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Me odio a mí mismo
y soy incapaz de describirlo,
alma llena de nihilismo,
no soy capaz de decirlo.

Cada paso parece un recorrido
del camino hacia el infierno
que es mi corazón podrido
y las lágrimas del invierno.

Pero siento los pulmones llenos
de cianuro y polución,
estrés y conmoción,
alcohol, nicotina y venenos.

Siéntalo el valiente
y quien no lo sienta
no lamente que su mente
sea consciente del presente
tan potente que alimente
algo incoherente tan ardiente
e independiete como el fuego
decadente,
presente en su ego.

"Ciega Mente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora