Joke: 01

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Yoongi POV

Veo mi libreta completamente llena de palabras que yo mismo he dado sentido, planeando cada una de nuestras citas, planeando en cómo jugar con tu mente y, sobretodo, tus asquerosos sentimientos aún no muy bien procesados en mi mente. Quiero saber a qué juegas, quiero saber si puedes detectar una mente tan podrida como la mía, quiero saberlo todo. Todo.

Me preparo para quedar contigo, no es ni la segunda ni la cuarta, es la octava cita que tenemos y cada una de ellas puedo saber un poco más de ti. Como por ejemplo: te gustaban las chicas, tus padres no saben que eres gay, te apasiona el deporte y cosas que realmente no son muy relevantes para mí. Lo realmente relevante para mí sería cuál sería tu mayor debilidad aunque estoy seguro que no me la dirás, pero pronto te la arrancaré de la boca para hacerle un buen uso.

Me pongo la colonia que tanto atrae a los hombres, aquella que he creado yo mismo a base de feromonas humanas. No preguntes como he conseguido tal cosa, limítate a oler esa fragancia que es adictiva e incluso podría atreverme a decir que es un aroma que no te dejará pegar ojo y, que tu mente, querrá inundarse en ese flagor con más intensidad cada vez que la detectas.

Salgo por la puerta y te encuentro enfrente mío, me sorprende que sepas donde vivo por que yo no te he dicho donde vivía.

ㅡ¿Cómo sabes que ésta es mi casa? ㅡte pregunto cerrando la puerta detrás de mí para que no veas lo que tanto oculto.

ㅡUn día te vi por la calle y te seguí, quería verte pero entraste rápido a tu casa ㅡdices sacando tus manos de tus bolsillos para ver tu reloj.

Imposible, nunca salgo de casa si no es por la universidad o para quedar contigo y si tengo que comprar algo lo hago mientras vuelvo a casa de la universidad.

No di más importancia al asunto y empecé a dar los primeros pasos. Aunque seamos "novios" nunca has expresado esos sentimientos que quiero romper a pedazos, ni un te amo, ni un mensaje diciendo que me echas de menos. Nuestras conversaciones son frías y a veces rozan a la locura con los temas que me sacas.

Vamos siempre al mismo sitio, siempre a ese banco frente al río Han, ese río desolado y negro, tan oscuro como tus ojos.

ㅡ¿Quieres tomar algo? ㅡte pregunto para no caer en la monotonía y que esto deje de ser el juego del que realmente estaba gozando.

Asientes con la cabeza y giras rápidamente hacia una esquina, suponiendo que vas a algún bar o algo por el estilo. Una duda se siembra en mi, quizá ya sabías que me cansaba ir al mismo lugar y que tengas memorizado esa cafetería la cual estamos entrando.

Vuelves a mirar tu reloj y abro los ojos al ver que éste está parado, siempre marca a la misma hora: las siete en punto. Me ha asombrado eso de ti, tantas veces quedando y yo sin saber que veías la hora que tú mimo habías programado. ¿Estás loco? Quizá sí.

ㅡ¿Te gusta esta cafetería? ㅡme preguntas al verme inmerso en mis pensamientos, rápidamente te contesto un sí y me adentro más en la estancia preguntándome el por qué de esa hora.

Es una cafetería normal y corriente por mi ver, hay gente, camareros... en fin, todo lo que una cafetería tendría que tener.

Me diriges hasta el fondo de esa cafetería y nos sentamos en una mesa un tanto distinta a las demás. Ignoro lo que podría significar para ti y te contemplo mientras estás viendo la carta.

Quería crearte interrogantes pero has acabado creándomelos tú a mi.

Cuando voy a coger la carta y poder pedir algo, me doy cuenta del enorme reloj que hay detrás de ti. Marcaba las siete. Estaba seguro que no eran las siete así que agarré mi móvil y confirmé lo que estaba sospechando; las cinco y media. Quizá esta cafetería y esta mesa tengan algún significado en ti, la verdad me gustaría preguntar pero paso de que pienses que soy muy observador.

ㅡ¿Qué vas a tomar? ㅡme preguntas y rápidamente desvío mi mirada del reloj para mirarte a ti. No creo que seas tan astuto para que ya sepas que ya me di cuenta lo de la hora.

ㅡCreo que un café con leche y un sándwich ㅡcontesto al azar.

Dejas la carta sobre la mesa y me miras mientras frotas tus manos suavemente.

ㅡPediré lo mismo ㅡdices sonriendo.

Estoy totalmente seguro que querías que me fijara en el reloj, que realmente sabías cual era mi pregunta y eso me molesta.

Te devuelvo la sonrisa y mi tic empieza a hacerse ver, mi pierna ya estaba moviéndose una vez más. Intento no rozarte, para que no te des cuenta de lo furioso que estaba por haberme ganado otra vez en este juego.

ㅡ¿Puedo preguntarte algo? ㅡte pregunto para salir de mis dudas, necesitaba una respuesta, mi cabeza no podía pensar en algo lógico.

ㅡClaro ㅡdices agarrándome de las manos, haciendo que mi vista se centrara en tu reloj, el cual ya estaba en su hora real.

Me muerdo la lengua ante aquello, ¿cuándo habías cambado la maldita hora? Te aseguro que no es mi imaginación y menos teniendo de testigo al gran reloj que tienes detrás de ti. Mi tic empieza a coger fuerza ya que has vuelto a ganar en cuestión de minutos y eso me enferma.

ㅡ¿Le dirás a tus padres que estás conmigo? ㅡcambio mi pregunta. Eres muy listo Park Jimin, demasiado listo.

Dejas mis manos y meditas unos segundos mi pregunta. Sé que sabías que iba a cambiar de pregunta, y realmente tengo ganas de cortarte esa cabeza.

ㅡNo lo sé. Tengo miedo de cómo van a reaccionar ㅡdices apenado, bajando tu mirada. Finges bien las emociones, cabrón.

Pongo una falsa mueca de decepción, pero estoy seguro que yo, al igual que tú, fingimos las emociones.

ㅡQuiero conocer a tus padres ㅡdigo tomando tus manos para demostrar que realmente estaba preocupado por el tema. Que en realidad no.

ㅡTendrás que esperar... aún no sé cómo decírselo ㅡdices reforzando nuestro agarre.

La camarera viene e interrumpe nuestra conversación digna de una obra de teatro en primaria.

ㅡ¿Qué os sirvo? ㅡpregunga con una pequeña libreta y un boli.

Jimin coge nuevamente la carta y le señala algo que no he alcanzado ver.

ㅡ¿Y usted? ㅡme pregunta a mí.

ㅡLo mismo que él ㅡdigo ya que supuestamente pedimos lo mismo.

ㅡNo creo que te guste el maíz.

Abrí los ojos ante aquello, ¿cómo sabía que odiaba el maíz? No entendía por dónde quería ir pero todo esto se me estaba yendo de las manos.

ㅡEs cierto, no me gusta. Quiero un café sólo, por favor ㅡle digo a la camarera la cual había apuntado los pedidos y se había ido por donde había venido.

ㅡ¿Cómo sabes que no me gusta el maíz? ㅡle pregunto ya más directo, yo cuido muy bien mis palabras y jamás te había dicho tal cosa.

ㅡ¿No te gusta? Solo lo he dicho al azar ㅡdijiste riendo.

Continué tu risa hasta que quedamos en absoluto silencio. Es astuto, no podía decir que yo se lo había dicho por qué él bien sabe que yo cuido mucho lo que digo.

Hablamos de cosas comunes hasta que ya nos teníamos que ir. Intenté estar atento en toda la conversación por si me soltabas alguna indirecta o frase escondida pero nada, es como si tu chip hubiese cambiado después de lo del maíz, comportándote como una persona normal en sus plenos veintitrés años.

Insististe en acompañarme a casa y así hiciste, me acompañante a casa. Quizá querías entrar pero obviamente no te dejaría entrar nunca. Me niego y menos a una persona como tú.

Me desvanecí en el sofá de mi casa y me puse a pensar... ¿quieres jugar con mi mente? ¿soy yo el paranoico? Jamás había conocido a alguien como tú y cada día que pasa me sorprendes más.

¡Jeeeelou mis Nekos! Jis os ha traído la continuación del fic //// ¿Qué os parece? Os amo muchísimo ♡ comentar y votar mis beibis♡ eso me hace feliz ㅠ.ㅠ

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