Malos presentimientos

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Narra Sofía

Cojo el libro de la mesilla y me dirijo hacía un puf que se encuentra en la esquina derecha de mi cuarto. Cojo asiento en el y seguidamente enciendo el flexo para ver con la mayor nitidez posible.

Y ahora sí, me adentro en el maravilloso mundo de la lectura. En esta ocasión con el  libro de la polifacética Cara Delevigne, llamado Mirror mirror, una historia bastante completa protagonizada por un grupo de amigos Red, Leo, Rose y Naomi.

Tan solo llevando leído un capítulo desde que me puse en ello, soy interrumpida por el sonido de la puerta. Al dirigir mi mirada hacia esa dirección encuentro a un Jesús en pijama y con el pelo húmedo aún. Entra por el arco de la puerta para después cerrarla tras de sí.

- ¿Qué haces aquí? - cierro el libro para poder prestarle una mayor atención.

- No sé, bueno, la verdad es que he visto tu reacción al escuchar la noticia tan chocante de hoy - suspira cogiendo un sitio sobre mi colchón - es no sé... Quizá ¿impresionante? bueno... Lo reconozco, sé que puede que te suene a paranoico pero es que... Tengo muy malos presentimientos con esto, muy malos.

- A ver no creo que sea para tanto. Sí, quizá un tanto preocupante, pero no creo que vaya a pasar nada que cambie nuestras vidas por completo ¿no? míralo por ese lado. Será mejor ya verás - le sonrió.

- La verdad es que tienes razón - dice mientras pasa detenidamente la mirada por mi cuarto sin ningún rastro de pudor - y cuéntame ¿qué tal el instituto?

Lo miro con cara de sorpresa. ¿En serio que no tiene de otros temas de los que hablar que quiere mantener conmigo una conversación sobre el instituto? Increíble vaya.

- ¿Me lo dices en serio? - lo miro con las cejas alzadas.

- ¿Qué pasa? - alza sus hombros.

- ¿Qué que pasa? - rió- que parece que no hay otros temas existentes muchísimo más interesantes que no sean el instituto.

- Bueno... Puede que haya alguno - ríe- ¿pero de qué quieres que te hable si apenas te conozco ahora?

- No sé. Siéndote sincera yo tampoco sé de que hablarte - dirijo mi mirada hacía el suelo.

Pasan los segundos en silencio, uno tras otro, uno tras otro hasta que... Recibo un golpe en mi cabeza. Proviene de mi derecha, lo que signifíca que el gilipollas de Jesús ha decidido romper el hielo dandome con un cojín en mi cabeza.

Levanto mi cabeza para mirarlo con la boca abierta, él simplente ríe a más no poder. Me levanto a toda prisa cojo un cojín y se lo estampo en la cara y ahí sí, que sí sale una carcajada tremenda por mi boca, lo que hace que Jesús me de con el cojín en mi boca haciendo que me calle al instante.

(...)

Llevamos así un buen rato, entre risa y risa, entre cojinazo y cojinazo, hasta que me tiro sobre él. Me siento en su cadera y comienzo a darle con el cojín mientras que rió, él protege como puede su cara del cojín mientras que su risa y la mía se compajinan sin esfuerzo alguno. Paro de darle cojinazos cuando ya no puedo más y mi risa vence a mis fuerzas. Aún así reímos y reímos sin parar.

Al cabo de un rato Jesús se incorpora haciendo que quedemos frente a frente, nuestras miradas chocan y en un instante, sin esperarlo, se lanza a mis labios. Le sigo difícilmente por la sorpresa, pero realmente volver a besarlo me trae tan buenos recuerdos del pasado, recuerdos inolvidables.

La puerta de mi cuarto se abre.

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Bueno, bueno, bueno y por fin me decido ha escribir algo dios. Es que de verdad que últimamente estoy de un vago impresionante en serio. Resumiendo que me cuesta demasiado ponerme a escribir algo, pero en fin ¿he decidido ponerme no?

Y ahora contádme ¿os está gustando? ¿quién habrá abierto la puerta? ¿Jesús y Sofía volverán a tener algo más que una amistad? ¿Jesús debería preocuparse por la noticia? ¿Reconocéis el libro que está leyendo Sofía? Y si no es así recomendado al 100%

Espero que nos leamos pronto, besosssssss💋

¡ESTO ES LA GUERRA! (Gemeliers)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora