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~ Existe~

El sol golpeaba las calles y el gran jardín de la mansión Broflovski, los jóvenes de la familia de encontraban montando a caballo por sus tierras hasta ver cómo más allá del jardín de rosas que en esa primavera se veían hermosas por sobre pequeña reja que las albergaba; un bosque hermoso se veía y de cierta manera Kyle pensaba que ir a leer a ese lugar sería fantástico, cabalgó para observar el lugar, eran frondoso "Donde los árboles tocan las estrellas" Pensó el muchacho sin algo de duda en sus pensamientos. Se adentro en esos lares a caballo, las flores eran aún mas hermosas en tierra virgen mientras que el río era gentil con la naturaleza del lugar, y unas vertientes de agua que se veían desde las alturas del cabello. De la nada una voz suave y acogedora pero varonil fue escuchada por él; Le siguió por unos minutos hasta ver de quién provenía, en medio del lugar estaba él con una capa de color negro intenso y ahora con unos guantes blancos.

"¿Otra vez espiando? Judío"

Soltó el joven robusto sin un poco de cambio en su mirada penetrante de ojos café intenso.

"No es así, Señor Eric"

Respondió sin detenerse o querer defenderse, Eric Cartman eran un mocoso mimado que la reina complacía por ser su sobrino querido.

Ambos muchachos se observaron por unos escasos minutos hasta que el pelirrojo descendió del caballo y quitándose los guantes hizo una reverencia ante el castaño quien le contestó con el mismo gesto de amabilidad.

Al ver esos rizos de color carmesí, esos ojos esmeralda y las facciones tan suaves que tenía el ajeno, Eric, no pudo no pensar en una beso de esos labios, El muchacho más alto deseaba probar los labios del pelirrojo, romperlos y devorarlos con deseo, pero no es permitido, el Inglaterra es una falta a la maldita moral de los hombres besar a otro solo por un deseo.

"Tocas muy hermoso el piano, Señor"

Habló el pelirrojo mientras que su mirada se enfoca en los pastizales vírgenes de aquel paraje de gigantes verdes tocando el cielo. Se sentía tranquilo ante la presencia de esos ojos cafés especiales.

"Tu no cantas nada mal, judío"

Dijo Eric en un tono de voz suave y tenue mientras que se acercaba al pelirrojo mirándole fijamente.

"Mi nombre es Kyle, Kyle Broflovski"

Dicho aquello desde los labios del pelirrojo, Eric no dudó en soltar una de sus comunes risiotada de niño burgués adinerado.

"Sé cómo te llamas, judío"

Respondió un muchacho robustos mientras se lanzaba sobre el pastizal, observando el cielo de un celeste tan puro, tan libre, tan envidiable de ser viento.

"Eso es cruel, señor"

Dijo Kyle encaminando se hacía el castaño, viéndolo a los ojos nuevamente, algo se le hacía gratos, conocidos, talvez los vio alguna vez y no los recuerda. Al sentir como el castaño le jalaba del dorso de su chaqueta de montar y caía al piso, sintiendo en suave acolchonado de pasto bajo sus piernas y espalda mientras que su cabeza reposaba en estos, siendo sus rizos una grata almohada.

"Si no lo sabes soy un hombre cruel"

Respondió Eric sin una pisca de temor o repudio por parte del pelirrojo, y debido a eso no noto incertidumbre en las palabras ajenas al respondido.

"Se dice que nadie es tan malvado en el mundo"

Respondió Kyle, en su voz había serenidad, el muchacho no perdía los estribos por cualquier vanal motivo. Pero solo escuchó una risita burlona y una pequeño pellizco en su nariz, fue levemente doloroso y debido a esto una chillidos soltaron sus labios.

"Te ha dolido y no eh tenido motivo"

La risita encontadora que Kyle soltó debido a esa forma que tenía el robusto de querer quedar como un malvado, ese acto infantil se le hizo gracioso y encantador.

Eric ante la risita del muchacho junto a él no pudo no querer conservarla en su mente con algo de prioridad; Después de escuchar a ese muchacho rojizo, hijo de un banquero, su voz quedó guardada en su mente, la voz fina y aguda, sus ojos representando la tristeza de aquella pieza de ópera clásica que alguna vez escucho en Francia cuando aún vivía con su madre Liane,Todo de le hizo perfecto en los aspectos más mínimo y más altos. Algo en el muchacho de la misma edad que la de él, lo tenía hechizado por completo, un sentimiento de placer al verle y escucharlo a cada momento. Su primo menor a él por unos cuantos meses le dijo que ese sentimiento era amor, pero "El amor a primera vista no existe" pensó, pero ahora las posibilidades eran de un cien porciento.

Leopold, hijo de su tía la cual llamaban loca y un hombre polaco, era su amigo, su familia y hasta su confidente, tras la muerte de su madre Liane unos años atrás, Eric se había quedado solo y encontró en Leopold un amigo y un soporte total.

"Yo creo que usted es una persona amable"

Dijo kyle mientras cerraba sus ojos sintiendo la brisa amable del viento, mientras que ese viento movía los rizos carmesí, los ojos de Eric no se quitaban del muchacho y ahora no había duda "Maldito amor a primera vista, existe" pensó mientras miraba el cielo resplandeciente que ese día de primavera le entregaba a ambos muchachos.

Sirenita [KyMan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora