Una brisa tan fría en sus mejillas, esa brisa matutina que jamás faltaba en sus días pero esta vez era distinto a cualquier mañana de su vida antes de hoy, había sentido el calor de su azabache y aún más ese olor a perfume inglés que aún se conservaba en él a pesar de haber caído al lago.Una vez y aunque él lo tomó como una simple estupidez, su abuela le había hablado de un extraño pacto del destino "Tú destino te espera, Kyle" linda frase e hipotéticamente una mentira a la vez, el destino no era poseedor de unión, o eso pensaba el pelirrojo hasta el día en que conoció a Stanly Marsh.
Los ojos del pelinegro, su forma de hablar y aún más su gentileza, todo en una sola persona que se veía demasiados amable y encantador.
Pero quien saldría con un chico pelirrojo, sin decir de la "Moral" de aquel país; la homosexualidades, la prostitución y hasta las ropas que guíen vestía eran de manera extraña bajo las mandas de la moral que se profesaba. El se había vestido de chica, vestido, zapatos y maquillaje para ser una chica real.
"Pero el no enamoraría de mi, sino de ella" pensó mientras miraba hacia el gran jardín de la casona Broflovski. El no era en realidad Kyle y hasta su nombre había cambiado además de todo lo que era fue cubierto con un vestido y algo de maquillaje.
Su padre decidió salir de casa y así llevar a su hijo hasta el pueblo, un tiempo leve de calidad con su amado primogénito, después de meses fuera de casa. Ambos reían sobre cosas mundanas de economía y según el patriarca de la casa Broflovski, la economía era vaga y de ella se debía aprender con entendimiento.
—Kyle, cuando yo muera, tú eres y serás mi orgullo, hijo— habló el padre con voz de cariño hacia su primogénito.
"¿Orgullo? ¿Yo? No sabes padre, cuánto no sabes ... " pensó el pelirrojo mientras veía el escaparate de las tiendas, la florería y la panadería ya que estás se encontraban frente de la misma plazoleta de la ciudad.
Una risa algo burlesca y cómica se escuchó a unos metros de él y no dudó en bajar su mirada hacia la nada, era El joven Eric y su distintivo tono de voz, cómo era normal acompañado del joven Leopold ambos reían con encanto."Hey Khaal" se expresó el castaño mientras que el rubio en una venia solo entregó una sutil sonrisa de amabilidad
Era sorprendente creer que ambos jóvenes fueran familia, el señor Stotch era amable y amoroso, mientras que Eric era frío y calculador pero Kyle sabía que Eric era amable, no hizo un alboroto aquel día y menos habló de lo sucedido esa tarde en la habitación de Leopold."Buenos días, señor Leopold y señor Eric" respondió ante el saludo de ambos chicos mientras que su padre haciendo una venia mostró cortesía ante los jóvenes.
"Oye Leopold, dicen que encontraron una sirena de un tono carmesí en sus cabellos, Marsh habló de una hermosa sirena del lago" habló Eric soltando el chisme que se divulgaba en la ciudad.Aquel día luego de despertar por completo el azabache había sido llevado hasta uno de los aposentos del castillo para ser tratado por los sirvientes de aquel monumento de la reina, su despertar fue de exaltación puesto que habló de una sirena en el lago, está le había sacado del agua, le había cuidado de ese fatídico accidente.
"Las sirenas no existen, pero tenemos una sirviente de cabellos tan rojos con el carmesí " habló el rubio mientras soltaba una risita de burla
"Marsh, está aún convaleciente, vio estupideces en el lago" respondió Leo mientras pellizcaba el brazo de su primo para que guardara silencio de sus precarias palabras.
"El fue ayudado por una pelinegro de sombrero de color rosado chillón " añadió Kyle a la conversación que se había plantado por parte del robusto chico castaño.
"Ya veo, Tal vez se confundió de color el idiota" agregó Eric mientras una sonrisa aparecía en sus labios finos y pálidos. El castaño parecía imbecil pero no lo era del todo, sabía bien que la sirena ¿pelirroja? No era más que una fantasía y en verdad había sido una doncella pelirroja, pero estás no existen y lo único que quedaba era el judio pelirrojo que encontró en la habitación de su primo Leo.
"Bueno señores, que tengan un buen día" habló el rubio mientras jalaba a su primo del brazo, el castaño estaba hablando más de lo que debía y eso era malo para todos.
"Adios señor, Broflovski, y ten buen día Kyle" habló el castaño mientras no quitaba la vista de sobre el pelirrojo, quien mirando hacia el piso asintió para el muchacho noble.
"Tenga buen día señorito Eric y señorito Leo" Susurró el pelirrojo mientras los veía marchar por las calles hablando de cosas que no podía oír por la lejanía de esos dos chicos.
El paseo con su padre era ameno como de costumbre, ambos siempre habían sido cercanos al punto de contarse hasta lo más mínimo de su día pero ese secreto Kyle se lo llevaría a la tumba, él no sería la decepción de su amado padre.
Tras el paso de las horas y la conversación tan animada que mantenía con su padre. Ingresaron a una de las tiendas del pueblo notando los vestidos de mujer que se exhibían en el lugar, sus padres estarían de aniversario muy pronto y él sabía bien que su padre siempre obsequiaba a su madre algo único y hermoso para que esta lo luciera con orgullo hacia las demás damas nobles.
Un vestido de color pastel y crudo, con encajes de negro y rosado se era presentado ante ambos y su padre con una sonrisa asiente al vendedor.
"Estoy seguro que tú madre lo amará" dijo su padre mientras pedía que el vestido fuera envuelto para él.
"Mira Stanly, este vestido es hermoso y muy delicado" una voz aguda y sutil se escuchó a sus espaldas y el pelirrojo no dudó en voltear, ahí estaba la chica de negros cabellos junto a los vestidos y junto a ella un azabache dándole su compañía.
Una punzada de dolor, una herida hecha con un cuchillo tan afilado que le atravesó el pecho al pelirrojo, ella podía y él no, ¿Porque? Porque el destino era tan vil y cruel para con el.
Ella sonríe como si el corazón estuviera entregado al amor, y la sonrisa de Stanly le daba certeza a ella que también podía amarla, pero ¿que le quedaba al pelirrojo en esos momentos? Tan solo dolor desgarrando su ser, partiendo su sonrisa en mil pedazos de nada.
"¿Destino? Esa basura idealista no existe, el destino es una mierda junto a la mierda" pensó mientras veía a la pareja con envidia y recelo, él debía estar con el azabache, él debía sonreír con esa pizca de amor, pero el destino solo jugaba a la ruleta y su número jamás sería el ganador
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Sirenita [KyMan]
FanfictionPara Eric el pelirrojo era una magnolia, una hermosa flor de dulce aroma mientras que para Stan, Ariel era una rosa roja. ..................... Advertencia: *Esto es ChicoxChico *contiene KyMan,Style y Bunny *Los personajes pertenecen a la serie Sou...