Anomalía

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Después de un tiempo ambos policías apenas si se han subido a la patrulla, sin embargo aún no arrancan, mientras que nuestro coche ya se dispone a dar marcha directo a mi casa.


- Me contaron del error que cometieron contigo, eso si es tener mala suerte. - Me dirige la palabra el policía que esta noche me sirve de chófer.

- Por su puesto, tuve mala suerte. - Respondo tratado de dejar a un lado lo que estará pasando entre esos dos.

- Pero ya no tienes porque preocuparte, te llevaré a tu casa y todo estará bien.


El policía da marcha al auto y trata de ponerme conversación a lo que yo le respondo totalmente despreocupado, mientras que la escena se enfoca totalmente en Guitierrez y Rojas, en tanto que el ambiente se torna un poco distinto, un poco mas romántico.


- Siento el ambiente tan distinto, y no sabes como desearía que me trataras así en todo momento. - Dice rojas mientras que Guitierrez acaricia su cara sintiendo los puntos de la barba que Rojas no se rasura desde hace dos días.

- Tu sabes que tratarte así me parte el corazón, pues lo eres todo para mí y a veces no soporto como soy contigo cuando estamos allí afuera, y tan solo quisiera acariciarte como lo hago ahora o tomarte de la mano y decir sin miedo lo que somos. - Responde rojas por primera vez sin su tono militar.

- Aj Marco, si tan solo las palabras tan bellas que a veces salen de tu aún mas bella boca, fueran verdad. Pero ambos sabemos que no lo harás, le sigues teniendo tanto miedo a mostrar quien eres, que después de tanto tiempo estando juntos aun me presentas como tu ineludible compañero.


Por un momento hay silencio, y Rojas baja la mirada tratando de evadir con sus ojos el campo visual de su compañero. Pero Gutierrez aprisiona la mandíbula de Rojas, en lo que este solo ve hacia un lado tratando de cohibirse de la situación.


- ¡ Escúchame bien SANTIAGO ROJAS HERNÁNDEZ ! Yo podre ser un maldito miedoso, podre tener vergüenza de quien soy e incluso haber ocultado lo que soy hasta el día de hoy ¡ Pero nada de eso ! ¡ NADA ! Nada es tan importante como tú, y ahora me esta matando tu carita de tristeza, y si lo que necesitas es que digamos quienes somos al mundo que nos rodea, pues yo lo aceptare sin miedo, porque yo... por que yo ¡ Te amo !


La situación cambia repentinamente y lo que parecía un problema de pareja, se convierte en un trance erótico. Pues sin decir más los labios de Gutierrez se posan sobre los de Rojas, y este no opone resistencia, mas impone su fuerza y en un solo movimiento baja el asiento del copiloto, reduciéndolo al sillón de un motel.


- Sabes, no me importa si lo que dices es cierto o no, soy feliz solo teniéndote a mi lado.

Rojas sonríe y sus ojos se hacen pequeños en tanto que se abalanza sobre gutierrez, y ambos acaban por caer sobre el metafórico sillón. Así que Gutierrez estando abajo, lo toma por el cuello sintiéndole hasta la ultima fibra, y su pequeño movimiento genera en Rojas un enorme escalofrío que recorre cada parte de su cuerpo, desde la más fina capa de su piel hasta su ahora incontenible corazón. Los movimientos de ambos se vuelven lentos, pero intensos y apasionados, pues fluyen sobre el reclinado asiento como la marea que golpea la orilla del mar mientras va y viene, y esté vaivén es el que ambos comienzan a disfrutar.

Las respiraciones de ambos se hacen mucho mas notables e incluso se oyen con más fuerza al esforzarse por sentir al otro, con la excusa de traer demasiada ropa. Entonces Rojas quien es en estos momentos el dominante, decide levantarse un segundo y rasga la camisa de su uniforme de un solo tirón y de inmediato los botones salen a reventar volando por todo el auto, pero esto no detiene a Rojas, así que se deshace de lo que le queda de camisa, y posiciona sus manos sobre el pecho de Gutierrez, para acabar abriendo de manera violenta su camisa, mientras que este solo se muerde los labios y observa de una manera muy carnal el cuerpo musculoso y acalorado de su compañero. Las miradas son intensas y aunque ambos saben que están estacionados justo frente a la estación, nada fuera de sus cuerpos semidesnudos unidos es importante.

Gutierrez entre cruza sus piernas amarrado la cintura de Rojas y lo toma con fuerza por la espalda, mientras lo empuja hacia sí. Entonces de pronto no se oye nada más que el latido de sus corazones sonando imparables al ritmo de una canción de 200 BPM, su beso apasionado comienza a difundirse a todas las partes de sus cuerpos, y esto los incita a ser más y hacer más, por lo que algo les comienza a crecer desde dentro y es imposible para ellos no querer tenerse mutuamente mientras crecen. Así que rojas sin mas, comienza a bajarle el pantalón a Gutierrez y viceversa, son la desunión mas unida, pues la sincronización al desnudarse es irrefutable.

Pronto ambos se sienten al tope de la excitación, y Gutierrez siempre bajo Rojas, se da la vuelta sintiendo cada parte de su contra-parte, Rojas besa suavemente la espalda de Gutierrez tratando de hacerse con su cuerpo, mientras este solo cierra los ojos y se deja hacer todo lo que Rojas desee hacerle.





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Continuara...

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Una horrible historia sin clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora