Abril. Buscando a Papá.

Decepción

La casa es pequeña pero acogedora. No hay grandes espacios cubiertos con alfombras o lámparas carísimas pendiendo del techo. La casa de Nahir en nada se parece a la mía, aun así puedo decir que me encanta. Tiene un estilo un poco loco, igual que ella.

Los colores son vivos, coloridos y hay artesanías en cada rincón: pequeños cuadros que llenan las paredes, diminutas artesanías en los estantes repletos de libros coloridos y un gran mural de fotos que ocupa la pared frente a la mesa principal.
Camino por la estancia maravillada de todo lo que se puede observar allí.

-Me encanta tu casa! - digo sorprendida- tiene un estilo muy "Nahir". Nunca había estado en una casa así.

-Creo que lo voy a tomar como un halago- dice mi anfitriona divertida.

-Ponte  cómoda que me voy a cambiar y nos preparo algo rapidito para comer-.

-Está bien -digo, mientras me dejo caer en una de las cómodas sillas de la sala.

Al irse la dueña de la casa, me dedico a observar distraídamente las fotografías que se encuentran en el espléndido mural.

Diferentes versiones de Nahir se pueden observar en ellas.

Nahir bailando tango.

Nahir cocinando.

Nahir en unas raras y difíciles poses de algo que supongo es yoga.

Nahir rodeada de personas en un bar.

Nahir contenta...siempre contenta.

De pronto mi vista se posa en una pequeña e insignificante foto y siento que dejo de respirar. Mi corazón se para una fracción de segundo para luego retomar su latir de manera más veloz.
Una foto, una pequeña foto colgada en el centro del mural, justo al lado de lo que parece una imagen de una reunión familiar llama poderosamente mi atención.
En ese insignificante pedazo de cartón estoy yo!!

¿Cómo es posible que una empleada de mi casa tenga una foto mía en su casa?
-¿Estas bien? Te veo pálida-, pregunta Nahir mientras trae una bandeja con sándwiches y jugo.
Muda... no puedo emitir sonido. El enojo y la decepción que siento en este momento me hacen cerrar fuerte mis puños y no poder articular una palabra.

Las preguntas se agolpan en mi cabeza provocando que mi sistema se desestabilice.

-Abril, te sentís bien?- Vuelve a preguntar, dejando rápidamente la bandeja sobre la mesa.
Mis ojos se clavan en la foto que acabo de descubrir y la sorpresa de Nahir es mayúscula cuando se percata de lo que estoy mirando.

Baja la mirada y queda en silencio, como debatiendo internamente para decidir qué es lo que va a decir.
-La tomé de tu casa- dice después de unos largos segundos- Discúlpame.

Me giro sobre mis talones y comienzo a caminar hacia la salida.

-¡Espera! dice asustada- es tarde para que te vayas sola!

No la escucho, no quiero escucharla nunca más. Yo confiaba en ella pero me defraudó. Me asusta tener que darle la razón a mi mamá en eso de no confiar en la gente que no es de nuestro círculo íntimo.

La desconfianza una vez más me gana la voluntad, siento miedo de estar acá, no me gusta que me traicionen.

El viento fresco de la tarde que se va cerrando me da de lleno en la cara, lagrimas saladas comienzan a rodar por mis mejillas. No me quiero ir sola, tengo miedo. Escucho el llamado de Nahir pero la ignoro completamente.

La única persona que en este momento puede ayudarme es Pablo así que presa del enojo y la decepción marco su número y lo llamo.

-Abril! ¿Estás bien?- dice preocupado.

-Por favor ven a buscarme – le digo conteniendo la angustia

-¿Qué paso?- dice alterado.

-Nada que no se pueda resolver, pero necesito que me vengas a buscar por favor!- digo entre sollozos.

-Está bien. Cálmate y Pásame la dirección que voy a estar ahí enseguida.

Al cabo de diez minutos estoy yendo a mi casa en el auto de Pablo.

Mientras hago un breve resumen de lo que pasó, lo observo conducir con el ceño fruncido escuchando atentamente mi relato.

-Debe haber alguna razón por la que una foto tuya está en la casa de esa chica- piensa Pablo en voz alta. Pero ¿Cuál será esa razón

-No lo sé- digo cansada. Creo que hoy ya no me puede pasar nada más.

....................................................................................................

El auto frena en frente de mi casa. Pablo se gira para verme directamente a los ojo. Hay un brillo especial en ellos.

-Abril, necesito decirte algo- dice de manera seria y con la voz más profunda que de costumbre.

Mi sistema se pone en alerta, mi corazón se acelera y me quedo inmóvil en mi lugar.

Pablo se acerca demasiado a mí y toma una de mis manos entre las suyas.

-Tal vez no sea el momento exacto pero...me gustas mucho Abril.

Sé que con mi hermana son amigas y no quiero ser una incomodidad entre ustedes, pero hace mucho que siento esto por vos.

Hoy cuando me llamaste me asusté, pensé que te había pasado algo grave. No quiero que nada te suceda. Solo quería que lo supieras. Ya no puedo más estar cerca de tuyo sin que lo sepas.

La intensidad de su mirada y de sus palabras hacen que trague en seco.

Este chico tiene la capacidad de alterarme por completo.

-Es que yo...

-Shhh. Ahora no digas nada. Solo quiero que lo sepas. No te sientas presionada por favor.

-Es raro- le contesto en un susurro. Yo también siento cosas por vos... pero mi cabeza por ahora está en otra Pablo. Tengo que saber dónde está mi papá y porqué me dejó.Lo extraño y lo necesito. Y últimamente todo se está haciendo más complicado.Para colmo que Nahir traicione la confianza de mi casa llevándose algo tan personal me desequilibró. Perdóname. Me gustas mucho, pero necesito primero saber qué es lo que pasó en mi familia-.

-Tranquila, siempre te voy a esperar. Y también contá con migo para buscar a tu papá-.

-Gracias – le digo y le planto un beso fugaz en su mejilla.

Pablo queda perplejo ante mi actitud, sus ojos se agrandan como platos y le dedico una sonrisa pícara. Enseguida me bajo del auto y él se queda ahí, con cara de bobo mirando como desaparezco detrás de las rejas de entrada a mi casa.

......................................

Holaaaa. ¿Cómo están?

¿Qué les parece la historia?¿ Les gusta?

Escucho opiniones, sugerencias y comentarios y pido disculpas si se me escapan detalles de cohesión. Esto de escribir un poco en la Tablet y otro poco en la pc de casa a veces no es del todo productivo. Pero el tiempo es tirano y por acá ya empezaron las clases así que debo repartir mi tiempo de otra manera y escribo donde me queda un rato libre.

De todos modos mil gracias por tomarse la molestia de leer.

¡Los quiero ¡

Vero