11.

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Jeongguk estaba escondido detrás de un pilar en el centro comercial ¿Por qué? Resulta que ese día temprano había decidido ser un buen hijo y podar el pasto de su casa y justo cuando podaba el pasto que estaba del lado de la casa de Nam, vio a Jimin invitando a Nam al cine. Y como buen vecino, sólo los había seguido para asegurarse de que Nam siguiese virgen y puro.

Jimin estaba comprando los boletos mientras Nam estaba formado en el lado de los dulces, cuando Jimin fue al lado de Nam, Jeon vio su oportunidad para avanzar hasta el anuncio de tamaño real de Vin Diesel, una vez sus objetivos terminaron de comprar los dulces se dirigieron a la sala que les tocó. Jeon corrió hasta donde Jimin había comprado el boleto.

—Pronto, deme un boleto para la función donde va a entrar la rata cachetona.

—No sé quién es la rata cachetona— la señorita enarcó una ceja.

—El chico bajito que venía acompañado de un moreno.

—Ah ya— La chica tecleó en su computadora y la giró mostrando los asientos disponibles. — ¿Qué asientos quiere? — preguntó la chica.

—Quiero estar un asiento arriba de ellos.

La chica asintió y le imprimió el boleto.

—Disfrute la función.

Entró a la sala correspondiente, se puso la capucha de su sudadera y se dirigió a su lugar, justo como pidió y quería, estaba un asiento arriba de Nam y Jimin. Notó que la película que entraron a ver era una de romance.

—Pfff, un clásico para hacer una movida, ¿Quién diablos ve estas películas? Una mejor táctica es una película de terror.

Su mirada se concentró en Nam y Jimin, quienes parecían estar concentrados en la película. Sintió curiosidad por ver la película, por lo que confió en que no pasaría nada y miró la pantalla.

La película era ridículamente hermosa, Jeon se vio atrapado en la trama. Mientras que Jimin hacía sus movimientos, tal como Jeon lo había predicho.

—Entonces, ¿Tienes novio? — preguntó.

—No— respondió Nam sin dejar de ver la película.

Jimin puso su mano sobre la de Nam y la acarició, Nam volteó a verlo conectando sus miradas.

—Me alegra escuchar eso, NamJoonnie— le dijo con voz suave.

Nam se sonrojó ante el tipo de mirada que Jimin le brindaba, Nam se agachó un poco y Jimin le tomó por el cuello, compartieron un dulce beso, justo frente a las narices de Jeon.

Jimin se sintió maravilloso, mientras que Nam sentía que algo faltaba.

La película terminó y Jimin no soltó la mano de Nam en ningún momento.

Todos fueron abandonando la sala de apoco, menos Jeon que aun seguía impactado ante tal película. Cuando reaccionó se dio cuenta de que la película había terminado y de que sus objetivos ya no estaban en la sala.

— ¡Diablos! — gritó aun con las lágrimas de emoción en los ojos.

Cuando salió de la sala ya no los encontró por ningún lado. Por lo que se resignó a volver a casa. El camino en bus fue bastante aburrido, se concentró en pensar que haría ahora. Al llegar a su vecindario, pudo ver la moto de Jimin aun estacionada en la calle por lo que buscó con la mirada a la rata cachetona, hasta que lo vio en el pórtico de la casa de Nam, ambos hablaban muy animados. Todo estaba bien para Jeon hasta que vio a Jimin darle un beso al menor en los labios y ser correspondido con timidez por parte del moreno, algo dentro de él hizo que un nudo se formara en su garganta. Sus pies avanzaron casi por si solos hasta la esquina de la cerca de la casa de Nam, se detuvo ahí y sus puños se apretaron, Nam entró a su casa y Jimin se quedó un rato más en el pórtico celebrando. Cuando por fin se dirigió a su moto, vio a Jeon, por lo que se acercó.

— ¿Celoso? — preguntó con una sonrisa de lado.

— ¿Yo? ¿De una rata cachetona como tú? ¡Ja! — Pero su sonrisa altanera se desvaneció al notar, que puede que después de todo lo que Jimin decía fuese verdad, que después de todo, su vecino estuviera entrando a su corazón, aquello se sentía raro, no le gustaba sentir eso— Además, No podría enamorarme de alguien como él, ¿Lo has visto? Ja, no cumple con mis estándares estéticos, además es muy irritante, muy infantil, puedes quedártelo, sólo lo quería para meterme entre sus piernas, ya sabes que lo virgen siempre se siente mej...— No pudo terminar, Jimin le había dando un puñetazo que le hizo caer de sentón.

— ¡Cállate!, No te permito que hables así de él.

Ambos se miraron de forma fuerte y penetrante.

—Ji...Jimin— Ambos giraron sus rostros para ver a Nam, quien tenía los ojos cristalizados— Me habías dado tu teléfono— dijo extendiendo el aparato—Yo, debo regresar.

Y sin esperar una respuesta corrió de regreso a casa.

—Felicidades, le hiciste daño.

Jimin se dirigió de nuevo a la casa de Nam, tocó, la puerta se abrió y entró.

— ¿Por qué siempre cago las cosas? — se preguntó Jeon mientras se levantaba del suelo.

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Ride MeWhere stories live. Discover now