Capitulo XVII Un despertar...

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"...Tu eres quien quiero...quien deseo...y a quien amo..."


-te deseo Diam...-dijo Serena con un rostro teñido de carmín, y ojos que reflejaban inocencia en su confesión pero a la vez, fuego y tentación, en tanto Diamante no dejaba de sentirse impresionado ante la aclaración de la joven quien sostenía fuertemente su mano anhelando una respuesta rápida, en el fondo de su corazón lleno de venganza, había una pequeña luz, un resplandor gentil y noble que hacia aparecer un sentimiento honesto que crecía constantemente con solo verla, e incluso lo hacia olvidar por algunos instantes su propósito en esa ciudad, se limito solo a sonreír sin soltar su mano sentándose a su lado quedando a su altura

-cuando me miras así me siento como si fuese alguien honesto y bueno Serena-contesto, dejando sin palabras a la joven y él continuo-no lo soy Serena, soy la persona menos gentil y buena del mundo, te mereces a otra persona-confeso Diamante negándose mentalmente todo lo que decía, era a ella quien quería, a quien necesitaba, todo su mundo era Serena, pero no, se juro así mismo que la vería como una hermana y nada mas, aunque no lo fueran, su deber era protegerla, cuidar de ella, y cumpliría su palabra, nunca se imagino que aquel sentimiento tan puro iba estar dirigido a la princesa de su historia, a su ángel, su amada...

-las personas que creí honestas terminaron engañándome, estas tu ahora diciéndome que tu eres el malo, no lo creo, eres una persona buena...-respondió con una sonrisa, acariciando con la otra mano la mejilla del peli plateado con ternura y delicadeza, aquel gesto mareaba al hombre quien tenia al frente, no de molestia, sentía que no podría contenerse ante aquella joven que desprendía pureza en cada fracción de su ser, liberando emociones que él en su vida jamás había imaginado, deteniendo su mano bruscamente acercándola a su rostro para susurrarle

-tal vez yo sea tu verdadero enemigo...Serena...-le dijo cerca de sus labios que se tentaba al besar a toda costa, pero no aun faltaba la respuesta de ella

-¿Qué somos Diam?...¿amigos?...¿novios?....¿que somos?...-pregunto ella con un hilo de voz, recordando aquellos besos en la cual demostraban que había un sentimiento mas profundo que un simple impulso-¿me amas Diam?...¿me amas?...,-unos instantes de cruel silencio se tenso el ambiente, mirándola seriamente, viviendo una guerra interna que ninguna parte quería ceder, sin embargo, un pensamiento lo guiaba, tomando con una de su manos la nuca de Serena recostándola en el sofá dejándola a su merced susurrándole


.....al demonio con mi promesa....


-si Serena, te amo...-besándola sorpresivamente demandante y pasional, casi dejándola sin aire, haciéndola que abriera sus ojos enormemente ante el acto sorpresivo del peli plateado, que a los pocos minutos dejo de tensarse y cerrar los ojos sintiendo sensaciones nuevas, embriagándose de deseo y amor, mientras Diamante a pesar de sus impulsos la acariciaba con delicadeza como si fuese lo mas fino del mundo separándose lentamente de ella para admirarla

Ahí vio unas mejillas enrojecidas, un labio hinchado por sus besos revelando una pequeña risita, y unos ojos que pedían mas y mas

-¿estas segura de lo que haces Serena? Si sigues dándome esa mirada, no podre detenerme...-confeso Diamante separándose un poco de ella, ante una eventual negativa, pero sus mejillas fueron atrapadas por un par de suaves manos provenientes de la joven dorada, entregándole un casto beso en la comisura de sus labios

-estoy segura...que tu eres para mi...-contesto Serena con una leve sonrisa en sus labios que reflejaban inocencia, pasión y lujuria, una mezcla peligrosa, que hizo encender cada punto de Diamante nublando sus sentidos completamente, besándola con mas fervor y deseo, sin darse cuenta no se encontraban en el sofá, sino en el piso de la sala, quería hacerla suya en ese instante, ella no oponía resistencia alguna, pero a la vez quería que Serena tuviera la noche de sus sueños, y no se merecía que su primera vez, seria en la sala de su propia casa

Sin retorno...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora