Capitulo 4:"Cruel destino...olvida el pasado".

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El sol preparaba su entrada, el cielo despejado prometia un dia muy placentero;dentro del departamento de Kaito los dos pequeños habían dormido toda la noche abrazados el uno del otro. A lo lejos el rugido de una bestia estremecia el ambiente mientras que Kurapika...trataba de zafarse de los brazos de Leorio quien... roncaba fuertemente.

-¡Leorio!...¡Leorio!.- el rubio miraba desconcertado su actual estado, ¿Como rayos quedo en brazos de este idiota?, mientras Leorio no mostraba signos de despertar al momento, a nuestro amigo solo le quedaba un remedio. Kurapika en verdad molesto se acercó cara a cara a su amigo y clavo sus labios en los de el para...luego morderlos... "apasionadamente".

En el lugar un grito desgarrador puso de ánimo a este par, Kurapika miraba el televisor con cara de vergüenza y Leorio miraba su labio en el espejo del baño queriendo llorar de dolor. -¡Kurapika!, ¡¿Qué demonios hiciste?!.- los ojos del chico alto mostraban su disgusto y a la vez su incertidumbre.

-¡Es obvio!, ¡me alejaba de tu asqueroso rostro!.

-¡Pero me mordiste el labio!,¡¿Por qué precisamente ahí?!.- al terminar la oración,el rubio mostraba con el rubor de sus mejillas que no lo había hecho por gusto.

- ¡Tu no querías soltarme asi que no me dejaste opción!.

-¡Si tu fuiste quien me abrazo en la noche!, ¡hasta estabas sonriendo!.- Kurapika no respondió, tenia otras cosas en mente por las cual preocuparse y aunque quisiera disculparse, el temperamento de Leorio le impedía hacerlo.

-¡Solo deja de alardear!, ahora mismo solo quiero saber donde esta Kaito; no ha regresado...¡me prometió que regresaría!.- el rubio escondía su rostro mientras abrazaba sus rodillas; aquella mirada se lleno de tristeza, sus ojos brillosos estaban a segundos de soltar una lagrima;al salir del sanitario aquel chico alto se acerco lentamente a Kurapika y comprendió la situación, extendió su brazo y acarició el pelo de su amigo haciendo que aquella sensación remarcara su empatía,-Kaito estará bien, seguramente surgió un pequeño problema y tuvo que quedarse con un amigo.- Kurapika no dijo nada, aunque sabia que Kaito no socializaba mucho y no tenia amigos...en el fondo agradecía sus palabras de consuelo.

El rubio mostraba su alegria que con una sonrisa y tierna mirada contestó,-gracias Leorio, ahora...esa cara de simio que te cargas me parece menos horrenda.- quien resaltaba su tristeza era su amigo del cual una lágrima cayó de su ojo agradecido por el cumplido.

Dejando la charlo por un momento , una persona llamaba a la puerta, el mayor preocupado recordó las palabras de Kaito,"solo espera a que tus padres vengan por ustedes".

Tomando la puerta principal, la abrió sin más pensando en sus padres pero en su lugar una persona desconocida yacía frente a el; un hombre alto y delgado,cabello corto y oscuro, una mirada desafiante y ojos marrones, portaba el uniforme del alto mando de la estación de policía de York City. Entrando sin mencionar una sola palabra ignoro a Leorio, el chico intrigado no sentía que fuera una amenaza pero no le quitaba el ojo de encima,-¡¿Quién es usted?!.- ambas partes cruzaron miradas, aquella imponente presencia dejaba temblando al pequeño, -vamos chico,tranquilo, soy amigo de Kaito; mi nombre esGing, vengo para hablar con tu amigo.-, con brazos cruzados y recargado en la pared miraba detenidamente al rubio quien estaba mirando el televisor.

-si es amigo de Kaito,entonces ¡¿Donde esta el?!.- Leorio impaciente quería una respuesta concreta, aquella preocupación por saber donde estaba su amigo lo mostraba molesto.

-Eso es a lo que he venido, tengo que sacarlo de la ciudad; si sigue aquí estará en peligro.

-¡No puede!, le prometí a Kaito...¡que lo cuidaría!.-Ging miraba molesto a Leorio; las lagrimas que bajaban por sus mejillas lo explicaban todo, entendía perfectamente lo que había ocurrido y no lo aceptaba. Las fuerzas que lo mantenían de pie se esfumaban para dejarlo de rodillas en el suelo, Kurapika que por curiosidad volteó a observar encontró a Leorio en el piso, en cuestión de segundos el pequeño se encontraba tratando de poner en pie a su compañero, claramente la mirada de disgusto fue dirigida al hombre uniformado.

Hasta el fin de los tiempos (Kurapika x Leorio) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora