Trabajo

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Odiaba este sentimiento, realmente lo hacía y ver a Inuyasha caminar por los pasillos con libros, no le hacía sentir mejor.

-¡Que suerte la tuya! —El mismo rubio fastidioso se acercó a ella después de clases. Sus amigos sólo observaban al mayor reír. — Ese bicho raro hace todo el trabajo, ¿no es gracioso? Puede ser un fenómeno útil.

La rabia de Kagome comenzaba a crecer cada vez que hablaba con él, pero no se encontraba lista para enfrentarlos y decirles los estúpidos que se miraban. Opto por ignorar esos comentarios y sólo sonreír.

-La otra vez me toco. — Comenzó a decir una chica de piel morena. — El muy tonto hizo todo y sólo tuve que sonreír ¡Que estúpido!

Todos empezaron a reír, menos Kagome que sólo miro sus zapatos y deseo estar lejos de ahí. Ella deseaba ayudar con el proyecto, no era ninguna inútil y era sumamente capaz de hacer su parte; le enojaba el hecho que acepto la propuesta del pobre de Inuyasha.

-Deberías hacer lo mismo. — La chica hablo de nuevo, miro a Kagome. — Es fácil de manipular.

-Yo...Ah. — La chica no sabía que decir. —No...No creo.

-K-Kagome.

El grupito volteó a ver a Inuyasha, quien sostenía con fuerza sus libros. Taisho sorbió su nariz, ya no quería llorar.

-A-Aquí esta. — Extendió el montón de papeles. — Sólo necesito tu firma.

La chica sintió su corazón encogerse.

-¡¿Para eso interrumpes, idiota?!— El rubio agarro el brazo de Kagome y la alejo de Inuyasha. — Puedes pedírselo antes de clases, retrasado.

La azabache se soltó del agarre del chico. —No tiene nada de malo que venga a pedirme mi firma.

-Ja, pudo ahorrarte ver esa cara por más tiempo. Inuyasha, debes tener más consideración, tu rostro no es muy lindo que digamos.

-Hey, ya basta. — Kagome se interpuso entre el abusador e Inuyasha, no podía seguir viendo esa escena.

-E-Esta bien. — El castaño bajo su mirada y cerró los ojos, las lágrimas ya resbalaban por sus rosadas mejillas. —Te veré...Mañana.

Inuyasha dio media vuelta y corrió al otro lado. Su corazón dolía. Ser humillado frente a la chica que te gusta te puede destruir.

Hermoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora