Tres coma catorce

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Porque en tus palabras nos caímos
y nos fundimos en un alma pura,
un alma pura que comprendimos
pero acabamos en esa tiniebla oscura,
en esa brisa sin enseñanza,
en ese camino que nos aparta,
la danza de la muerte,
mi corazón es inerte.

[-Te toca, te toca.]
[-Yo no se improvisar, a mí no me sale así, o sea, tengo que estar muy jodido *Risas*.]

Con mi corazón, con mis sonrisas,
con las risas y alegrías del dolor,
del dolor que miente,
del dolor que falla y perturba mi mente,
de lo peor.

Lo que tenemos estos días,
lo que podríamos mantener
sentados en las vías.

Cuando piensas que te puedes estremecer
sin parar en un momento,
como cuando piensas que miento.
Cuando me acaricias y lloras,
cuando entre eternas sonrisas me enamoras,
cuando me abandonas.

[-Estoy improvisando tío, es que tengo tanto dentro.]
[-Yo también. Tengo un corazón, unos pulmones... *Risas*]

¿Y ahora por qué me lloras?
Pienso en tí a todas horas
pero mi alma se ha caído.
¿No me dijiste que ya había cumplido
todos estos años de condena?
Creí que podría aliviar mi pena
entre tus besos matutinos.

Pero sentado en estas vías
sólo, sin alegría,
me preguntaba si podías
acompañarme cada día.

Yo sé que no me aguantas,
que no me lloras, que te confías,
pero creeme: si pudiese abrazarte, lloraría.

Porque todo es, al final, el final.
Los caminos de rosas, el camino fatal.
Con tus risas de algodón,
con el dolor de mi corazón,
con tus miradas y tu todo,
con mis lágrimas de plomo.

"Ciega Mente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora