Miedo

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Narra Daniel

Tras esa escena en el salón, fueron pasando varias cosas. Entre otras, mi hermano Juan Carlos ha venido ya desde Madrid a Sevilla con todas nuestras cosas para que hoy, el día en el que cada uno marcha a su deber, ya sea en una fabrica, "un campamento" o directamente de vigilantes de la cárcel u otra cosa peor.

La situación es demasiado tensa, entre otras cosas la gente está demasiado nerviosa y entre esa gente me incluyo. Es normal, muy normal. Y demasiado tranquilos estamos dentro de lo que cabe, y es que joder sí, ¡estamos en guerra!

Y bueno por no nombrar a mi queridísimo y adorado gemelo (no tese la ironía) no descansa dándome el coñazo por Sofía. Que si Sofía pasa de mi cara, que si no sale de su habitación para nada, que sí está de un pasote y de una frialdad increíble, ¡venga ya tío vete a dormir un rato!

Es que parece que yo soy culpable de toda esta mierda ¿acaso tengo yo la culpa de que ella esté borde, distante...? Pues lo siento si te duele porque no, no la tengo.

¿Tengo la culpa de que no quiera saber nada de él? Pues no, no la tengo, porque ni yo tengo nada con ella, ni mucho menos voy a tener algo.

Y bueno quitando toda esta mierda de en medio volvamos a lo que estoy haciendo yo y no los demás, porque sí me la trae bien floja.

Cierro la última caja y bajo con todo el equipaje que pudo hacia la entrada de la casa, ya hay bastantes cajas en el suelo y otras muchas en el interior de los coches, vuelvo a subir a la segunda planta, a la habitación donde antes dormíamos mi hermano y yo para bajar las últimas cajas, una vez que las dejo en la puerta vuelvo a subir de nuevo a la habitación, cojo mi móvil y mientras que reviso las redes sociales hago un poco el vago en la cama. Decido grabar algunos vídeos para mi instahistories dando las gracias por todo y despidiendome por si acaso no pueda volver ha hacer esto más.

Y es que se van a olvidar de mí. Mi fama se irá a la mierda, seré uno más puesto que en la guerra no hay gente famosa, seguiré siendo irresistible y el más guapo de los dos y del mundo pero ¿y lo demás? ¿y mi fama? ¿y mi importancia superior a la de cualquier persona no famosa de la tierra? Eso se va a esfumar, y podría decir que eso es lo que más me duele de todo esto.

Sigo mirando mis redes sociales hasta que escucho a Sofía gritar como una loca.

- ¡Vete de mi cuarto ya, pero ya! ¿¡me oyes!? ¿¡ o es que estás sordo!? - grita desesperada- ¡pareces inútil! ¿¡ es qué no has notado en todo este tiempo que no quiero saber nada de ninguno de vosotros!? ¡desde que estáis aquí todo ha empeorado así que largo!

- ¡No, si ahora será nuestra culpa que el mundo este en guerra! la única que pareces imbécil aquí eres tú - esta vez es mi hermano el que grita.

Escucho un portazo que proviene de la habitación de enfrente y a continuación visualizo a un Jesús prácticamente echando humo por las orejas.

- Subnormal, niñata ...- maldice.

- Eso lo dije hace unos días y nadie me hacía caso, ¡Gracias maravilloso Jesús por darte cuenta ahora! - termino haciendo gestos con los brazos.


-  Eso lo dije hace unos días y nadie me hacía caso, ¡Gracias maravilloso Jesús por darte cuenta ahora! - termino haciendo gestos con los brazos

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Él simplemente me mira con odio y coge de malas maneras una última caja que había sobre su cama, pero antes de que salga por la puerta digo:

- Jesusito el más buenito se va a llorar porque la chica no lo quiere y es una imbécil own - hago un puchero.

- Gilipollas- sale murmurando.

Miro la hora y decido coger mi pequeña mochila y bajar para ir a la plaza del ayuntamiento de Mairena.

(...)

Durante el poco trayecto mi madre nos ha estado diciendo que llevemos cuidado, que nos va ha echar mucho de menos... En conclusión lo típico. Y sí, claro que voy a echar de menos a mis padres y a mi hermano ¿pero qué le voy ha hacer?

Llegamos a la plaza y esta repleta de gente bajamos todas las cajas y maletas y mi padre se dirige de nuevo a la casa de Sofía con el padre de esta última para dejar el coche en el garaje y volver andando, básicamente para reguardarlos un poquito más.

Y sí, aquí nos encontramos muertos de miedo en una plaza cualquiera, de un ayuntamiento cualquiera, con cientos de personas asustadas sin saber que les deparará el destino.

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Espero que os haya gustado 💋

¡ESTO ES LA GUERRA! (Gemeliers)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora