Pero

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Quisiera desaparecer
hasta que el mar esté en la calma
de la sangre y lágrimas de la cama
en la que quisiera perecer.

Quisiera enmudecer
hasta que mi garganta brote veneno
y mis palabras sean recuerdos
de un amargo atardecer.

Quisiera desquebrajar
cada pedazo de mi corazón y olvidar
cada ascua que hace levitar
mi capacidad de amar.

Quisiera arrancar mis arterias
con cuchillas afiladas
y mirar mis muñecas cortadas
con sonrisas serias.

Quisiera romper mis huesos
y tragarme cada trozo punzante
para saborear el dolor cortante
de mis heridas y mis besos.

Quisiera gritarle al silencio
hasta que nadie pudiera escucharme,
solos yo y mi deseo de aguantarme
la tristeza más pura que potencio.

Quisiera sufrir de felicidad
y no sentir el ritmo de mis latidos,
perderme en los amplios pasillos
del castillo de la oscuridad.

Quisiera imaginar que nada importa
y que mi cuerpo desfallece a cada paso
que da en vano hacia el fracaso
aunque con gusto lo soporta.

Quisiera ser, pero agoté mi esperanza,
amnesia en el sentido de mi vida
y neurosis en sentir mi ida;
siento temblores con templanza.

"Ciega Mente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora