El cazador [3].

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El olor a sangre, la humedad del lugar,  la intensa sensación de que nada esta bien. Ging recobraba la consciencia recostado en un sucio piso amaderado con muy poca pinta de ser seguro.

Sus ojos lograban ver solo las simples siluetas de personas alrededor de el. Los rostros de aquellos sujetos no mostraban para nada ser inofensivos.

El lugar estremecido por un golpe dejaba caer pedazos del techo de un edificio abandonado. Ging se retorcia de dolor dejando resbalar hilos de sangre por su mejilla.

--Franklin, en verdad si sigues haciendo eso el jefe se molestará por el valioso tiempo perdido que le resultas.-- dijo una pequeña chica peli rosada frunciendo el seño mostrando su molestia cruzando los brazos.

--Machi...¿quien eres tu para decirme que hacer?. Solo estoy divirtiendome un rato-- contesto Franklin sonriendo nuevamente y centrando un nuevo golpe que quedaría marcado en el abdomen de Ging.

--Solo digo que si sigues perdiendo el tiempo el jefe se molestará y no podras divertirte nunca más. -- el lugar  mantuvo silencio. Las suaves pisadas de aquel hombre resonaban en la habitación paralizando al todo el equipo de las Arañas.

Nadie se atrevia a decir una sola palabra.  El silencio se quebrataba con el fuerte sollozo de Ging sujetando su estómago por el incontenible dolor.

--Vamos...terminen de una vez. Si es que pueden. -- dijo Ging intentando ponerse de pie totalmente aturdido y a punto de desmayarse con la mirada apagada.

--Machi cura las heridas de este hombre. No sirve de nada si solo es un costal de huesos al cual no le puedo sacar información-- la chica solo asintió con la mirada demostrando asi su miedo evitando cualquier contacto visual.

--Jefe... dejeme ser a mi quien lo mat...

El estruendoso ruido de la madera rompiendose era producto de Franklin cayendo dos pisos abajo por solo un golpe de Chrollo quien miraba a todos alrededor causando miedo y asombro.

--Bueno. Creo que seran dos a los que curar.-- comento un rubio muchacho con una leve sonrisa en su rostro saltando por el agujero tratando de sacar  a Franklin de los escombros.

Mientras tanto...

En las calles las cosas no se encontraban nada bien. La policia de York City habia sido destruida casi en su totalidad dejando a la ciudad preocupada y desamparada ante lo sucedido.

--¡Palm!. ¡tienen a Ging, Tenemos que ir por el pase lo que pase!.-- dijo Pariston con gran desespero mirando a la chica pelinegra totalmente en shock.

--¡Palm, reacciona por favor estamos perdiendo el tiempo!-- la palida chica mantuvo su mirada.  Claramente un seño de angustia y enojo denotaba su expresión dirigida a Páriston quien solo observaba preocupado.

--¡No podemos volver! ¡ tu abandonaste a Ging con esos sujetos y ahora lo llevaron no se a donde por tu culpa!.-- la ciudad entera calmo un segundo.  El humo de los escombros revelaba una silueta de una pequeña persona caminando lentamente a esos dos.

Una presencia fuerte... negativa y tanto Páriston como Palm lo sentian a solo metros de ellos.

--¿Quien anda ahi?-- pregunto el rubio que al ver pasar a la persona quedo paralizado de miedo...








La luz de la luna entraba por las ventanas rotas del edificio.  El grupo de las Arañas rodeaba el lugar en cada lugar de fácil acceso mientras que en un solitario cuarto se encontraban solo dos personas. Ging, quien era suspendido en el aire  y frente a el Chrollo que mantenía en su mano un libro abierto contemplando la escena.

--Genial... qué haras?...¿destruir mi cabeza con ese libro?.-- contesto Ging sabiendo claramente que algo tramaba.

Chrollo mantenía su silencio. La habitación tomo un ligero tono azulado preocupando aun mas al detective. 

El sonido de un animal hambriento rondaba la habitación paralizando a cualquiera que lo escuchara.
Chrollo dibujo una pequeña sonrisa tomando asiento en uno de los desgastados muebles del lugar.

--Ahora veras-- dijo aquella persona que al momento de haber cerrado sus ojos dejo que una extraña criatura en forma de un pez arrancara un pedazo del hombro de Ging  quien resulto asombrado tras no sentir el dolor.

--¿Qu-qué es esto?-- se dijo asi mismo con la mirada de asombro el hombre que yacia suspendido dirigiendo su mirada al tranquilo sujeto que con una enferma sonrisa pregunto:

--¿A donde lo mandaste?.


















































































Continuara...

Hasta el fin de los tiempos (Kurapika x Leorio) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora