13

1.7K 202 19
                                    

Por lo regular es bueno para coquetear y conquistar, pero no cuando su corazón comenzaba a latir como respuesta a un gusto romántico. De alguna forma su cerebro se reinicia y todos los pequeños Jeongguks de su cabeza corrían despavoridos de las señales de oxitocina que su cerebro liberaba. Como en ese momento, NamJoon había pasado frente a él, para salir de la universidad, no lo había notado, pero vaya que Jeongguk sí lo había hecho, su cerebro pronto comenzó a reiniciarse y se perdió. Un puñetazo que casi le saca el brazo lo trajo de vuelta.

—¿Sabías que las ratas roen lo que descuidas? — era YoonGi, no entendía la razón de su pregunta, hasta que siguió el camino de su mirada y allí en la entrada estaba la rata cachetona, tan seguro de sí mismo, pero Jeongguk estaba seguro que podría aplastarlo de un pisotón por el tamaño de tachuela que tenía. —Corre lobo, demuéstrale a ese de quien es la oveja.

Se acercó con la intención de recordarle a la rata quien era su patrón, cuando estaba por llegar NamJoon se giró.

—Hola— le sonrió de manera dulce y pudo apreciar como la tachuela cambiaba de expresión.

—Hola— le devolvió el saludo con una linda sonrisa.

—¿Por qué le hablas a este? — Jimin ignoró la presencia de Jeongguk y miró directamente a Nam.

—Pues no sé, sólo porque me agrada. — se encogió de hombros de forma inocente.

—Pero él te habló mal, te hizo daño— sostuvo sus manos y le miró directo a los ojos.

—Pero le pedí perdón— pegó un manotazo para separarlos y atrajo a NamJoon contra su cuerpo—Y él me lo dio.

—Como si lo mereciera — rodó los ojos e intentó alejar a Nam.

—Esperen, dejen de pelear— se paró en el medio— Jeongguk fue muy honesto, por eso decidí que estaba bien perdonarlo.

Jimin le miró con los otros entrecerrados, esperaba algo como eso, Nam era demasiado inocente y amable como para odiar.

—Bien, pero si te vuelve a hacer daño, voy a golpearle.

Nam quería decirle algo, pero en ese momento llegó su padre para ir a casa.

—Debo irme— se despidió con un movimiento de mano y se alejó corriendo.

—Sólo intenta golpearme, tachuela— le susurró.

—No me retes, rata.

—La rata eres tú y además cachetona

—Lo que digas, Dora.

Jeongguk colocó una mano sobre su pecho con indignación, su cabello tal vez estaba largo pero no tanto, o ¿si?

Perdió tanto tiempo analizando el tamaño de su cabello que no se dio cuenta cuando Jimin se había marchado, pero ahora sabía que no iba a permitir que la rata cachetona le quitara a su oveja.

________________-

aquí estoy de nuevo luego de salirme del fandom y medio regresar después de una fiesta que hicieron para Nam y JungKook por su cumpleaños.

conocí a un par de chicas, más mis amigas ARMY que me hicieron pensar que no todo es mierda uwu

Ride MeWhere stories live. Discover now