Hola a todos, finalmente llegamos a la recta final. Este es oficialmente el capítulo final de First Time. La verdad es que me pone sumamente triste acabar esta historia, le tengo mucho cariño, pero no quiero extenderla eternamente sin sentido haha.
Con First Time trate de hacer algo diferente a lo que siempre hago. Mi objetivo con esta histori fue recorrer de principio a fin la historia de amor entre Miguel y Hiro y ahora que doy el último repaso a todo me siento satisfecha. Puse mi corazón en cada capitulo, espero que lo hayan sentido así.
En fin. Disfruten del final.
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La vida es finita, por eso Miguel siempre procuro hacer todo lo que su corazón le dictara. El Rivera tuvo cosas buenas, malas y algunas que no se podrían catalogar como ninguna de las dos, pero no se podía quejar porque tenía al amor de su vida con él.
Más de cincuenta años de amor, eso fue lo que la vida le dio. Y estaba enormemente agradecido de tener la fuerza y la lucidez de poder tomar la mano de Hiro hasta el final.
Habían vivido muchas cosas juntos, se habían amado con locura, habían hecho el amor hasta el cansancio, habían criado un hijo. Todo lo habían hecho juntos, sin soltarse de las manos.
David, era un hombre maravilloso, lleno de tanta luz que se había encargado de criar a sus propios hijos con el mismo amor que a él le habían dado. El Rivera-Hamada les había dado a sus padres la bendición de dos hermosos nietos.
Con cada nueva arruga Miguel podía recordar a un Hiro más feliz que el día anterior. Cada vez que se tomaban de las manos el Rivera podía reconocer a la perfección cada surco, cada vena de aquellas extremidades desgastadas. La verdad es que siempre le habían gustado mucho las manos del Hamada, aquellas manos maltratadas por llevar a cabo sus sueños, por darle uso a aquellas herramientas en pos de sus talentos.
—Te amo— Miguel apretó aquella mano blanquecina entre las suyas, por un momento contempló lo arrugadas y desgastadas que estaban sus extremidades también. La ciencia y la música. Como dos cosas Tan opuestas podían tener un resultado similar sobre sus cuerpos. Era casi mágico.
—También te amo Miguel.
La vida es finita. Por eso se demostraban día a día cuánto se amaban, para así cuando llegara el día no tener nada que lamentar, para que así el día que uno de los dos tuviese que partir lo pudiera hacer con una sonrisa.
Realmente había pasado mucho tiempo junto al Hamada. Toda una vida para ser exactos.
Y ahora... a pesar de todo lo que se habían prometido, el corazón del Rivera se sentía apretado, lleno de tristeza. No quería dejar ir a Hiro.
—No llores— la voz de Hiro llegó a los oídos el moreno nuevamente —, prometimos que ninguno iba a llorar— extendió una mano para alcanzar un de las lágrimas de su esposo.
—No quiero que te vayas— Miguel cerró sus ojos con fuerza, mientras dejaba que las lágrimas salieron apresuradamente.
Se supone que cuando el día llegará tenían que despedirse con una sonrisa.
—¿Qué se supone que voy a hacer sin ti? — Miguel intentaba controlar sus lágrimas.
—Seguir viviendo hasta que llegue la hora de que nos volvamos a encontrar.
A Miguel le costaba asimilar que mañana ya no despertara al lado de Hiro, que ya no vería su cabello canoso, que ya no podría tomar sus manos mientras compartían una taza de té, ya no podría dedicarle canciones. Ya no habría más un "juntos para siempre".
La vida sin Hiro se oía realmente solitaria.
—Sonríe, nos prometimos que sonreiriamos al final — el Hamada esbozo una sonrisa mientras veía como su esposo entre lágrimas evocaba la sonrisa más bella que nunca había visto. Para Hiro en ese momento Miguel se vio más hermoso que nunca.
Cuando la persona que amas está a punto de partir el tiempo parece pasar de forma extraña. Es como si la vida te diera el espacio para excavar entre los recuerdos más profundos. Entre cada arruga, entre cada vivencia. Miguel podía recordarlo todo.
Recordaba las promesas que se habían hecho de niños en Santa Cecilia.
Recordaba el día que había vuelto a ver a Hiro después de años de no saber nada de él. Podía visualizar perfectamente el dolor en el semblante de su "amigo" el día que se habían reencontrado.
Podía recordar todo el esfuerzo, el tiempo lejos de su familia, el cúmulo de sentimientos.
El día de su boda. Lo hermoso que se veía su chinito con aquel traje.
Podía rememorar sus peleas, sus besos, sus abrazos. Todos sus aniversarios.
El día que adoptaron a David.
Todo, simplemente no podría olvidar nada por mas que quisiera. Lo bueno y lo malo era digno de recordarse, porque era parte de su vida juntos.
— Fuimos muy felices juntos, incluso ahora soy feliz— Hiro no podía pedir nada más que la compañía de Miguel para ser feliz en ese momento.
El Rivera contempló como poco a poco el Hamada iba cerrando sus ojos y el agarre de sus manos se aflojaba.
Ese día sería el primer día de muchos sin Hiro para Miguel. El Rivera aún tenía cosas que hacer antes de alcanzar a su esposo del otro lado. Mientras tanto, se tendría que conformar con recordar, rememorar cada momento para así cuando tuviese que alcanzar a Hiro lo pudiese hacer con una enorme sonrisa.
La vida es finita, pero el amor es eterno.
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De verdad muchas gracias a todos por todo el tiempo que siguieron esta historia.
Finalmente dejo este hermoso dibujo que me regaló la bella lebasiarts. Gracias Leb, te quiero mucho.
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First time [En edición]
FanfictionFirst time es una historia de amor que recopila todas aquellas primeras veces que marcan una relación: el primer encuentro, las primera palabras, el primer beso... Porque toda relación sea buena o mala siempre esta conformada por "primeras veces" Ac...