Hermoso.

Kagome.

Recuerdo que hiciste mi mundo.
Recuerdo que hiciste mi mundo hermoso.

La gente se acercaba con sonrisas en sus rostros, trataban de hablar con la bonita chica y poder ser amigos, sin embargo, ella sólo quería estar sola.

-Kagome. —El chico rubio la abrazo y sonrió. —Deberíamos salir, ir por un helado y esas cosas cursis.

Higurashi aparto los brazos del rubio y rechazo su invitación de la forma más educada y dulce que pudo, no quería tener enemigos menos uno de los más populares de la escuela.
El chico pensó que era tímida y lo dejo pasar, le dio un beso en la mejilla y se alejó, dejando a Kagome con una mueca de asco y su estómago doliendo por la ira que sentía.
Higurashi es la chica que se molesta por las injusticias pero, la cual no hace nada por cambiar; quien sigue a la sociedad para no ser rechazada. Kagome mira la discriminación y el abuso de poder, aunque es la primera en apartar la mirada y decirse que no son sus asuntos.
Ella es así, con temor de ser rechazada pero con rabia al ver injusticias.

La primera vez que vio a Inuyasha Taisho fue en la cafetería, el chico caminaba con una pequeña sonrisa y en sus manos una bandeja de comida. Noto su particular rostro, realmente parecía un demonio.
El chico se sentó en la mesa más alejada y comenzó a comer, no hablaba con nadie y de vez en cuando miraba hacia la ventana. Esa imagen le dio lastima.

-¿Quién es? — Pregunto.

-¿La bestia? —Una de las chicas de la mesa señalo al chico. — Es el marginado. Nadie importante.

Esa fue se señal de perder su interés en hablarle. No quería también ser una marginada.