Hermoso.

Monstruo pt. 2

No sé a dónde ir...
Dime con seguridad,
Que no me dejarás aquí solo.
Necesito saber.

Savina & drones- Glass bridge.

Miroku acompañaba a su nuevo amigo a comer, no esperaba que el chico hablara tanto como el otro día, sin embargo, le gustaba acompañarlo y darle tranquilidad.

La cafetería se encontraba llena de los estudiantes que corrían para comer y hablar con sus amigos. El castaño suspiro y le dijo a Inuyasha que él iría por el almuerzo. Taisho acepto y busco una mesa.

Los dos se separaron y cada quien se dirigió a su sitio.
Miroku fue a la tienda; Inuyasha a sentarse y esperar.

-¿Monstruito? —Aquella voz. Inuyasha se levantó de inmediato y miro al chico rubio, junto a él estaba Kagome. —Ah, pensé que ya no estudiabas aquí.

El chico trago saliva y bajo la mirada, ¿por qué no se puede defender? ¿Qué sucede con él?

Vamos, vamos defiéndete.

El rubio sonrió y camino hasta estar a unos centímetros de Inuyasha, era su oportunidad para impresionar a Kagome y dejarle claro quién manda en esta escuela.

-¿Jugamos?—Acaricio el cabello del contrario. — Hace tiempo que no lo hacemos.

Los estudiantes se detienen al observar el espectáculo; algunos temen por el pobre chico, otros sólo esperan no ser la próxima víctima de esos jóvenes. Kagome se cruza de brazos, de repente siente frio en todo su cuerpo. No quería estar en ese lugar, pero el rubio no la dejo irse cuando observo que se dirigían a Inuyasha.

-Y-Yo. — Las palabras se le complicaban. Se odiaba.

-¿T-Tú? ¿Qué?—Comenzó a reír. —No entiendo lenguaje fenómeno.

La vergüenza se instala en todo su cuerpo, lo peor era que la chica que tanto le gustaba sólo se quedaba observando.
El agresor paso su lengua por sus labios, realmente estaba disfrutando humillar a Taisho. Nunca lo entendió, pero se olvidaba de su vida de mierda cuando pisoteaba al chico. Bueno, tal vez sentirse superior a alguien es genial.

Miroku le dio el billete a la señora del almuerzo y volteo a buscar a Inuyasha, cuando noto la bola de estudiantes que se reunían en un lugar específico. Agarro rápido el almuerzo y corrió hacia el lugar.

Inuyasha se cubrió el rostro y mordió su labio al sentir la patada en su estómago. Su cuerpo cayó, lastimándose en el proceso. Pudo escuchar risas y aplausos.

-¿Es suficiente?—Elevo la caja de leche. —Debemos purificar al monstruo. —Camino hasta Taisho y se arrodillo.

-¡Hey, hey!—Una chica castaña aparto a los estudiantes. — ¡¿Qué crees que haces, cara de estúpido?!

-Ugh, Sango. —Se levantó y miro a la persona que lo interrumpió. — ¿Qué quieres?

-¿Qué quiero? Este idiota. —Le quito la caja de leche. —Quiero que te vayas a la mierda, ¿acaso eres humano?

Estaba a punto de contestarle, pero Sango fue más rápida y le aventó el contenido de la caja a su rostro y lo empujo, lo necesario para que retrocediera unos pasos. Se inclinó ante el chico aun en el suelo y tomo su mano, lo ayudo a levantarse, empujo a las personas, incluso a Kagome que sólo observaba todo, y lo alejo de aquel lugar.

-¡Sango!— El rubio trato de ir tras ellos, pero una mano en su pecho se lo impidió. — ¿Qué haces, Kagome?

-Déjalos, por favor. —Sus piernas temblaban. —Fue suficiente.

El chico alejo las manos de la chica, dio media vuelta y camino a la salida. Higurashi trago saliva, quedándose parada en medio de todos y sin saber qué hacer.
Miroku miro la escena y por primera vez, sintió lastima de la chica.