Ya están aquí

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La solicitud es de un chico que va a mi instituto, le doy a aceptar y me voy a dormir.

(...)

Al día siguiente vuelvo a revisar instagram , hago la rutina de todas las mañanas y me voy al instituto. Cuando llego a casa con mis amigos, comemos, nos acomodamos en mi habitación y nos ponemos a hacer deberes, terminar el trabajo y a estudiárnoslo. Me encuentro repasando mi trabajo de pe a pa hasta que escucho a mi madre llamarme.

-Sofía ya están aquí. Y por favor no seas tan borde y baja a saludar que enseguida se tienen que ir al lugar del concierto- me dice en tono de súplica- Pero baja ya.

Todos nos encontramos en bikinis y bañadores debido al anterior chapuzón en la piscina de mi casa. Simplemente ni nos molestamos en cambiarnos, vamos a bajar tal y como vamos. Los chicos se ponen la camiseta y nosotras algún vestido o camiseta encima del bikini. Llegamos a la planta inferior a la que nos encontrábamos anteriormente y mi madre ya se encuentra en la puerta, parece ser que están aparcando aún. Me colocó al lado de mi madre y mis amigos se posicionan detrás de mí. No necesito decirles nada para que me acariciaran el brazo en muestra de estamos contigo, tranquilízate.

Se bajan del coche y miran hacía la casa, mi madre sale y nos dice que salgamos con ella. Me muero de vergüenza y asco a la vez. Toman la iniciativa los padres y se saludan con un gran abrazo. Y ahora que lo pienso no tengo ni idea de donde se encuentra mi hermano, lo único que sé es que tienen la vista los dos orangutanes clavada en mí, y aunque no esté mirando hacia ellos lo sé, lo noto.

Y justo ahora es cuando me quiero marcar un tierra trágame al escuchar chillar a alguien desde el interior de mi casa.

-Sofía ¿han venido ya los subnormales estos? – dice mi hermano bajando por las escaleras. A este niño lo mato. Mis amigos se empiezan a reír de mí y mi madre está más roja que un tomate.

- Sí –grito riendo. Mi madre me da un codazo y por obligación me callo. Seguidamente saludo a Eva y Juan Carlos con dos besos y a los otros directamente ni los miro.

- Que grandes estáis los dos y que guapos. Y tú Sofía estas hecha una mujer illa – me dice Eva con una sonrisa de oreja a oreja, yo simplemente le correspondo la sonrisa.

- Mama ¿podemos subir a seguir estudiando por favor?- le "suplico"

- Sí, ya podéis subir.

Entramos todos y directamente subimos a mi cuarto a seguir con lo nuestro. Al cabo de un rato ya estamos riéndonos y hablando de algún tipo de gilipollez.
Se abre la puerta y detrás de ella se encuentra mi madre con los dos subnormales a sus lados acompañada de una bandeja con batido de chocolate, galletas y algún que otro dulce.

-La merienda viene en camino  – dice riendo - ¿habéis terminado ya?

- Sí- respondemos.

- Bueno, es para que se integren – dice señalándolos.

- Si no hay más remedio – digo borde.

-¡Sofía! – me reprocha mi madre.

- ¿Qué? No he dicho nada que no exprese lo que siento- digo alterada.

- Bueno si molestamos ...- dice Jesús.

- No molestáis – dice mi madre- ¿a que no chicos?- le pregunta a los demás.

- No – dicen no muy convencidos.

- Venga a dentro- dice mientras deja la bandeja encima de la mesa.

Sale por la puerta y hay un gran silencio durante un largo tiempo.

-Bueno ¿Sofiss, tendrás algún juego divertido o algo no? – dice Fran para romper el hielo.

- Sí, mira – le digo dirigiéndome al armario y sacando una caja –  para ti especialmente te saco los cochecitos que eran de mi hermano- río abriendo la caja- se juega así brrrrmmm brrrmmm, poom y chocaron – digo mientras que muevo los coches.

Empiezan a reírse todos menos Dani, que me mira con asco. Al final a este le suelto una ostia. Desde que ha entrado me está mirando así, me estoy poniendo de una mala geta que ni una barra de chocolate me baja los humos.

-¿Tienes algún problema chaval? – le digo cruzando los brazos- porque creo que desde que has llegado  no paras de mirarme con asco. Y perdóname que te diga que en todo caso sería del revés ¿no? – digo enfadada- uy perdón, se me ha olvidado que estoy hablando con el poderoso Daniel Oviedo, hay que tenerle un respeto- digo vacilante. Él se queda sorprendido y los que se encuentran en la sala no aguantan la risa, incluso su hermano se está riendo.

- Pues si tanto sabes que me tienes que tener un respeto por ser quien soy, simplemente hazlo- dice con seriedad y un toque de superioridad.

- Este tío es tonto de cojones- digo riendo. Él en cambio está flipando, y a mí sinceramente, no me sorprende nada- mira no eres nadie chaval. Ni Ricky Martin es alguien. Nadie es más que nadie ¿te hago un croquis? es más, seguro que cualquiera de los que estamos aquí somos más que tú. Por si no lo sabías, me dabas asco.
antes de que fueras famoso, y ahora los niveles están por las nubes. Te crees que te tenemos que tener un respeto ¿pero de qué vas? Mira no sé a ti, pero a mí me han enseñado a tener respeto a todo el mundo, pero no porque seas famoso te voy a tener más respeto, no, porque estás muy equivocado. Y menos todavía siendo tú, le tengo más respeto a una mierda del puto campo antes que a ti. - le señaló con el dedo- Eres un gilipollas de cuidado. Y por si no te a quedado claro ¡me das asco chaval, asco! – le suelto de carrerilla. Al decir esto se sorprende, y mucho. Pero no dice nada, simplemente se levanta y se va- que ¿no vas a ir detrás de él? – le digo a Jesús vacilante al ver que ni se inmuta y aún sigue riéndose de la humillación que acaba de pasar su hermano.

- No, es que es la puta realidad. No sé cuantas veces se lo tengo que decir que no es más que nadie por tener fans y fama – dice muy tranquilo- ha sido muy bueno- al ver mi cara de no entender nada, intenta aclarar sus palabras- la cara que se le ha quedado digo.

Y ahí empiezo a reirme.

Les presento mejor a Jesús y jugamos unas cuantas partidas al uno.

-Y yo que pensaba que eras un capullo de primera- dice María.

- Lo fui haciendo lo que le hice a Sofía- me mira y me sonríe de lado- lo siento, no quería hundirme más viéndote en instagram o hablando contigo- dice arrepentido.

- A ver Jesús ¿para que mentirte? al hacerme eso estuve mucho peor. Pero ya como que os deje en segundo plano, eso sí como los mayores capullos del mundo. No te pienso perdonar de primeras, te tienes que ganar mi perdón.

- Y ¿cómo lo hago? No sé cómo eres ahora, no hablamos desde hace mucho Sofía, la gente cambia y tenemos un claro ejemplo en esta casa, el famosísimo e increíble Daniel Oviedo.

- Seguro que sabes hacer algo para que te perdone – le sonrío- y bueno Dani es que es gilipollas.

(...)

Con la tontería disfrutamos de la compañía unos de otros hasta las 19:00 que se tenía que ir Jesús a preparar todo para el concierto. Y a Dani desde lo ocurrido no lo volví a ver.

Narra Dani

Pero esta ¿quién se cree para decirme eso? mira hay que admitir que está muy buena y de estropeada y horrible nada. Pero le he cogido aún más rencor. A mí, a Daniel Oviedo, le hace quedar en ridículo delante de sus amiguitos. Se creerá guay o algo haciendo eso, pero quien las da las toma.

Cuando salí de esa maldita casa, decidí perder mi tiempo dando vueltas por el pueblo hasta que tuviera que regresar para preparar las cosas del concierto.

-Te lo ha dejao claro ¿eh hermanito?- me dice Jesús chinchandome.

- Mira tío que te den. Si ella está ciega y no ve la realidad es su puto problema- le digo sin ni si quiera mirarlo.

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Espero que os haya gustado y reído mucho con este cap.

Nos leemos pronto💋

¡ESTO ES LA GUERRA! (Gemeliers)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora