Profesor Raúl [Wisplay]

Humor de cansancio

Sus ojos se sentían tan pesados, era casi imposible parar de bostezar y temía quedar dormido en cualquier momento. Por suerte sus alumnos permanecían callados ya que dejo una gran advertencia a quien fuese a romper la calma.

Sacó una pastilla de un frasco estas le ayudarían a ese terrible dolor de cabeza, aunque la preocupación y descontento no se irían tan fácilmente. El celular no paraba de vibrar, debía contestar a esa llamada pero no se veía capaz, solo miraba esté pensando en lo equivocado que estuvo por haber contestado la llamada cuando se encontraba en él auto. Harto de la situación apago el aparato para así terminar con su molesto ruido, minutos después fue remplazado con el sonido de la pampanilla.

Su maletín y demás cosas fueron tomados por él para salir de prisa junto a sus estudiantes hacia su oficina. Lanzo todo al escritorio, tomo asiento y recostó su rostro en sus brazos, intentaría dormir por lo menos unos cuantos minutos.

Flashback

—Hola, Raúl...— Esa voz, gruesa y con tono autoritario no había cambiado en esos tres años. Raúl quedó en blanco, le era imposible podía reaccionar al igual que sus palabras salieran, parpadeo unas cuantas veces deseando que siguiera dormido. —Raúl ¿me escuchas?— Iba a contestar, él juraría que iba a hacerlo pero en sonido del claxon de los autos de atrás le asustaron provocando que colgase por equivocación y llevase sus manos directo al volante.

Quien desequilibro su día había sido ese hombre que por mucho no merecía llamarle padre, estaba olvidando que tenía una familia la cual le había rechazado y olvidado de su existencia hasta entonces. Su mayor pregunta era ¿Por qué?, él no podía llamar así como así, y pensar que nada había sucedido.

Fin del flashback

Lo que no noto en todo su tiempo de clase eran aquellos ojos verdes que le habían observado con preocupación ya que muy fácilmente notaron el diferente humor de su profesor el cual parecía estresado y desconcertado. También observo que se había encerrado en su oficina, las inmensas ganas de querer entrar en ella y saber cómo era que se encontraba eran inmensas pero se estaría arriesgando a empeorar el estado de ánimo o solamente no conseguir nada.

Se encontraba en la fila de la cafetería, frente a él sus amigos tonteaban hasta que David noto que Ismael permanecía callado mirando hacia un lugar no fijo. —¿En qué piensas?— Este sacudió su cabeza para poder prestar atención.

—Ehh... Bueno quería ir a la oficina del profesor Raúl para agradécele por lo de ayer pero...

—¿Ayer? ¿Qué hicieron ayer?— Rio levemente golpeando el hombro de Ismael quien no pudo evitar recordar lo sucedido del día anterior

—No mal pienses, ayer el solo me llevo a mi casa—

—¿Qué? ¿Y por qué no nos contaste nada?

—Porque no pasó nada, bueno pero eso no es el problema, el problema es que quiero hablar con él.

—¿Y qué tan difícil es ir a su oficina?

—No me digas que no notaste como se encontraba durante la clase, por poco mata a alguien.

—Y ¿por qué no le llevas una manzana? Así como todo alumno preferi- Joaquín hablo solamente intentando burlase pero no pensó que su amigo en verdad lo haría.

-Tienes razón...-

[...]

En sus manos llevaba un jugo de cartón junto con una manzana, aun temeroso se acercó a la puerta de la oficina para después dar tres golpes pero nadie respondía, volvió a intentarlo así hasta la tercera vez. Quizá ya no se encontraba ahí, dio vuelta para irse y regresar con sus amigos pero la puerta se abrió. —Ismael ¿Necesitabas algo?— Giro su cuerpo encontrándose con el mal estado de Raúl, pensó en contestar un "No" pero existían dos cosas que podían suceder, que el mayor se enojara o que respondiera "Si" y él le dijera que en esos momentos estaba muy ocupado. —Si

—Pasa entonces— Dijo el castaño, esperando que su alumno entrara para cerrar la puerta. —Toma asiento ¿Qué ocurre?— Sí, su día estaba siendo una mierda pero con tan solo ver a ese chico sentía que todo lo malo desaparecía. —Ehhh... yo yo viene porque— Las malditas palabras no salían por el simple hecho de sentirse apenado.

—Si es sobre ayer y el abrigo, no te preocupes— Estaba aún más apenado, ¡el abrigo! Lo había olvidado aunque parte de él no quería devolvérselo nunca.

—Se lo devolveré mañana téngalo por seguro, traje esto para usted— Señalo la manzana junto con el jugo, ahora más calmado sonrió. —Gracias Isma... Pero ¿Solamente era eso?—  Se quedaron en silencio, pensó rápidamente y se decidió.  —Bueno también quería preguntarle algo— Observo hacia otro lado intentando no tener fija la mirada de su profesor —Sabes que puedes preguntarme cualquier cosa.

—¿Por qué se le nota tan cansado y un poco de mal humor? Sé que la causa es su trabajo...—

—Sí, el trabajo pero también me han sucedido algunos problemas—

—Y ¿Puedo preguntar cual es problema?— No encontraba por si mismo la razón de preocuparse tanto, pero sin darse cuenta la preocupación era un sentimiento mutuo.

—Solo por ser tú te lo diré— Isma asintió sintiéndose un poco especial mientras que el mayor tomo la manzana  para seguir hablando —Mi padre me ha llamado pero no creo poder contestarle, no es que yo pueda hacerlo tan fácilmente, hace tres años que no lo hago— Raúl se inclino en su silla para por fin morder la roja manzana y por primera vez en el día comer algo.

—Pero... Bueno no haré más preguntas creo que estoy pareciendo un entrometido— Sí, estaba por hacer otra pregunta pero se sentía como lo que acababa de decir "un entrometido" pensaba que quizá Raúl no le pareciera correctas aquellas preguntas. Pero estaba muy equivocado, al contrario, necesitaba decirle pues en esos momentos la única persona que podía escucharlo era Ismael, podía confiar en él sin importar que.

—No, Isma no me importa en lo absoluto, mejor dicho me agrada que alguien se preocupe por mi. Dejarme adivinar la pregunta era ¿Por qué?— El menor cabeceó asintiendo provocando en ambos dejaran escapar una sonrisa sin saber la razón, quizá la causa fue que sus miradas se conectarán.
—Lo ve, ya no esta de tan mal humor.

—Por qué estar de mal humor, si tu estas aquí...

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