Winter Drug

capítulo 31

   El cañón de el M16 se encontraba apoyada en mi sien con fuerza. Aquel hombre tenía problemas, porque yo no había hecho nada para molestarlo, sólo le di 10 miligramos de cocaina que valía 180 dólares y comenzó a enfadarse. La verdad, estaba acostumbrado a este tipo de situaciones. Sabía que podía morir pero era algo que me daba igual.

No me considero una persona depresiva que se quiere morir, pero es algo normal de mi día a día. Dios sabe cuando, y si me voy a morir así por lo menos pasaría a ser una muerte rápida.
Lo único malo de mi muerte es Olivia. Ella ya perdió a su mamá, no me lo perdonaría jamás mi propia muerte, sufriría sabiendo que ella está llorando de nuevo, y yo no puedo estar para consolarla y llenarla de besos.

Escucho como sacan el seguro de otra pistola. Trato de ver de quién es girando mis ojos hacia la izquierda para ver por lo menos de reojo, se trata de Tyler apuntándole a este tipo.
George me apunta a mí y Tyler a George.

-¡Tira el arma al suelo!-grita Tyler. - ¡Tira el puto arma al suelo!

Al hombre no parece importarle y se inmuta a las órdenes de el menor.

-Si no tiras el arma al suelo te disparo, hijo de puta.

Se escucha la sirena de la policía. Está algo lejos, todavía tengo tiempo de cobrar la cocaína. Nos encontramos en un callejón que es uno de los lugares en donde entrego la mercancía.

El cliente amaga con bajar la pistola pero la vuelve a poner en mi cabeza, mientras que Tyler sigue gritándole que la baje. La sirena se escucha cada vez más cerca y la situación se vuelve desesperante.

  - Escucha, bajo a cien dólares pero debemos bajar las armas todos antes de que llegue la policía.-expliqué sin paciencia.

-Noventa. - responde él.

-¡Cien!-grita Tyler desesperado.

Vacila un momento, que para mí fue el más largo, escuchando la sirena en nuestra manzana.
Arroja la pistola al suelo y levanta las manos.

-¡Saca la billetera lento!

Obedece. La saca con lentitud y abre el cierre que tiene en medio, con la mano derecha saca cien dólares justo.
Los agarro y pongo en su otra mano la cocaina. Avanzamos por el callejón sin dejar de apuntarlo con el arma de Tyler.

La policía llega y comenzamos a correr. El aire me va faltando a cada paso que corro pero sé que si paro estoy jodido. Miro para atrás para saber si Tyler viene detrás de mí y efectivamente está a apenas un metro más atrás.
  Paramos con el último aliento que nos quedaba. La esquina tenía deserción de personas, vacía, oscura y peligrosa cuando a penas marcaban las tres de la madrugada. Tyler y yo decidimos caminar hasta done habíamos dejado la camioneta estacionada, por culpa de la policía nos alejamos mucho.
El frío era cada vez más insoportable con cuatro grados.

  Miró a Tyler quién se encontraba caminando a mi derecha con el semblante serio a más no poder, además no ha hablado desde la anterior situación.
Saco un cigarrillo de el interior del bolsillo de mi buzo negro Xanarchy e busco el encendedor, pongo el cigarrillo entre mis labios y lo enciendo.

-Viejo, dame uno. - dijo rompiéndose el silencio.

-¿Seguro?

Me había sorprendido. Tyler jamás había fumado, pues decía que era un mal hábito.

Sé que cuando fumo, estoy contradiciendo mis pensamientos anteriores sobre el tema de no morirme por Oli, pero, esta mierda me relaja tanto, es una forma de alejar mi estrés. No soy de los que fuma por adicción o compulsivamente, es solo que lo necesito en días como éste.

-Seguro. - responde mirándome mientras caminamos.

Le tendí el cigarrillo con el encendedor.

-Que no sea costumbre. - le dije en modo de reproche. Él es como el hermano que jamás tuve, me iré preocupa que se haga daño, además es mi culpa.

-Tranquilo, es solo por ahora. - aseguró dándole una calada y tosiendo al instante prtovocandome una carcajada.

-Siempre pasa la primera vez.-continué riendo.

 
 

Seguimos caminando unos cinco minutos más por las desoladas calles, mientras íbamos recordando nuestros primeros días trabajando para Wells, pues no parábamos de reír por nuestras acciones de novatos.

Al fin habíamos llegado a mi camioneta. Tyler se encargo de conectar un cable USB desde el celular para poner temas de Lil Xan. A los dos nos gustaba la música de este rapero, las letras decían la verdad representadas con palabras indicadas. Muchas canciones me hacían acordar a nuestro pasado, el cual nos traía nada más que dolor. Sonaba el tema llamado Xanarchy, como decía mi buzo, porque además era muy fan de él.

  Los dos habíamos comenzado a hablar sobre Olivia, y no tenía idea de cómo surgió la conversación.

-Tienes que pedirle para que sea tu novia, háganlo formal de una puta vez, chicos, me estresan.-me decía alterado. Se había enojado porque yo le dije que no sabía como decirle que la amaba, y que quería que fuesemos algo mucho más.

-Tal vez tenga que esperar. Ha pasado por un momento de mierda por lo de su mamá. Es mejor acompañarla.

-Justamente por eso es que tienes que decirle que sea tu novia y darle todo tu amor, porque no sabes si mañana o pasado pueda ocurrir algo, ¿entiendes?-me explicaba con cierta emoción.

  Después de haberlo discutido, dejo a Ty en su casa a las 3:25 am. Veo como su mamá lo regaña entre las cortinas y me río.
  Después de aparcar mi coche en  garaje, subí por el ascensor. Llegó muy cansado pero con mil doscientos dólares en el bolsillo, lo que es mínimo comparado a muchas otras noches que nos iba mejor con Ty o a veces con Evan.

Entró a mi habitación e  inmediatamente me saco la remera para ponerme otra más limpia para dormir. Busco en mi ropero una remera pero una voz me sobresalta del susto.

-¿No piensas bañarte? - preguntó Olivia con su típico tono burlón que tanto extrañaba.

Me giro a encararla con el torso desnudo. Sé que la va a incomodar, solo que lo haré a propósito.

-No estoy sucio, linda.-frunci mi señora dándome cuenta. - Me parece algo extraño que quieras dormir conmigo, ¿ha ocurrido algo con Drew?
Olivia tenía puesto su pijama oscuro, estaba acostada y tapada en mi cama con los ojos rojos y pensé: ¿Encontró la marihuana?, descarté la idea cuando vi resbalar de su mejilla una lágrima.

Me senté junto a ella y comencé a tocarle el cabello peinandolo y jugando.

-Drew se encerró en su habitación y no me ha dejado entrar, por eso estoy aquí. - dijo mirándome, tenía su cabeza apoyada en mi regazo mientras yo le acariciaba.

-Ya se le pasará, hablaré con ella luego. Quédate aquí todo lo que quieras.-le respondí. - Pero, ahora dime, ¿Por qué lloras?

Ella solo se limitó a abrazarme y acurrucarse entre las mantas. Minutos después se había dormido. Bese su frente y me acosté sin que ella deje de abrazarme.

 

Me hubiera gustado estar así cada noche.