Engaño

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-¿Me puedo retirar señora?, o va a necesitar algo más antes de que me vaya?- dice Nahir con cautela, no vaya a ser el caso de que la vuelva a tratar mal su patrona.

La mirada glacial que Sonia le dedica a Nahir es brutalmente descarada y cargada de odio.

-Si ya terminó con sus tareas puede retirarse- contesta fríamente Sonia.

-Muy bien, hasta mañana señora- dice Nahir en respuesta.

A pesar de que Sonia le ha permitido retirarse, Nahir no puede moverse de su lugar, está como adherida al suelo. Observa a su patrona de arriba abajo y no puede creer cómo es que su prometido alguna vez amó a este ser tan despreciable. No le entra en la cabeza que una bella joven con un corazón de oro como el de Abril pueda se hija de esta fría mujer sin sentimientos.

Las vueltas de la vida... ella hubiera querido tener hijos, formar una hermosa familia, tener una casa grande para llenar de niños y de amor.

Pero la vida no siempre te permite tener todo lo que sueñas, tal vez ...en otra vida sea posible.

-¿Pasa algo Nahir?- pregunta Sonia mirando de arriba abajo a su empleada.

-No, disculpe... ya me retiro- dice sobresaltada Nahir.

Sonia hace una seña con su mano como restándole importancia a su empleada y marca una vez más el número de su abogado.

La pequeña fortuna que le paga a este hombre debería servir para poder alejar definitivamente a Tomás de su familia paterna, acusar al marido de Paula, la tía de Tomy, de abuso fue una idea brillante. Ya había utilizado esa técnica antes y le había dado resultados. ¿Cómo no habría de funcionar ahora también?

El hecho de que Tomy ahora necesite un trasplante de hígado perjudica todos sus planes, seguro que deberá soportarlos, ellos también querrán saber si pueden ser donantes.

-¿Has podido mantenerlos alejados?- pregunta Sonia.

-Es difícil Sonia, son su familia de sangre, es complicado que no accedan al análisis. Tal vez sería bueno dejarlos hacerse el examen de sangre y luego falsificar los resultados. De esta manera nunca podrán ser tomados en cuenta y así los mantendremos alejados aludiendo la denuncia de abuso sexual.

- Está bien, hazlo. Pero que sea rápido. No quiero a esa gente de baja categoría cerca de mis hijos.

Sonia corta la comunicación y se queda mirando la foto en su escritorio.

Es la única que dejó en la casa luego de la muerte de Jorge. Dejó esa foto después de una gran discusión con su hija. Si por ella fuera, la foto habría sido cambiada por una de ella con Abril y Tomás. Pero Abril... siempre tan sentimental luchó para dejar un registro de ese imbécil en la casa.

Jorge... ese blandengue que no pudo soportar la presión.

Todavía no puede entender cómo se dejó convencer para casarse con él.

Ella le había avisado que no podía amarlo, que el hombre que ella había amado en el pasado la había traicionado y le había atrofiado el corazón.

Después de Alberto Miller, después de su amado Beto, ningún hombre había podido despertar el más mínimo atisbo de amor en su golpeado corazón. Pero Jorge le había prometido que él tendría amor suficiente para los dos y que con el tiempo ella lograría amarlo un poco, que eso a él le alcanzaba.

-¡Estúpida y mil veces más estúpida! Jamás amé a ese imbécil, aunque juro que lo intenté- murmura Sonia enojada mientras arroja el portarretrato con violencia fuera de su vista.

Una sola vez en estos años Sonia creyó que podría volver a vivir el amor y redimir su horrible comportamiento. Una vez, una sola vez más, hace casi ocho años se había encontrado con Alberto en un bar y habían hablado tranquilos.

Él quería acercarse a Abril, después de tres años sin verla por las maniobras evasivas del abogado de Sonia. Quería que ella retire esa denuncia mentirosa que no le hacía bien a nadie. Y ella, tan enamorada de él como el primer día en que lo conoció, creyó que Alberto volvería a elegirla. Quiso creer por algunas horas que su ex marido dejaría todo por ella, que al fin se apartaría de su familia, de esa gente sin educación ni alcurnia, y que volverían a ser la familia que ella siempre había soñado. Pero después de unas horas de amor y de reencuentro Alberto puso sus condiciones, y él volvió a elegir una vez más a esa familia de perdedores en vez de a ella.

Así que sin más, cada uno regresó a su vida.

Ella a compartir una vida de lujos y fiestas junto a Jorge, su joven marido enamorado, y él a su vida de mala muerte, con su pequeña familia de indigentes. Jamás permitiría que su niña se relacione con esa gente. Abril jamás conocería a su familia paterna, su niña de ninguna manera conocería lo que se siente ser pobre.

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-Mamá- la voz de Abril suena desesperada del otro lado de la línea telefónica- mamá hay malas noticias! Nadie de la familia es compatible con tomy! No podemos donarle nuestro hígado. Ven al hospital rápido, el doctor Evaristo quiere que vengas de inmediato!-

Abril. Buscando a Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora