Capítulo 28

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Capítulo 28

El horario de visita me lo había perdido. El próximo era en cuatro horas, entonces quise irme a casa aunque no tenía cómo. Molestar a Josh no me parecía adecuado ya que el podría estar ocupado.

Sentía mucha furia, mucha impotencia, tenía ganas de romper todo lo que se me venía. Nunca había sentido tanto odia hacia una persona, Gabriel era la primera y esperaba que la última.
Mi vida se había vuelto una serie en Netflix. Aburrida y simple era yo antes, pero todo lo que había ocurrido últimamente me había cambiado. En realidad, había cambiado mi vida.

Dejé de pensar, me afectaba, lograba hacerme sentir peor. Me pare en el borde de la calle he hice señas con mi mano para que algún taxi pare. El auto amarillo se estacionó en frente de mí y un hombre bajo la ventanilla. Me senté atrás y dije al hombre la dirección de mi casa.

Las calles se veían frías, solitarias y tristes gracias a la neblina. No más que dos personas caminaban por ellas, separadas, dirigiéndose a su destino el cual nunca sabré. El conductor me miró por el espejo retrovisor, levantó una cena y habló fastidiado.

-¿Se baja, señorita?

Miré confundida por la ventana del auto y, sentí vergüenza por mi despistes. Respondí al señor con un simple "Sí, perdone" que salió sin haber pensado.
Baje del auto.

-¡Son 10 dólares!-escuché un grito desde adentro del auto.

Cerré los ojos por unos segundos y me di la vuelta.

-Perdone devuelta.-dije sintiendo mi cara arder.-Soy distraída, aquí tiene.

El hombre se rió y tomó el dinero.

-No vuelva a pedir el móvil 23.-Sin más, el auto dobló y desapareció por las calles frías.

Traté de no pensar en lo que acababa de ocurrir, no era nada.

Entré a casa lentamente, como si me estuviera esperando dentro el mismo Gabriel de hace unas horas. Estaba vacía, me estaba deprimiendo, todo. La cocina tenía sangre en el piso, fue lo primero que capte al entrar y el cuchillo tirado...

Hay mierda. No puedo ser más idiota, ¿que carajos me estaba pasando? La prueba del delito estaba en mi casa, servida, en mi cara, y yo, mientras tanto matandome de la depresión. Además de que podría haber ido a la comisaría hace rato.

Pensé bien, esta vez, me desperté de la idiotez y llamé a Josh, queriendo que me ayudase en esto. Cerré la puerta y todas las ventanas con cerradura hasta que Joshua apareciera, pues todo se iría a la mierda si Gabriel entraba.

Joshua


Hey, por qué llamas? Todo bien?
2:09 pm

Tienes que venir a casa ya ya ya
Visto 2:09 pm

Pero antes avisame que eres tú
Visto 2:10 pm


Josh llegó 10 minutos después, no sin antes avisarme por Whatsapp.
Se escuchó el timbre sonar por toda la casa. Me dirigí a la puerta de entrada y tomé el picaporte, me asegura Josh que es el con un grito no tan fuerte desde afuera diciendo: "Soy yo, Josh".

Giré el picaporte y efectivamente era él. Llevaba un buzo y unos jeans negros, en sus manos se encontraba su celular con una funda blanca.
Se sentó en el sillón y me miró preocupado.

-Olivia, dime que ocurre.-su mirada de preocupación seguía allí.

Yo abrí mi boca para hablar, preguntarle que hacer en la situación en la que me encontraba, pero me acordé de que el no sabía nada sobre lo que pasó con mamá y Gabriel.

Winter DrugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora