La Quinta y su discípula

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Todos caminamos hacia recepción, dónde se encontraba Kakashi leyendo y firmando unas cosas, que suponía que eran los papeles de mi alta. Una vez llegamos, Kakashi dejó de hacer sus cosas y nos volteo a ver con una ceja alzada por la presencia de Keisuke ahí.

Kakashi: ¿Y tú eres...?

Keisuke se puso rígido e hizo unas cuantas reverencias hacia Kakashi, quién le seguía mirando con confusión.

Keisuke: Soy Uzumaki Keisuke, es un gusto conocerlo.

Sonreí de lado mientras me apoyaba en su hombro con toda la confianza del mundo, recibiendo un claro gruñido de advertencia por parte del pelos de tomate que tenía al lado.

Nanami: Él viene conmigo, si pudiera también firmarle su alta le estaría muy agradecida.

Kakashi lo analizó de arriba abajo, por su cara podría decir que los recuerdos de Kushina estaban presentes en su mente. Pues el color de Keisuke era de un rojo tan intenso como el de ella. Aunque tenía los ojos muy oscuros, diría que igual de oscuros que los míos.

Kakashi: Uzumaki, eh. Muy bien, le diré a la enfermera que me dé tus papeles.

Keisuke me miró con un brillo de emoción en sus ojos, claramente se había emocionado mucho por tener al mismísimo Hatake Kakashi frente nuestro. Pues él sería el próximo Sexto Hokage y aparte, era el sensei de los dos héroes de la Cuarta Gran Guerra Mundial Ninja.

Le sonreí con calidez y pase una mano por su mejilla apachurrandola un poco, el color ya había regresado a él, después del patético encuentro con Naruto. Además de que durante el camino a la recepción pude ver cómo le lanzaba varias miradas a Sasuke. Seguramente no había tenido tiempo de emocionarse por su presencia.

Keisuke: No hagash esho.

Reí por lo estupido que había sonado, pues el que le apachurre el cachete dificultaba su forma de hablar. Me pegó una manotazo, alejando mi mano de su cara. Un pequeño sonrojo apareció luego luego en sus mejillas, sonreí en grande por eso.

Nanami: Perdón, perdón. Me alegro de que ya hayas vuelto a tu color natural, Aiden.

Me pegó sin nada de fuerza en el hombro, su sonrojo había crecido. Seguramente recordó la forma tan torpe por la cuál se había desmayado. Pero, realmente no tengo ningún derecho de decirlo porque a mí también me pasó lo mismo.

Keisuke: C-Callate, babosa.

Naruto: ¿Ustedes son novios?

Me sorprendí al escuchar la voz de Naruto a mis espaldas, lo miré sobre mi hombro. Lucía bastante serio y la voz que había usado para preguntarnos eso, sonaba llena de curiosidad y, ¿desagrado?

Nanami: ¿Qué?

Naruto: Solo pregunto.

Parpadee varias veces y de pronto, sentí como alguien me agarraba de los hombros y una mano sobre mi cabeza revolvía mi cabello con fuerza. Maldito pelos de mierda.

Keisuke: Ya quisiera está niña que fuera su novio. Ni muerto.

Gruñí por el toque de sarcasmo que había tenido su voz al decir eso, le pegue un golpe en el estómago para que me dejara libre. Él lanzó un quejido, soltandome y agarrando su estómago.

Nanami: Ni en sus mejores sueños pasará eso.

Naruto: Oh, ya veo.

La sonrisa característica de Naruto había vuelto, acomodé mi pelo con cuidado. Pues el muy imbecil de Keisuke me lo había enredado todo. Así que ya nos tenemos esas confianzas de nuevo, ¿eh?

¿Cómo es que estoy aquí? (Naruto, Sasuke y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora