[Diez]

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Guillermo estaba lo suficientemente cansado así que se recostó en una de las camas que el camper traía, Jena era la que conducia mientras Jeff era su copiloto, Samuel estaba sentado en la otra cama viendolo dormir. No podía creer que aquel niño de ocho años había crecido para ser ahora un chico de trece. Y vaya que Guillermo había cambiado, sus ojos parecían estar más achinados, su cabello estaba desordenado y sus mejillas seguían igual de grandes lo que le hacía verse más adorable. Aún con los años Samuel seguía pensando que Guillermo era aquel niño con grandes ilusiones, podía verlo en su cara, él las había perdido pero quizás tenerlos a todos de vuelta haga también que ellas vuelvan.

-Él te extraño, y mucho -Jeff se acercó-
el primer año no había noche en la que no soltará alguna lágrima por ti.

-Yo también lloré -Samuel tomó el pequeño peluche de tortuga que Guillermo había dejado caer al quedarse dormido- no hubo día que no los recordará, a todos. Incluso a ti - Jeff le sonrió.

-Eso lo sé, Jena me contó como fue para ti perdernos -Jeff se sentó en la cama- ¿Cómo es que después de cuatro años tuvimos la suerte de encontrarnos?

-Bueno yo encontré a Guillermo y él a mi, supongo que tenemos las mentes conectadas o algo parecido -Jeff río.

-Si, probablemente sea eso. Ese día Guillermo no paraba de insistir que quería salir, Álvaro apoyo su idea diciendo que ya era lo suficientemente mayor para ir a la redonda.

-Bueno a mi me dejaban salir por mi cuenta desde que cumplí 14 -explicó- pero no muy tarde así que yo me escapaba por las tardes para tener mi momento de privacidad. Ahí encontré a Guillermo.

-Así que seguiste nuestros pasos -Jeff sonrió- sólo no le enseñes ese mal hábito a Guille ¿Quieres?

-Claro que no, nunca lo pondría en peligro -Samuel cruzó los dedos sin ser visto, aunque sólo la mitad de sus palabras eran ciertas.

-Muy bien, confiaré en ti -Jeff lo observo antes de sonreirle y levantarse- tengo que volver con Jena, descansa un poco para que luego sea tu turno ¿Está bien?

Samuel asintió y se acostó en la cama, observo a Guillermo un rato más antes de cerrar los ojos he intentar dormir un rato.

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Guillermo se talló los ojos al despertar, vio que ya era de noche así que se levanto de la cama en la que dormía y vio que en la siguiente estaba Jeff completamente dormido. Trato te hacer el menor ruido y de poder caminar con el camper en movimiento, cosa que no fue tan difícil al haber poca distancia entre las dos pequeñas camas y el sillón junto a la mesa, noto que Jena y Samuel estaban en la parte de adelante, Jena sentada de copiloto.

-Tu si que eres tonto -escucho a Jena reír- sólo olvida lo que te dije ¿Esta bien?

-No puedo -contesto Samuel riendo- me lo has dicho y ahora no lo olvidare. Por algo pensaste en mi ¿No?, prometo no decir nada al respecto.

-Está bien -dijo Jena suspirando- soy una completa idiota.

-Hey el lenguaje -vio como Jena le golpeaba el brazo haciéndolo reír.

-Lo digo en serio -contestó- estamos en medio de un apocalipsis y en lo que estoy pensando son los tontos sentimientos que me harán caer.

-No veo el problema.

-Claro que hay un problema -Jena volvió a empujar a Samuel- solo piensa un poco, ¿Qué pasaría si dicha persona ya no está? O si sabes que no sobrevivirá pero no tienes el valor para ser el que jale el gatillo -dijo- no creas que por nada los trataba tan mal.

Guillermo dejo de escuchar y se acercó a ellos, tratando de parecer que apenas había despertado, aunque su cabello ayudaba bastante.

-Eh ya despertaste -dijo Jena levantándose de su asiento, revolviendole mas el cavello- es tu turno, trata de que Samuel no nos mate ¿Muy bien? -Guillermo río y tomó su lugar.

-Ni se les ocurra despertarme antes de tiempo que los zombies dejarán de ser un problema para a ustedes -Jena los amenazó pero el bostezo al final no hacían que lo tomaran en serio.

-A la orden -Samuel hizo un saludo militar y Jena se fue a dormir.

-No sabía que podías conducir.

-Bueno hace poco que aprendí -Samuel lo miro de reojo- John dijo que era necesario que supiéramos estas cosas, en caso de que llegáramos a necesitarlo.

-Jeff me prometió que me enseñaría pero ya han pasado dos meses y parece que lo ha olvidado.

Samuel lo miro unos segundos más y se le ocurrió una excelente idea, el camper tenía modo automático así que lo puso y se levantó de su lugar, logrando que Guillermo casi gritara.

-¿P-pero que haces? -Guillermo se asustó al ver que Samuel dejó el volante solo- ¡Nos vas a matar!

-Tranquilo -Samuel río- andando toma mi lugar.

-Yo no se como hacerlo -Guillermo se levantó del suyo y vaciló un poco antes de sentarse en el de Samuel.

-Lo se, lo acabas de decir, pero debes de aprender nuevas cosas siempre -Samuel se agachó para quedar a la altura de su compañero- toma el volante con amabas manos -Samuel posó sus manos en las de Guillermo y las colocó en el volante- relajate, es mas sencillo de lo que parece -Samuel quitó una de sus manos- ahora, quitare el modo automático, cuando lo haga tendrás todo el control.

Guillermo respiro hondo mientras veía como Samuel lo quitaba. Sus nervios eran más que evidentes, el volante se movía un poco y hacía que el camper no fuera derecho.

-Ahora trata de que vaya en el camino, no muevas mucho las manos.

Cuando Guillermo lo logró le explicó para que servía cada pedal, uno acelera y el otro frena, sonaba demasiado fácil.

-Y esto -tomó la mano derecha de Guillermo y la colocó en la palanca de direcciones- con esto controlas hacía donde se dirige, pero por el momento no debes de moverla, no queremos ir de reversa - Guillermo río.

Samuel y Guillermo se voltearon a ver, ambos sonreían y no podían dejar de verse a los ojos. Pronto Guillermo se sintió extraño al tener la mano de Samuel apoyada en la suya, era una sensación bastante extraña que no llegaba a descifrar, y que extrañamente le gustaba. Samuel también sentía aquello pero separar su mano no era una opción que le agradará, lamentablemente no quería que chocarán por su culpa, así que en contra de su voluntad lo soltó, rompiendo esa conexión en sus miradas y volviendo a Guillermo su vista hacia carretera. Samuel se sentó en el asiento contrario y se dedicó a ver el paisaje y en pocos ratos a Guillermo.

Reglas en Zombielandia || Wigetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora