin cuando esté en casa —todos me miraron y me encogí de hombros.

—Sí. Jimin podría quedarse el fin de semana cuidándola mientras se recupera. Así nosotros vamos sin problema a la misión —Nam sonrió ante su propuesta y Jin rascó su sien pensando por un momento.

—Vale —todos soltaron un silencioso. El rubio elevó una mano e interrumpió su celebración —, pero deben prometer que después de esto van a tratar de salir de ello. No quiero más problemas —sentenció el rubio y todos se miraron entre sí preguntándose con la mirada si lo harían. Yo solo bajé la mirada.

Finalmente Nam fue quien habló:

—Prometido.

[...]

—¿Y te vas a ir todo el fin de semana? —la pelinegra cruzó los brazos y Jin humedeció sus labios antes de hablar:

—Sólo son dos días, Su.

—Pero no me gusta que no estés conmigo —hizo a su labio inferior sobresalir y no pude evitar morder mi labio ante tal gesto. Desvíe la mirada y me dediqué a ver la película en el televisor.

—Lo sé, Su —habló Jin —. Pero necesito hacer esto, se lo prometí a los chicos. Además no vas a estar sola; Jimin va a quedarse igual por lo de su herida, y Jungkook puede venir si así te sientes más segura.

—Ese imbécil no puede venir aquí, Jin —me levanté del sofá atrayendo la atención de los hermanos que hablaban. La mirada molesta de Sury no me preocupaba en lo absoluto, y mucho menos la cara de confusión de Jin, pero si me ponía los pelos de punta saber que había dicho eso en voz alta —. El niño apenas sabe cuidarse solo ¿crees que va a poder cuidar a una niña con rabietas? —me acerqué a ellos.

—No te metas, Jimin —advirtió la pelinegra —. Jin, no le hagas caso. Conoces a Jungkook desde hace tiempo y sabes que me quiere mucho al igual que yo a él —miró al rubio tomando su antebrazo y parándose en de puntillas llegando a poco menos de la barbilla del mayor, quien sonrió ante el comentario que, a mi parecer había estado de sobra, pero sabía que tras esa cara de niña buena que tenía Sury, había un lado oscuro. Uno que quería descubrir.

Rodé los ojos fastidiado cruzando los brazos.

—Jungkook puede venir, Su —accedió Jin —. Pero siempre y cuando estén bajo la supervisión de Jimin —sonreí de lado, triunfante, y la pelinegra me miró de reojo algo molesta.

—Está bien.

El silencio inundó al lugar hasta que el sonido del celular de Jin interrumpió. El rubio tomó el móvil entre sus manos y contestó el mensaje rápidamente.

—Tengo que irme —guardó el móvil en sus vaqueros —. Los chicos están esperando abajo —se acercó a Sury y besó su cabeza mientras le abrazaba —. Nos vemos el lunes. Cuidala, Jimin —me advirtió antes de salir de la sala y dirigirse a la salida, donde poco después el silencio volvió a inundar el lugar. Miré a Sury de reojo. Llevaba unos vaqueros y una playera de manga larga gris que se adhería a su torso. La observé girarse después de rodar los ojos y sonreí de lado.

Hurt Me|Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora