¿Cómo es que estoy aquí? (Naruto, Sasuke y Tú)

Pelea, Problemas y Hospital.

Había pasado unos días después de la misión, al final todavía tenía secuelas de la herida que tenía en mi estómago, pues no había cicatrizado por completo. Decidí pasar los últimos días en casa, en donde Keisuke se había preocupado muy a su manera. Tuve que explicarle lo que había pasado y sólo se dedicó a hacerme burla por haber salvado la batuta del emo vengador.

No me molestó extrañamente, pero aún así le di un buen zape por sus comentarios estúpidos.

Hoy nos habían llamado a las oficinas del Hokage para dar un informe de los hechos, al menos desde mi punto de vista. Pues no había podido ir en estos días por mantener reposo. Aún así no me salve de la reprimenda que me dio Tsunade al saber en la posición que me había metido. Aún me duele la cabeza por el golpe tan feo que me dio.

Ahorita ya nos encontrábamos saliendo de las oficinas.

Naruto: Oye Nanami-chan, ¿quieres venir a entrenar con nosotros?

Voltee mirada hacia un lado, en donde se encontraba Naruto caminando con sus manos detrás de su cabeza, sus ojos azules me miraban de reojo. Sonreí en grande, aún me encontraba mal herida, pero podía ver desde lejos.

Nanami: Claro, no podré entrenar con ustedes bien, pero los apoyaré de lejos.

Sakura: Yo no iré.

Los dos volteamos a verla, ella lucía bastante seria mirando hacia el frente. Alcé una ceja analizandola bien, parecía algo molesta.

Nanami: ¿Por qué?

Sakura: Tengo algo que hacer.

Fruncí ambas cejas al ver qué apartó su mirada con toda la intención de que no viéramos su rostro.

Nanami: ¿Estás segura?

Soltó un suspiro y volteó a verme con una sonrisa para nada falsa, nótese mi sarcasmo. Hice una mueca muy desconfiada, algo traía en manos y no tenía ni idea.

Sakura: ¡Si! Otro día será, lo prometo.

Adelantó su caminata y corrió alzando su mano en forma de despedida.

Sakura: ¡Nos vemos Naruto, Nanami-chan y Sasuke-kun!

Naruto y yo nos dimos una miradita al ver como Sakura desapareció de nuestra vista, girando hacia otra parte. Era extrano su comportamiento, ya se por si andaba un poco apartada, ahora lo estaba el doble.

Solté un suspiro y sentí un golpe en mi espalda que me sacó de mis pensamientos, un gruñido salió desde lo más profundo de mi garganta sin querer. Escuché una risa nerviosa por parte de Naruto y me voltee a verlo con una sonrisa tímida.

Nanami: Perdón, estoy acostumbrada a que Keisuke haga ese tipo de cosas. Ya es algo que hago por inercia.

Naruto me miró parpadeando muchas veces, giró su cabeza con sus ojos brillando en curiosidad.

Naruto: ¿Inercia? ¿Qué es eso?

Escuché un bufido atrás de nosotros que me hizo girar los ojos, en serio que este idiota solo habla cuando le conviene

Sasuke: Eres un dobe, Naruto.

Entre gruñidos por partes de esos dos, llegamos al campo de entrenamiento al cual casi siempre íbamos cuando nos reuníamos con Kakashi.

Mientras me estiraba miraba de vez en cuando a los chicos hacer su calentamiento. Una idea llegó a mi mente, era un tanto peligrosa, pero tal vez podía funcionar. Me acerqué a él con cuidado y una sonrisa en mi rostro.

Nanami: Oye Sasuke, ¿quieres pelear contra mí?

Sus ojos oscuros fueron a parar a los míos, una sonrisa socarrona se formó en su rostro. Quién sabe qué cosas estará diciendo en su cabeza.