Hermoso.

Butterfly

Kagome camino por el pasillo con los auriculares puestos. Sus pasos eran lentos y sincronizados, como si estuviera bailando sin darse cuenta.
Y era así.

Hace unos minutos decidió alejarse del rubio, y aunque sabía que en el futuro podía ser molestada, no le importo y sólo se dio la vuelta para apartarse de ese tipo de gente tóxica.

Al fin podía sentirse en paz. Como si un peso se esfumara de su espalda y, maldita sea, es increíble.
Tal vez aún tiene que cambiar cosas sobre ella para ser mejor persona, pero en definitiva esto era un gran paso. Uno que pudo realizar sola.
Dio la vuelta en la esquina y observo a Inuyasha siendo abrazado por Miroku y la chica castaña.
Es cuando se dio cuenta, Inuyasha era una mariposa y ella por poco la mata, tratando de apocar su belleza. Sonrió, porque sabía que ya no era una amenaza para el chico.
Subió el volumen de la música y siguió caminando, sus pasos ligeros y libres de culpa.

Inuyasha la observo y sonrió.

Los dos avanzaban a su ritmo y está bien.