Capítulo 7|Sury

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Aferré ambas manos a los tirantes de mi mochila y seguí caminando con la vista en mis pies mientras me dirigía a mi piso. Seguía algo confundida por lo del chico, y de igual manera me confundía haber olvidado que íbamos en la misma clase. Supuse que era por que la mayoría de las veces yo me quedaba pérdida escribiendo y entonces él hablaba y se daba a conocer, y yo, por tener la vista en mi laptop, no le tomaba importancia. Aún no recordaba bien su nombre, pero lo que sí sabía era que su apellido era Park y, por lo que he oído hablar de él y de su grupo de amigos, es que son peligrosos, no sabía por qué decían eso y no era que lo creyera, pero sus actitudes hacían pensar otras cosas.

—¡Sury! —levanté la mirada cuando escuché una voz masculina llamarme y sonreí al ver al castaño dirigirse, con la linda y especial sonrisa que lo caracterizaba, cruzando la calle dirigiéndose a mi —. ¿Te acompaño a casa? —dijo después de haber besando mi mejilla y me encogí de hombros.

—No hay problema —Kook sonrió tomando de mi espalda mi mochila y, una vez que la colgó a su hombro, empezamos a caminar.

—Jin me dijo que fuiste a la fiesta de la semana pasada ¿te divertiste? —no pude evitar bajar la mirada cuando su pregunta me hizo recordar el desagradable suceso ocurrido esa noche. Carraspé mi garganta tratando de pensar en algo, pero sólo sonreí y le miré mientras jugaba con el dobladillo de mi sudadera.

—Estuvo bien, pero me hiciste falta —no podía evitar que mi voz sonase tan baja, pero mi timbre de voz era sumamente débil, eso sin contar que mi voz casi no era de mi agrado. Kook sonrió de lado y acarició mi mejilla con delicadeza haciéndome bajar la mirada ante su tacto.

—Me gusta que seas así de tierna y tímida —no pude evitar sentirme avergonzada, no sólo por sus palabras, sino por la forma en que me miró cuando pronunció esas simples palabras ¿Qué era lo que me pasaba?

[...]

Cuando llegamos a mi piso, invité a Kook a pasar ya que estaría sola, Jin me había enviado un mensaje avisándome que saldrían él y Suga a una reunión en su universidad, así que no habría nadie en casa, aparte de mi, por un buen rato. Mientras preparaba algo de comer, Kook se acercó y besó mi mejilla, acto que me tomó por sorpresa ya que él nunca había hecho eso, y al parecer lo notó ya que se disculpó en seguida:

—Perdón, no quise incomodarte.

—Nada de eso, es sólo que me tomaste desprevenida, es todo —le sonreí tiernamente al ver como sus mejillas adquirían un color rosado mientras bajaba la mirada tratando de que no lo notase, pero era tarde, me había dado cuenta de su sonrojez. Aparté la mirada hacia los tallarines que preparaba cuando notó que lo miraba fijo, no sabía porque lo hacía, simplemente me gustaba mirar su faceta tierna que llamaba mi atención.

Su diestra se posicionó justo en la mía, que sostenía la cuchara con que resolvía los ingredientes, con suma delicadeza haciendo que su tacto hiciera cosquillas al rozar mi piel y le miré atenta, había algo raro en el ambiente, algo distinto. Lo sentía, había algo en Jongkook que había cambiado, y no lo decía por su forma de comportarse, ya me había acostumbrado a que fuese algo raro, simplemente que su manera de mirarme era... Diferente.

Nuestras miradas seguían conectadas, pensé que había dejado de parpadear, pero la idea se esfumó cuando tragué saliva. Su vista bajó a mis labios y después se inclinó quedado peligrosamente cerca de mi rostro, mis labios se separaron por instinto al sentir su cercanía, ¿quería besarme?, bueno, esa pregunta no importaba mucho, la verdadera cuestión era:¿quería besarle?. Una curva se formó en sus labios, podía sentir su respiración en mi mejilla, fue entonces cuando ocurrió eso que nunca esperé:

—¡Mierda! —me aparté de Kook llevando mi zurda, especialmente una parte de la palma de mi mano, a mi boca cuando sentí el ardor en ésta. Había puesto mi mano en la parrilla por no poner atención y estar distraída con Kook.

—Déjame ver eso —El castaño se acercó preocupado y tomó mi mano de forma delicada dejando a la vista mi palma: estaba roja y ardía de infiernos —. Debemos poner algo frío ¿tienes hielo? —asentí incapaz de poder hablar ya que sentía que podría tirarme a llorar si lo intentaba. Jeon se acercó a la nevera y tomó unos hielos que después colocó en un trapo que tomó de la mesa de la cocina, y se acercó a mi tomando nuevamente mi mano —. El hielo ayuda a bajar el ardor —me sonrió antes de colocar en mi mano los hielos haciendo que de forma casi inmediata el ardor, y algo del dolor que sentía, se esfumara dejado en su lugar una sensación de frescura que agradecí internamente dándole una sonrisa al castaño que acariciaba mi mano mientras ejercía poca presión al hielo sobre mi quemadura.

—Gracias, Kookie —él sólo sonrió, haciéndome saber que él, al igual que yo, estaba nervioso.

[...]

Después de haber colocado una pomada sobre mi palma y haber cubierto la piel rosada de mi palma con una venda, decidimos ver una película, que terminó siendo una mala comedia, mientras Kook me ayudaba con mi tarea; ambos estábamos sentados sobre la alfombra del living, yo observando el problema de trigonometría que había plasmado en mi libreta, y Kook tratando de explicarme, por decimocuarta vez, como se resolvía, aunque sinceramente no había captado nada de las palabras que habían salido de sus labios. Lo único bueno de eso, o eso creía, era que gracias a mi tarea habíamos podido dejar de lado la escena de la cocina; y no es que no quisiera hablar de ello, aunque en verdad no lo quería, pero era algo extraño al menos para mi casi haber besado a Jongkook, y no, no es que no me guste, porque he de admitir que en algún momento llegué a sentir cosas por él, pero simplemente ese cariño se fue convirtiendo en algo mutuo, un cariño de amigos, sólo eso. Además, Kook tenía a varias chicas tras su rostro y personalidad, no era como si me tuviese a mi de única opción y por eso tuviera que intentar que nuestra amistad tomara otro camino que lo único que haría sería confundirnos más de lo que ya estábamos, y más a mi; no estaba lista para tener una relación.

—Y el resultado final es 56 —apenas pude darme cuenta lo que había hecho, estaba tan centrada en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ya me había explicado otra vez el ejercicio, algo que no pude retener en mi cabeza. El castaño soltó el lápiz después de apuntar el número en la libreta y dirigió su vista a mi con una sonrisa —. ¿Ves? Es fácil —le miré elevando una ceja y bufé cansada.

—Creo que es suficiente por hoy —dije con voz agotada recargando cabeza contra mi mano mientras cerraba los ojos —; si vuelvo a escucharte decir que tengo que dividir, multiplicar y sacar raíz cuadrada de algo, te juro que impactaré mi rostro contra la mesa —le escuché soltar una risa y abrí los ojos sonriéndole.

—Creo que tengo que irme —miró su móvil y volvió su vista a mi —. Quedé con un amigo para ir a comer —se levantó y le imité acompañándolo hacia la puerta, una vez afuera del departamento, se giró y besó mi mejilla —. Cuidate, y perdón por incomodarte en la cocina, no pensé que fuera a tomarte por sorpresa, fue un impulso y...

—Kook —le interrumpí colocando uno de mis dedos sobre sus labios al ver como empezaba a hablar rápidamente, y me miró —. No pasa nada, no me incomodó —sonreí encogiéndome de hombros y él solo asintió con una sonrisa llevando su mano detrás de su nuca.

—Bueno, nos vemos mañana.

—Adiós —giró sobre sus talones y se echó a andar por el pasillo, cerré la puerta y me fui directo al living para recoger el desastre de materiales de escuela que había encima de la mesa, tomé mi mochila y, una vez todo dentro de ella, y después de apagar el televisor, me dirigí a mi habitación algo agotada.






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Danny BL

Hurt Me|Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora