Capitulo 16: "sin salida"

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La inconsciencia...tras el lamento. El sufrimiento mismo recaia con  abrupta culpa sobre el triste chico. Leorio acariciaba el suave rostro de Pairo que por suerte se mantuvo con vida permanecia con una tenue respiración apagandose segundo a segundo.

--Vamos...¡reacciona por favor!.  No me dejes solo...--susurraba al aire en total agonía esperando que su amigo se encuentre bien.

La tarde caia rapidamente; la lluvia azotaba  con gran furia, los fuertes vientos que arremetían con fuerza arrancaban las hojas de los arboles.

Las esperanzas y tranquilidad que llevaba trayendo el pueblo se desvanecieron tras la aparición de ese sujeto. El caminar del chico sonaba con fuerte eco en el oscuro lugar.  Los brazos de Leorio cargaban con cuidado al pequeño joven que apenas respiraba.

--¡Leorio!-- grito preocupada Emma que salió corriendo tras el pelinegro que salia por la entrada principal.

--Cuidalo por mi por favor...en cuanto se recuperen todos en el lugar por favor diles que tengan cuidado.

--¿qué es lo que haras?-- pregunto la timida chica al ver a Pairo en ese estado.

--Tengo que ir por mi familia. ¡No están seguros en este lugar!. Ya no más-- dejarlos en el pueblo ya no era opción.  Míto quien era la responsable por ellos desde hace diez años deberia estar al tanto de lo que pasaba.

La tormenta no cesaba; Emma aceptó su petición entristeciendo su mirada. Leorio dio media vuelta solo para salir corriendo en dirección a su hogar, acelerando su paso y patinando en el barro.

La casa del chico se encontraba en la cercania. El tiempo que tardaba en llegar al lugar parecia eterno,  el rio del mismo corria rapidamente arrastrando con el las rocas de distintos tamaños.

Por fin se encontraba en la entrada de su hogar, las luces aun se encontraban encendidas quitando un cierto pesar de sus hombros.

Lentamente y decidido abrio la puerta encontrandose con un aroma peculiar. El pelinegro entro sin esperar, en un pequeño sofa se encontraba Míto cargando en brazos  al pequeño Gon que con cierto rubor sonreia a su madre.

--Leorio. ¡Ya has vuelto!,  espero este todo bien. Nos preocupaste tras haber salido corriendo de esa manera. -- dijo la calmada mujer emocinada por su presencia.

Gon reacciono de golpe tras ver a su amigo
—¡Tía Mito!. ¡Por favor tenemos que salir de aquí!. Ya no es seguro...— dijo Leorio con su respiración agitada esperando una respuesta inmediata.

—¡Leorio ¿qué sucede?!— se escuchaba preguntar al chico rubio que bajaba rápidamente las escaleras totalmente desconcertado.

Toda la familia quedó paralizada. La reacción del pelinegro había creado tal tensión que hasta el pequeño Gon se mantenía aferrado a los brazos de su madre.

—¡No es un juego por favor!. Ya no estamos seguros aqui. Ya no más...— la mirada del pelinegro se mantenía alterada en el aire dejando escapar unas lágrimas de desesperación. En el lugar la luz se atenuaba segundo a segundo. El sonido de la tormenta azotando al pueblo y los fuertes vientos abriendo ferozmente las ventanas de la habitación donde se encontraban en ese momento daba la bienvenida a el peor de los miedos del rubio.

La única  mayor fuente de luz en ese momento era la  puerta principal que dejaba a la vista las nubes oscuras y junto a ellas una silueta oscura posada frente a ellos.

Leorio reaccionó de inmediato, la angustia que lo quemaba por dentro lo impulso a mantener a todos detrás de él mientras aquella sombra se acercaba paso a paso.

El pelinegro sabía a lo que se atenia pero no dejaría que aquella persona le hiciera daño a su familia. Aún si le costaba la vida.

—¡No es cierto! ¡Noooo no tuuu! ¡¡¡Por qué tú?!!!—
Grito Kurapika al aire con tal terror dejando en silenció aquella habitación, sus ojos se tornaron de un fuerte rojo carmesí haciendo que aquella sombra insinuara en acercarse un poco más.
El llanto del rubio asustaba a Gon que con miedo se abrazaba al vestido de su madre que de igual manera respondía sin quitar la mirada de aquella persona que amenazaba con su presencia.
—Esos ojos. Esos hermosos ojos... ¿Saben cuánto valen realmente?. — dijo aquella persona saliendo de entre las sombras descubriendose.
Chrollo, aunque un tanto diferente, su cuerpo parecía más maltratado, cicatrices por las partes visibles de su cuerpo pero una en particular que recorría la mitad de su rostro pasando por su lado izquierdo dejaba desconcertados a todos en la habitación.

Cada paso que aquel hombre daba era uno donde ellos retrocedían.
—¡No dejaré que los lastimes!, ¿No te vasto con arrebatarnos a Kaito?!—grito el pelinegro, la tensión se presentaba abrazando el lugar donde el sonido del viento ensordecedor agitaba a Leorio.
El miedo recubría al rubio que mantenía la mirada puesta en Chrollo.
Solo un segundo y aquel monstruo se posó frente a Leorio que con un solo golpe en el estomago lo dejo en el suelo. El dolor indescriptible casi insoportable hacia que su mirada se apagará poco a poco presenciando aquel sujeto avanzando y aventando todo a su paso.
Chrollo tenía la mirada fija en Kurapika pero en ese momento aquella mujer dió un paso al frente solo para estar cara a cara con el asesino.

—¡¡¡Puede que yo no tenga relación sanguínea con estos chicos pero algo es seguro...los amo como si fueran mis propios hijos y no dejaré que los toques!!!.— en ese momento...una llama se apago., la agonia, la tristeza, la desesperación, cada sensación consumía a Leorio que con su tenue mirada observaba como el asesino atravesaba con su mano el estomago de Mito.
Gon gritaba en el lugar desesperado sujetando la gabardina negra de Chrollo en un intento por qué soltará a su madre.
Chrollo sacaba lentamente su mano manchada por la sangre de aquella mujer haciendo que Leorio soltará un grito dentro de la habitación.
Todo lo que había pasado, los consejos, sus abrazos, su calor, desaparecía lentamente. La enferma sonrisa del asesino y su fría mirada era puesta en Gon que caía en el suelo solo para tomar la mano de su madre.
—¡Mamá!, ¡Mamá despierta!. ¡Por favor!. ¡Mamá!—Gon sostenía su mano con fuerza mientras ella en sus últimos segundos y  con todas sus fuerzas rozaba la mejilla de su pequeño mientras sus lágrimas recorrían sus mejillas apagando su mirada...por completo.
Gon mantenía su mirada puesta en su madre que al morir no pudo cerrar sus ojos, dejando al pequeño que se recostaba en su pecho llorando su perdida.

Kurapika estaba paralizado, Chrollo paso del chico y se acercaba lentamente al rubio que encendía su mirada al tono carmesí mucho más intenso que inquietaba al asesino.
—¡Más!, ¡Enciende más ese tono muchacho! Pronto...¡Tús ojos valdrán mucho!— Chrollo no tenía intención de arrebatarselos en el momento. Su mano tomaba la mejilla del rubio suavemente mientras en la habitación se escuchaba el triste llanto del pequeño y a Leorio retorciendose de dolor.
—Tu... Vendrás conmigo, de no hacerlo mataré al pequeño y a tu amigo— le dijo aquel cruel asesinó al rubio que solo miraba al pequeño Gon y el recuerdo de él de pequeño haciendo que lágrimas resbalaran por sus mejillas.
—Bien...si solo te quedarás ahí parado empezemos con tu amigo.— dijo Chrollo acercándose bruscamente a Leorio solo para centrarle una patada en el estomago haciendo que aquel chico pelinegro vomitara sangre y regresará la mirada a Kurapika quien solo lloraba asustado.
—¡Está bien iré contigo pero déjalos!— grito desesperadamente aquel rubio encendía mucho más su mirada.
—Bien. ¡Eso es lo que imagine!— contesto Chrollo riéndose en el momento.
La brisa del viento arrojaba la fría lluvia dentro de la casa, Leorio quien casi perdiendo el conocimiento solo trataba de ponerse de pie siendole una total pesadilla. El asesino tomo por la espalda a Kurapika que con triste mirada veía a su familia en el suelo con las esperanzas de que Gon y Leorio estuvieran a salvó. El pelinegro abrazaba a Gon que no paraba su llanto mientras el conectaba mirada con Kurapika que en un abrir y cerrar de ojos desapareció con el asesino en una densa niebla oscura dejando la habitación en silenció.
















































Fin.


























De la primera parte.. Hola. Sé que ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización y la verdad es que ya no sabía cómo retomarla. No es un final definitivo. Es el final de la PRIMERA PARTE. En si está historia la había visualizado desde mucho antes. Que pasara, algunas ideas principales que se descartaron o tomaron al final. En si creo que vamos una tercera parte de lo que es la historia realmente dentro de mi cabeza. Si tienes algún comentario házmelo saber. Con gusto te leo.

Soy XanderXVT. Te mando un fuerte abrazo a ti querido lector y nos vemos en el siguiente cuento. 🤫

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2020 ⏰

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Hasta el fin de los tiempos (Kurapika x Leorio) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora